Según David Piñero, profesor titular del Departamento de Óptica, Farmacología y Anatomía de la Universidad de Alicante, la celebración de eventos como el Programa de Desarrollo Profesional Pdps 2022 de Alcon es súper importante porque "a veces, en la práctica clínica, tienes multitud de pacientes, muchas horas de trabajo y nos dejamos llevar por la dinámica y nos olvidamos de aspectos importantes que hay que tener en cuenta" por lo que "recurrimos siempre a lo fácil que es cuando tenemos un conflicto". En contraposición, "debemos aprender a analizar, a usar nuestros recursos, nuestros conocimientos para poder mejorar". Básicamente, "no necesitamos grandes tecnologías, lo que necesitamos es la mejor tecnología que tenemos, nuestro saber hacer y este evento lo potencian".

La particularidad que tiene una lente tórica, según Piñero, "es que es una lente que debe ser estable". Y, en ocasiones, "nos cuesta mucho evaluar esa estabilidad, puesto que solo la centramos en que la lente rote". Y no solamente es que rote, "sino que oscile, porque sino eso va a generar fluctuaciones de agudeza visual importante y el paciente va a estar descontento y va a querer desechar la lente, no seguir con ella". En relación con la situación actual de la lente tórica en el sector, Piñero ha considerado que "se utiliza bastante". Y ha añadido: "Yo creo que sí, que se adapta bastante, pero también, en mi opinión, abusamos mucho de los retoques en la solicitud y petición de muchos clientes, porque la lente rota, porque la lente no es estable y quizás, y es un poco por lo que va esta charla, necesitamos una serie de guías para que evitemos eso, porque eso al paciente al final le cansa y le fatiga".

Particularidades de la lente tórica

Aunque Piñero ha reconocido que, aunque desconoce si existen porcentajes sobre mejora de astigmatismo con la lente tórica, lo que sabe es que "un paciente con lente tórica puede alcanzar la máxima agudeza visual". Y ha enfatizado que lo importante es "hacer una buena adaptación". Y ha añadido: "No creo que haya ningún paciente a día de hoy que no se pueda corregir con lente tórica; incluso hay laboratorios que tienen potencias extremas".

En consecuencia, ha considerado que posiblemente sea uno de los mejores tratamientos posibles para tratar el astigmatismo. "Siempre que hagamos una buena adaptación, porque está claro que en gafa tú vas a tener la estabilidad de la lente, que con lente de contacto es lo que te puede faltar y tienes que trabajarlo para que no falte, pero a día de hoy puede ser perfectamente la mejor opción", ha explicado.

Las lentes tórica se utilizan exclusivamente para corregir el astigmatismo. "Lo que tenemos son distintos diseños en función de donde es la fuente del astigmatismo". Y ha ejemplificado: "Si es un astigmatismo corneal, si es un legítimo interno, incluso si es un astigmatismo irregular, que ya supondría algo mucho más complejo, pero en principio sirve para compensar el astigmatismo en todas sus vertientes".

En relación con las ventajas de las lentes tóricas, Piñero ha mencionado "la posibilidad de ir sin gafas teniendo muy buena visión". En este sentido, "a día de hoy son materiales muy cómodos, los laboratorios han hecho una labor de desarrollo espectacular y a día de hoy tenemos de todo para conseguir acertar". Desventajas es que "es una lente que si no está completamente estable el resultado es malo". Es decir, "una lente que rota, que no está estable, nos puede producir problemas de fluctuación visual, de una visión no del todo satisfactoria, de incomodidad".

Adaptación, estabilidad y factores anatómicos

El proceso de adaptación es vital en el caso de las lentes tóricas. Según Piñero, "en una lente teórica el hecho de que se produzca un pequeño giro lo que hace es disminuir la eficacia del poder de corrección". Pierde poder de corrección y, si encima si oscila, "ya no es que pierda poder, es que encima me marea porque la corrección no es estable". Por eso mismo, "es especialmente importante en este caso, en todas las lentes es importante la adaptación, pero en las tóricas especialmente".

El diseño influye mucho en la estabilidad de las lentes tóricas, una de las cuestiones que Piñero ha tratado en su ponencia, haciendo un repaso de todos los sistemas de estabilización que hay en el mercado, "porque cada uno tiene un principio diferente y, en función del caso que tú tengas delante, puede ocurrir que un sistema de estabilización no sea eficaz y el otro sí". Por eso, a veces, "cuando no conseguimos de ninguna manera estabilizar una lente tórica, vemos que hemos cambiado parámetros, no estabilizamos, hay que plantearse sinceramente que hay un cambio de diseño y no pasa nada". Por suerte, "todos los laboratorios tienen distintos sistemas de estabilización en distintas lentes, para que puedas tener acceso a todas".

Por otro lado, los factores anatómicos también influyen en la estabilidad de las lentes tóricas, especialmente el párpado. "El párpado es uno de los problemas en las lentes tóricas, porque dependiendo de cómo sea, cómo esté, digamos, la posición de la apertura para quebrar y cómo traccionen en sus párpados, puede generar que la lente, incluso por mucho que nosotros intentamos estabilizarla, rote". Porque, en casos con ciertas peculiaridades a nivel del párpado, "quizás es recomendable utilizar sistemas de estabilización mucho más potentes, porque sabemos que la lente va a tener más tendencia a rotar en el sentido incluso de las agujas del reloj o del sentido contrario", ha concluido.