Con más de 135 años de historia, el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega es un referente en tratamiento del ojo seco, una patología que afecta entre un 5 y un 15% de la población. Gracias ...
Con más de 135 años de historia, el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega es un referente en tratamiento del ojo seco, una patología que afecta entre un 5 y un 15% de la población. Gracias a la experiencia de sus especialistas y al reconocimiento de su trayectoria, el centro ha incorporado de forma pionera en España el sistema de luz pulsada (IPL) más avanzado para el tratamiento de esta enfermedad.
"En el 70% de los casos, el ojo seco está causado por la disfunción de las glándulas de Meibomio -que se produce por la ausencia de parpadeo, desequilibrios nutricionales, estrés oxidativo, uso intensivo de pantallas, etc.- Ahora, gracias al sistema optimizado de pulsos OPT (optimal pulse technology), podemos realizar un tratamiento personalizado no solo del ojo seco asociado a la disfunción, sino también de lesiones vasculares como rosácea y telangiectasias y lesiones por envejecimiento de la piel", explica el Dr. Carlos Cólliga, especialista del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega en la sede de Madrid.
Actualmente, el centro se encuentra investigando esta enfermedad con múltiples proyectos. "Además del uso de sistemas de luz pulsada de última generación, tenemos un tratamiento de última generación como es el PRGF, una terapia regenerativa basada en el uso de plasma del propio paciente, y hemos creado unidades de superficie ocular y ojo seco", comenta el Dr. Cólliga.
Una enfermedad progresiva
Para obtener mejorías clínicas más importantes y evitar la evolución progresiva de la enfermedad, el doctor Cólliga señala que "es necesario realizar un diagnóstico previo adecuado y un abordaje multidisciplinar, así como indicar el tratamiento en fases precoces de la enfermedad (antes de que exista atrofia en las glándulas de Meibomio). Por ello -añade- es indispensable acudir periódicamente al oftalmólogo".
El 50% de los pacientes desconocen que sufren esta patología, de ahí que sea clave su diagnóstico y abordaje terapéutico. Para distinguirla, se deben conocer sus síntomas, entre los que se encuentran la sensación de arenilla, visión borrosa, ojo rojo, fotofobia, sensación de picazón y párpados pesados, y una continua necesidad de rascado. En cuanto a las causas de esta patología, pueden ser muy diversas. "Las más comunes son ambientales, uso de pantallas, uso de aire acondicionado, enfermedades sistémicas, entre las cuales destacan las enfermedades autoinmunes, uso de mascarilla, etc.", concluye el Dr. Cólliga.