La conectividad, uno de los grandes retos de los audífonos del futuro

El número de personas con pérdida auditiva puede aumentar más de 1,5 veces durante las próximas tres décadas, y es probable que más de 700 millones de personas experimenten un nivel moderado o alto de pérdida auditiva. Si no se atiende, puede afectar a muchos aspectos de la vida. Hoy, gracias a la tecnología e innovación, los audífonos son la mejor medida para paliar los efectos de esta pérdida.

22/07/2022

Los umbrales auditivos superiores a 20 decibeles medidos mediante audiometría denotan pérdida auditiva clínica. Hoy, más de cinco millones de españoles la sufren. En España, únicamente el 6% de estas personas lleva audífonos. Los motivos de este bajo porcentaje son que muchos ciudadanos desconocen que exista una solución a su ...

Los umbrales auditivos superiores a 20 decibeles medidos mediante audiometría denotan pérdida auditiva clínica. Hoy, más de cinco millones de españoles la sufren. En España, únicamente el 6% de estas personas lleva audífonos. Los motivos de este bajo porcentaje son que muchos ciudadanos desconocen que exista una solución a su problema, otros no saben que tienen ninguna patología y algunos se niegan a usar audífonos por razones estéticas. Y eso que, según un estudio llevado a cabo por el Grupo Audika y YouGov, aquellas personas que usan audífonos tienen tres veces más posibilidades de ser felices que los que no lo usan.

En cambio, si no se atiende, la pérdida auditiva puede afectar negativamente muchos aspectos de la vida: la comunicación, el desarrollo del lenguaje y el habla en la niñez, la cognición, la educación, el empleo, la salud mental y las relaciones interpersonales. Es decir, tener pérdida auditiva puede derivar en aislamiento, soledad, irritabilidad, ansiedad…

Y no solo es un problema que necesita una urgente solución en España, teniendo en cuenta, además, que muchas infecciones crónicas del oído se pueden prever o tratar. Aunque la pérdida auditiva no debería estar estigmatizada, aún muchas personas consideran que se relaciona con el envejecimiento precoz de la persona y con una posible demencia. La pérdida auditiva afecta, actualmente, a más de 1.500 millones de personas en todo el mundo, según el Informe Mundial sobre Audición, publicado hace unos meses por la OMS. Dicho estudio estima que, para 2050, casi 2.500 millones de personas vivirán con algún grado de pérdida auditiva, de las cuales al menos 700 millones necesitarán servicios de rehabilitación.

Hoy día, ya son alrededor de 430 millones de personas las que requieren esta rehabilitación. La buena noticia es que es posible mejorar la vida de la mayoría de las personas que tienen pérdida auditiva con soluciones tecnológicas y clínicas innovadoras y costo-efectivas. Millones de pacientes ya se están beneficiando de estos avances. El éxito de un buen tratamiento reside, según los expertos, en la combinación de la tecnología con estrategias de salud pública diseñadas para que estos beneficios lleguen a todas las personas.

Los avances tecnológicos

Los problemas de audición han afectado desde siempre a la población. Con el paso de las décadas, se han buscado nuevas soluciones adaptadas a cada época hasta llegar a los actuales, y modernos, audífonos que son, en la mayoría de casos, auténticos mini-ordenadores de alta tecnología. Así, la tecnología auditiva, como los audífonos y los implantes cocleares, se posiciona como una herramienta eficaz, que no cesa de avanzar, y la OMS recuerda que puede beneficiar tanto a niños como a adultos. Sin embargo, señala que es esencial que su uso vaya acompañado de servicios de apoyo adecuados y terapia de rehabilitación para obtener los mejores resultados. La aplicación de las prótesis auditivas, sin duda, solventaría los problemas de audición, pero también mejoraría la calidad de vida del paciente con sordera.

Actualmente, los dispositivos se caracterizan por ser ultraligeros, fáciles de colocar y muy discretos. Reducen el ruido de forma muy efectiva y se ajustan a la mayoría de tipos de pérdida auditiva. Están compuestos por un pequeño ordenador programable que consigue amplificar millones de señales sonoras con mucha precisión. Así, logran mejorar la capacidad de audición de las personas con deficiencia auditiva. La Inteligencia Artificial forma parte de los nuevos audífonos y permite al usuario ajustar el sonido y adaptarlo a como quiera escuchar.

Pero, ¿cómo serán los audífonos del futuro? Seguirán avanzando a un ritmo trepidante y deberán solventar cuestiones como la duración de carga de sus baterías, que se autorregulen de manera eficaz y automática, o que permitan que los usuarios puedan gestionarlos más y mejor. Es decir, que los audífonos más modernos permitan sincronizar información como la carga de batería o el nivel de decibelios a través de un smartphone. La conectividad será, sin duda, uno de los desafíos más importantes. Existen ya algunos modelos de audífonos capaces de monitorear la actividad física y registrar aspectos como la presión arterial o la temperatura corporal. La detección de caídas es otra de las innovaciones que proponen algunos audífonos modernos y sobre la que se seguirá investigando en los próximos años.

El riesgo de los más jóvenes

Uno de los principales retos actuales, en cuanto a la salud auditiva, se centra en la población infantil y juvenil. Un estudio de la Asociación Nacional de Audioprotesistas destaca que los problemas auditivos empiezan cada vez antes. De hecho, señala que un 13,3% de personas con pérdidas auditivas tiene entre 18 y 55 años; y un 14,5% entre 55 y 64 años. En este sentido, la OMS alerta de que más de 1.000 millones de jóvenes corren el riesgo de sufrir una pérdida auditiva evitable debida a la exposición a altos niveles de ruido durante sus actividades de ocio. La música debe escucharse, por ejemplo, siempre por debajo de los 85 decibelios, según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de la Cabeza y Cuello, y nunca por encima de los 100 decibelios. Usar auriculares para escuchar música a un volumen demasiado alto es ya una causa habitual de los déficits de audición en los adolescentes. Pero, además de vigilar el volumen, aconsejan vigilar el tiempo que ese ruido excesivo llega a los oídos de los más jóvenes.

En este sentido, es necesario impulsar la detección precoz de trastornos auditivos entre niños y adolescentes. Uno de los más comunes es la hipoacusia infantil; es decir, la pérdida auditiva en niños originada por la alteración del oído externo, medio o interno. Esta patología debe ser diagnosticado en los primeros meses de vida para adecuar el mejor tratamiento a cada menor. Los niños con pérdida auditiva necesitan un impulso para poder tener acceso a sonidos, palabras y ruidos que les ayuden en su desarrollo y crecimiento. Por eso, el papel de las nuevas tecnología se torna crucial en estas edades. En este trastorno, como en los casos de sordera profunda bilateral, los expertos recomiendan el implante coclear (IC).

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