Gafas deportivas, esenciales ante el sol y posibles impactos

Al elegir unas gafas de sol para hacer deporte no todo vale. Deben protegernos de las radiaciones solares, pero también de posibles impactos generados por la práctica de ese ejercicio. Cada deporte necesita un modelo específico, en función de cómo y dónde se realiza.

21/09/2021

Con la llegada del buen tiempo, pasamos más horas al aire libre. No solo paseando, tumbados en la playa o en una terracita tomando algo, sino practicando nuestro deporte preferido. Y, aunque pueda resultar obvio que, estando expuestos al sol, deberíamos proteger nuestros ojos con gafas de sol, no siempre ...

Con la llegada del buen tiempo, pasamos más horas al aire libre. No solo paseando, tumbados en la playa o en una terracita tomando algo, sino practicando nuestro deporte preferido. Y, aunque pueda resultar obvio que, estando expuestos al sol, deberíamos proteger nuestros ojos con gafas de sol, no siempre es así. Muchas veces se practica deporte sin protección ocular y otras muchas se hace con las gafas inadecuadas.

La asociación de utilidad pública Visión y Vida recuerda que el 2% de las lesiones oculares que reciben los profesionales de la visión se producen mientras se practica algún deporte, y el 90% de éstas podría haberse evitado si el paciente se hubiese asesorado previamente y hubiese utilizado las gafas correctas.

Con la llegada del verano, es imprescindible protegerse de las radiaciones solares, pero más allá de la exposición al sol, también es importante proteger los ojos de otros elementos, como partículas u objetos que pueden impactar en los ojos durante la práctica de deporte.

Lesiones más comunes al hacer deporte

Hablamos de lesiones como los traumatismos por golpes directos en el ojo, de hemorragias producidos por el golpe, lesiones superficiales en la córnea, inflamaciones de la conjuntiva, lesiones por la sobreexposición a la radiación UV e incluso desprendimiento de retina, como las lesiones más frecuentes.

Problemas fácilmente evitables si se utilizan las gafas adecuadas, tanto si necesita graduación como si no. Los avances en este campo permiten que se pueda graduar la mayoría de gafas deportivas o combinarlas de forma sencilla con sus lentillas. Por lo que no hay excusa para no utilizarlas.

A rasgos generales, las gafas de sol deportivas deben cumplir con una serie de características. Lo primero es que no deben alterar la calidad de las imágenes ni la visión de los colores. Las lentes deben abarcar un campo de visión amplio sin presentar efectos prismáticos ni tener deformaciones. Deben eliminar la radiación ultravioleta (UV). Ser resistentes a posibles impactos y estables frente al calor. Y, por supuesto, ser cómodas y ligeras.

En este sentido, la gran mayoría de gafas de sol deportivas están realizadas con el frente de acetato, por su resistencia a los impactos. Mientras que las varillas es mejor que sean de goma para lograr un mayor agarre y flexibilidad. Es recomendable también que tengan curvatura, es decir, que sean envolventes para conseguir una mayor protección lateral.

Un filtro según sea el deporte

Respecto a los filtros, todas deben llevar la protección UV y, dependiendo del tipo de deporte a practicar, un color de la lente que le permita al deportista una mejor visión de entorno. Así por ejemplo, el filtro marrón mejora la percepción del contraste y, por tanto, es mejor para deportes de invierno, el golf o el tenis. Mientras que el filtro amarillo aumenta el contraste de la luz cuando hay condiciones meteorológicas adversas, perfectas para la práctica del running o el ciclismo. Para los deportes náuticos, lo mejor es un filtro gris que transmite la luz de una forma uniforme.

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