El embarazo y la lactancia pueden afectar a la salud visual

Por eso, desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia, explican las diversas afectaciones que pueden tener estos dos estados en la salud visual.

09/05/2022

El Colegio de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia afirma que, durante el embarazo y el proceso de lactancia, el cuerpo experimenta numerosos cambios, siendo la salud visual una de las áreas que más concierne a las futuras mamás. Por eso, y para celebrar el Día de la Madre, el ...

El Colegio de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia afirma que, durante el embarazo y el proceso de lactancia, el cuerpo experimenta numerosos cambios, siendo la salud visual una de las áreas que más concierne a las futuras mamás. Por eso, y para celebrar el Día de la Madre, el colegio aborda los posibles síntomas que pueden experimentar las mujeres que se encuentran en los dos procesos mencionados.

El primero es el síndrome del ojo seco, una de las patologías más comunes durante el embarazo. Esto se debe a una falta de producción de lágrimas o por una mala calidad de estas en el bulbo ocular. La sensación de cuerpos extraños en el ojo, la quemazón, picazón, fotofobia y sensación de sequedad son algunos de los síntomas que caracterizan a este síndrome, originado por la escasa segregación lagrimal. Las mujeres que usan lentes de forma frecuente son más propensas a esta afección. Una alimentación adecuada también favorecerá la reducción de este síndrome, especialmente aquella basada en alimentos con un alto contenido de ácidos grasos y omega 3, como el salmón y las nueces.

También afecta la visión borrosa, ya que durante el periodo de lactancia y embarazo resulta frecuente tener la sensación de visión borrosa. Esta afección se puede deber a una falta de hierro, común en el tercer trimestre del embarazo, la cual genera cansancio y falta de calidad de la imagen. Los cambios en las hormonas y, en concreto, la sobreproducción de progesterona, también pueden provocar un engrosamiento de la estructura corneal, provocando la visión borrosa. En el caso de que este síntoma —que suele ser temporal— se alargue tras el embarazo, es conveniente visitar a un óptico-optometrista.

Además, puede provocar un posible aumento de la miopía. Este se puede generar por diversos factores entre los que se encuentra la retención de líquidos. Esta puede provocar que la córnea también acumule líquido y que, como consecuencia, varíe la curvatura de la misma, afectando a la salud visual y la visión de la madre. Asimismo, las mujeres que previamente al embarazo han sido diabéticas pueden desarrollar retinopatía diabética, provocada por los daños que sufren los vasos sanguíneos en la retina por la alteración de los niveles metabólicos.

También puede aparecer fatiga visual e hinchazón de párpados. Esto se debe a los cambios hormonales, otra de las afecciones que pueden experimentar las mujeres embarazadas es la fatiga visual. Asimismo, la hinchazón de párpados es otra de las molestias más frecuentes, la cual suele producirse por las mañanas.

Además, aparecen problemas de acomodación, generados por la retención de líquido que se produce en la córnea y el cristalino. En concreto, la acomodación es el cambio en la potencia dióptrica del ojo que permite enfocar los objetos. Generalmente son síntomas temporales y que no deberían alargarse más allá de los nueve meses de gestación.

Existen otros síntomas a los que la mujer debe estar atenta, como la aparición de manchas en el campo visual o la disminución de la visión lateral, los cuales podrían ser señales de una hipertensión producida durante el embarazo. Si no se trata de la forma adecuada, la hipertensión puede derivar en alteraciones más graves, como la preeclampsia, siendo la causante de problemas visuales serios como el desprendimiento de retina. En su conjunto, los cambios hormonales y metabólicos pueden afectar a la salud visual de la mujer, pero, una vez concluido el proceso de lactancia, suelen desaparecer.

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