La salud auditiva es clave para una vida plena. Por eso, falsas creencias como que no pasa nada si se tiene pérdida en la audición o que los audífonos hacen parecer mayor a quien los lleva, perjudican a ese 20% de la población mundial que sufre algún tipo de déficit auditivo. Con motivo del Día Mundial de la Audición, que se celebra cada 3 de marzo, Oticon ha presentado este jueves en Madrid el decálogo `Cómo vivir en la onda: mitos sobre la audición y los audífonos´ elaborado con apoyo de Clínica Universidad de Navarra.

Esa desinformación acarrea además un retraso en el diagnóstico de la pérdida auditiva, obstruyendo el acceso de los potenciales usuarios a tratamientos y equipos que mejorarían sustancialmente su calidad de vida. Como ha indicado José Luis Blanco, jefe de audiología de Oticon, la solución más habitual suele ser el audífono, que "ahorraría muchos otros problemas relacionados con el deterioro cognitivo y las relaciones sociales y laborales". También ha alertado que a día de hoy sigue habiendo "mucha desinformación", lo que está limitando la mejora en la calidad de vida de los afectados por esta.

El papel de los expertos, y el de los audiólogos, es clave para evitar que esos prejuicios se asienten en el imaginario colectivo. Por eso, durante el evento celebrado en el espacio Loop 21, los ponentes han insistido tanto en la prevención como en aumentar el acceso a la información para detectar señales de la pérdida auditiva y los tratamientos que tienen a su disposición. Preocupa en especial que más de la mitad de los españoles afirme no tener suficiente información sobre cómo cuidar su audición ni son conscientes del riesgo al que se exponen, según el estudio `Escuchar para cambiar el mundo: la importancia de la audición en España´, impulsado por la compañía.

Sobre todo, porque estos problemas serán un asunto que recobre gran importancia en unos años, cuando la población joven expuesta a niveles de sonido excesivos y prolongados empiece a presentar problemas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que podrían ser más de 1.000 millones de habitantes entre 12 y 35 años. Para el audiólogo de Clínica Universidad de Navarra, Javier Santos, es cada vez más habitual que acudan "personas a edades más tempranas" con pérdida auditiva, entre otros motivos, por la costumbre de escuchar música "a volúmenes excesivos o en espacios recreativos como clubes nocturnos, bares, conciertos, etc.".

Otro de los mitos muy extendidos tiene que ver con que perder audición es algo irreversible debido al envejecimiento. Y, aunque este "influye" reconoce Santos, el cambio en los estilos de vida expone a la población a diario "a una cantidad de ruido que está dañando nuestra audición". Tal como se señala en el decálogo, la pérdida auditiva se puede prevenir "si se siguen unas adecuadas medidas de protección frente al ruido", como evitar la exposición a estos volúmenes excesivamente altos durante un tiempo prolongado.

Sin dejar de lado tampoco el necesario uso de los dispositivos adecuados. Bien lo sabe Francisca Castellanos, paciente y usuaria de audífonos que ha participado en el evento compartiendo su historia y "el antes y el después" que supuso para ella empezar a llevarlos.

Quienes se niegan a ponérselos pueden desarrollar una serie de problemas que afecten a su calidad de vida. En niños, ha explicado Santos, en forma de retrasos en la "adquisición del lenguaje y en su desarrollo", mientras que en adultos aceleraría "el deterioro cognitivo y conducir a aislamiento social, depresión, ansiedad y estrés". Además, según datos recopilados por Oticon, el riesgo de sufrir demencia se multiplica por cinco para la pérdida auditiva de severa a profunda (que afectaría al 5,5% de la población mundial), por tres para la pérdida auditiva moderada y por dos para la pérdida auditiva leve.

Se demora el uso de audífonos

Los expertos denuncian además que suele demorarse el uso de audífonos hasta que la pérdida auditiva es grave. Según Oticon, hasta uno de cada cinco españoles reconocen que esperarían a que el problema en su audición realmente fuera un problema para ponerse un dispositivo que sigue estando estigmatizado. Como ha señalado Blanco, todavía se ve como algo que hará "parecer mayores" o incluso se aprecian como elementos que pueden "aumentar la pérdida auditiva, que son incómodos y difíciles de usar y que van a dificultar la audición en determinados lugares".

"Pero lo cierto es que hoy en día incorporan las más novedosas tecnologías y los más innovadores diseños que los hacen unos dispositivos modernos, cómodos, casi invisibles, adaptables a distintas situaciones sonoras como puede ser la asistencia al cine o al teatro, la experiencia de un concierto o seguir una conversación en un restaurante", ha desgranado el portavoz de Oticon.

En cualquier caso, acudir al centro óptico o audiológico para realizarse revisiones periódicas es el principal consejo que han compartido los profesionales para detectar precozmente cualquier patología relacionada con la audición. En paralelo, permitirán hacer más sencillo el proceso de uso de un audífono, tanto "para facilitar su empleo" como en "su mantenimiento".

Superan el tercio de los españoles los que confiesan no haberse revisado nunca la audición y, en especial, entre jóvenes de la generación Z, según el mencionado estudio de Oticon. Entre estos últimos es cada vez más habitual la aparición de tinnitus, un síndrome muy molesto caracterizado por un pitido temporal o permanente que puede aparecer ante la exposición a ruidos muy intensos, como conciertos o explosiones, y también por el uso de determinados fármacos. Sobre esta patología pesa la falsa creencia de que son solo las personas con problemas auditivos quienes lo padecen.