María Valdivia Muñoz tenía claro que quería estudiar algo de ciencias y que tuviera salida. Así que, cuando su madre le habló de la carrera de óptica, lo tuvo claro. "Cuando yo empecé óptica en 2003, todavía había mucha demanda de ópticos. Es más, termine la carrera en junio de 2006, y en setiembre, ya estaba trabajando", comenta.

Lleva desde hace 16 años como óptica en la misma empresa, Federópticos Guerrero Ruiz en Ceuta. En todo ese tiempo, considera que, "mi experiencia, haciendo balance, es grata". Aunque no toda ha sido bueno. "Hasta ahora han cambiado cosas para bien y otras no tanto", afirma. No obstante, "lo que más valoro de mi profesión, a pesar de que no estemos muy reconocidos, es nuestra labor en la salud ocular de las personas", explica.

Su especialidad es la contactología. "Además de graduar a diario, estoy especializada en Orto-K, un tratamiento específico para el control de la miopía con unas lentes de contacto especiales nocturnas, y en lentes de contacto esclerales para determinadas patologías oculares", comenta.

En sus 16 años de experiencia, ha tenido varias anécdotas con sus pacientes. En particular, recuerda "una señora que vino diciendo que, desde que se había puesto las lentes de contacto, estaba viendo como doble. Al revisarla, me di cuenta que llevaba puestas dos lentes de contacto en el mismo ojo", explica.

Respecto a las novedades y adelantos de la optometría en los últimos años, esta óptica de Ceuta destacaría "los que hay en relación a la miopía en niños, ya que, hoy en día, hay muchos medios para poder controlarla", apunta. Aunque también lamenta lo poco que se valora su profesión en los últimos tiempos, por lo menos en tienda. A este respecto, asegura "nuestra profesión por desgracia, por lo menos en tienda, se ve así, como una simple tienda". Aunque también comenta "poquito a poco nos vamos metiendo en la sanidad privada, pero todavía hay gente que no valora nuestra labor".

No tiene muy claro hacia dónde se dirige su profesión, pero asegura taxativamente que "somos muy necesarios, ya que hoy en día con el uso de tanta tecnología, nuestros ojos necesitan un buen cuidado. Y qué mejor que un óptico optometrista para ayudar en el bien ocular y en la salud visual", asevera.

Lo que sí que tiene claro es lo que debería cambiar en mundo de la óptica. "Lo primero que tendría que cambiar es que se nos reconociera como sanitarios de la salud ocular, no como simples vendedores", afirma. Para añadir, "hoy en día, por desgracia, puedes conseguir gafas graduadas, lentes de contacto y gafas de sol sin la supervisión de un óptico optometrista. Así que está claro que se nos debería valorar más nuestra labor", concluye.