Los pacientes con Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) en su forma húmeda cuentan ya en España con un nuevo medicamento para tratar esta afección ocular. Se trata del fármaco Brolucizumab cuya comercialización para uso clínico acaba de ser aprobada recientemente en España. El Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla es una de las primeras clínicas en España que está comenzando ya a administrarlo en los pacientes que presentan esta enfermedad de la visión, una de las principales causas de ceguera a nivel mundial.

"Lo más destacado de este nuevo fármaco es su durabilidad. Su tecnología de última generación ofrece mayor duración con intervalos de aplicación de hasta tres meses tras la primera carga inicial", explica el director médico del Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla, el Prof. Francisco Gómez-Ulla.

Este nuevo medicamento supone, por tanto, un paso adelante en el control de la enfermedad, la reducción de la carga asistencial y la adherencia al tratamiento ya que ofrece la posibilidad de establecer un intervalo de dosis más largo, de hasta tres meses, en la mayoría de los pacientes. Este hecho se traduce en que permite reducir la frecuencia de las inyecciones, lo que ayuda a aliviar la carga asistencial y mejorar la calidad de vida de quienes padecen este tipo de DMAE.

El Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla fue uno de los centros que participó en los ensayos clínicos que se realizaron a nivel internacional para evaluar la eficacia y seguridad de este nuevo fármaco en uno de sus brazos de estudio por su liderazgo a nivel mundial en el campo de la retina.

La DMAE es una enfermedad degenerativa que afecta a la mácula que es la zona central de la retina clave para la visión fina de detalles como leer, conducir, reconocer caras, coser, marcar un número de teléfono, etc. Esta patología afecta a personas por encima de los 55 años, aumentando su incidencia con la edad, y es la principal causa de ceguera legal en los países desarrollados por encima de esta edad. Su forma húmeda o exudativa es la menos frecuente de las DMAE, pero es la más agresiva por la aparición de vasos anómalos que provocan una progresión rápida de la enfermedad con pérdida de la visión en la mayoría de los casos.