"Ver de cerca y el abuso de pantallas de luz artificial están aumentando los casos de miopía"

Además, desde el colegio de ópticos-optometristas de Galicia aseguran que las nuevas tecnologías están jugando un papel clave en la profesión, pero siempre como herramientas de ayuda. Es decir, según el presidente de la entidad, son importantes, pero nunca deben sustituir el trabajo presencial de los ópticos optometristas.

09/11/2022

Eduardo Eiroa encabeza desde hace más de una década el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia que cuenta con más de 1.200 colegiados que ejercen su labor en cerca de 800 establecimientos en la comunidad. Nacido en A Coruña en 1956, Eiroa es un apasionado de su profesión y se define ...

Eduardo Eiroa encabeza desde hace más de una década el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia que cuenta con más de 1.200 colegiados que ejercen su labor en cerca de 800 establecimientos en la comunidad. Nacido en A Coruña en 1956, Eiroa es un apasionado de su profesión y se define como una persona coherente y sensata. La formación es, para él, una de las acciones e iniciativas más importantes que se lleva a cabo desde la entidad que preside. Siempre que se prepara el programa formativo de cada curso "se tiene en cuenta tanto la demanda de los colegiados como la prestación sanitaria que se desarrolla en nuestra profesión", explica Eduardo Eiroa, presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia. Y es que la sociedad está cambiando y, con ello, la salud y, cómo no, también el cuidado de la salud visual. Asimismo, Eiroa tiene claro que los objetivos de un colegio profesional deben ser siempre "la defensa de la profesión, de los profesionales" y, además, debe colaborar activamente "a mantener una formación continuada y de calidad". Algo fundamental en una profesión sanitaria. Así, el gallego, en su día a día, de lo que más disfruta es de "la relación con los compañeros y, sobre todo, de trabajar para aportar algo positivo para el progreso de nuestra profesión".

El papel de un óptico optometrista en el cuidado de la salud visual de la sociedad es clave. Para ello, Eiroa entiende como indispensable, precisamente, esa "buena formación". En este sentido, el presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia recuerda que las competencias que se deben adquirir durante los estudios sirven para "demostrar las capacidades para actuar como primer agente de atención primaria visual". Según él, esta debe ser la principal función de este perfil, siendo los ópticos optometristas profesionales independientes que "deben colaborar con los demás profesionales sanitarios".

Actualmente, en esta formación entra en juego la adaptación y comprensión de las nuevas tecnologías que "están teniendo un papel cada vez más importante en la industria sanitaria". Los conceptos de e-salud están aquí para quedarse y, en los últimos dos años debido a la crisis de la Covid-19, han dado un salto gigantesco en su desarrollo. Por ejemplo, cierta tecnología ya permite detectar problemas visuales y tratarlos antes de que la sintomatología sea la única señal de la patología. Aún así, Eduardo Eiroa recuerda que las innovaciones y nuevas tecnologías deben entenderse "como herramientas de ayuda, no como sustitutivas de la actuación presencial", que para él resulta "esencial en el trabajo del óptico optometrista". Por ello, aunque en 10 o 15 años la tecnología será muy diferente a la actual, opina que la labor de estos profesionales será la misma: "Ser el primer agente sanitario al cuidado de la salud visual de la población tanto en el ámbito privado como público". Para adaptarse, de todas maneras, a las nuevas maneras de trabajar, un óptico optometrista debe prepararse para el futuro. Para ello, deberá formarte en "todo lo relacionado con la atención sanitaria potenciando materias como la patología, la farmacología, etc." De nuevo, la formación.

Más horas al aire libre

Después del verano se retoman las rutinas de muchos estudiantes y profesionales. ¿Es un buen momento, entonces, para realizar una revisión completa de la visión? Desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia creen que sí. Recuerdan que las revisiones de la visión deben realizarse a lo largo de toda la vida y que no debería pasar más de uno o dos años sin hacer un examen visual completo. "Deben realizarse, además, siempre que el paciente note alguna molestia o alteración en su visión y, sí, después del verano cuando se va a retomar la actividad escolar o laboral, también", consideran. Es la mejor manera de saber si la visión "se encuentra en buenas condiciones para afrontarla".

Se ha producido una transformación radical en los usos de la visión y esto ha provocado repercusiones en la salud visual. Con la digitalización del estudio, del trabajo y del ocio, Eiroa alerta de que "se está incrementando el uso de la visión en distancias cortas mirando pantallas con luz artificial". Para él, no son las condiciones más naturales para la vista que "ha evolucionado en un ambiente de luz solar reflejada". Es usar la vista contra natura y esto afecta a la visión. Algo que, además, se vio agravado por la pandemia: teletrabajo, abuso de pantallas, imposibilidad de salir a la calle, etc. Estos datos son aún más graves si cabe entre los menores. De hecho, uno de cada tres escolares tiene problemas de visión.

En los últimos años, se ha detectado en los niños y jóvenes un aumento del 20-25% de problemas de visión de lejos y entre un 5 y un 10%, de cerca. El presidente de la delegación gallega asegura, además, que "el incremento de la miopía va ligado al desarrollo de los países". Y la miopía es, precisamente, uno de los problemas que más ha aumentado entre los más pequeños de la casa. Se ha demostrado en diversos estudios que "los niños que pasan menos tiempo al aire libre tienen una mayor progresión de este defecto refractivo". Y el miope acaba adaptándose a la visión de cerca, perdiendo visión de lejos.

Precisamente los jóvenes, al ser los que usan de manera intensiva y extensiva los dispositivos digitales, son los más afectados por sus consecuencias. El 90% de los adolescentes entre 18 y 29 años, según un estudio de Cooper Visión, usa dispositivos digitales unas nueve horas al día y acusa síntomas de fatiga visual y sequedad ocular. En estos casos, "recomendamos que alternen el tiempo que pasen delante de las pantallas con las actividades al aire libre, en espacios abiertos y con luz natural". Asimismo, es importante que los estudiantes se sometan a una revisión anual de su visión por un óptico-optometrista que les puede proporcionar "tanto ayudas ópticas como las técnicas de reeducación visual que sean necesarias".

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