El COORM da consejos sobre el uso de lentillas en verano

Por eso, aconsejan que se usen lentes de contacto de reemplazo frecuente para evitar infecciones.

04/07/2022

Una de las preguntas más frecuentes durante la temporada estival es si podemos llevar lentillas mientras nos bañamos en la piscina o la playa. Desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia, desaconsejan el uso prolongado de lentes de contacto que sean de reemplazo mensual, trimestral o anual. Debido ...

Una de las preguntas más frecuentes durante la temporada estival es si podemos llevar lentillas mientras nos bañamos en la piscina o la playa. Desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia, desaconsejan el uso prolongado de lentes de contacto que sean de reemplazo mensual, trimestral o anual.

Debido a las bacterias y gérmenes que se encuentran en el agua, esta práctica puede provocar numeroso problemas en la salud visual. Los microorganismos son capaces de adherirse y alojarse en las lentillas, dañando los ojos y generando infecciones de conjuntivitis, así como problemas oculares más graves.

Entre los parásitos presentes en el agua, uno de los más dañinos es la ameba acanthamoeba, la cual puede pegarse a las lentillas e inflamar la superficie ocular. En ocasiones, llega a invadir la córnea. Aunque no es frecuente, también puede ser la causante de queratitis graves, poniendo en riesgo la visión. Algunos síntomas de esta afección son la infección, hinchazón, visión borrosa y sensación de cuerpo extraño.

Respecto a los productos químicos con los que se trata el agua de las instalaciones acuáticas, como las piscinas, estos pueden generar inflamaciones e irritaciones, así como provocar alteraciones en la película lagrimal de los ojos —la fina capa líquida que recubre los ojos y se encarga de mantener la superficie ocular húmeda y transparente—. Además, cuando las lentillas absorben el agua, pueden deformarse, generando molestias, entre las que se encuentra la sensación de tener la visión borrosa.

Las soluciones que proponen desde la COORM

Durante el verano, se deben potenciar el uso de líquidos específicos para el mantenimiento de las lentes de contacto, así como de geles o pastillas, con el objetivo de realizar una desinfección profunda. Antes de aplicar estos productos, recuerda consultar a tu óptico-optometrista de confianza, quien podrá valorar informarte sobre los productos sanitarios que se adapten a tus necesidades.

Utilizar gafas de natación graduadas es otra de las opciones para las personas que emplean lentes de contacto y que quieran mitigar los efectos del calor con un chapuzón. En caso de no querer renunciar a las lentillas, desde el COORM aconsejan el uso de lentes desechables de un solo uso, con las que disminuiremos el riesgo de sufrir problemas oculares.

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