Jesús Paniagua González es un joven óptico que finalizó el grado de Óptico-Optometrista el año pasado en Sevilla, y actualmente trabaja en Ulloa Ópticos de Córdoba, donde poco a poco va labrándose en esta profesión. Decidió ser óptico "porque sentía gran curiosidad por la física y la sanidad", explica.

En su día a día en Ulloa Ópticos, Jesús lleva a cabo "todo el trabajo requerido por un óptico-optometrista, adaptando también prótesis oculares", afirma. El trabajo en Ulloa Óptico nos es diferente al de cualquier otro establecimiento óptico: "Comprobación de gestión que haya quedado pendiente del día anterior, se atiende a los clientes/pacientes que acuden para adquirir algún producto, se realizan pruebas y revisiones visual-auditivas o se realizan presupuestos", cuenta Jesús.

"La mayoría de las personas que acuden a la óptica vienen para subsanar sus errores refractivos, llevándose lentes oftálmicas o lentes de contacto", explica. Haciendo hincapié que "en nuestra óptica el área más demandada es la adaptación de cristales monofocales y progresivos", puntualiza.

Para Jesús Paniagua lo que más valora de esta profesión es "el trato sanitario que se les da a los pacientes, junto al trato comercial que se les da a los clientes". Precisamente, ese trato sanitario es uno de los aspectos que él considera que ha ido cambiando con los años. En este sentido, afirma que "la profesión de óptico-optometrista ha ido creciendo en consideración en los últimos años, ya que hemos ocupado un puesto mejor valorado en sanidad".

Un claro ejemplo es el cambio en la percepción de los clientes hacia el sector desde el Covid-19. Para este óptico "la pandemia ha dado un giro en esta percepción desde el primer momento, ya que se nos ha considerado un establecimiento de primera necesidad", explica.

Respecto a los avances y novedades del sector óptico, Jesús lo tiene claro. Han habido muchos y variados, "como los filtros para proteger la retina, lentes especiales para el control de la miopía….Y, por supuesto, los avances y actualizaciones, tanto del material optométrico, como del oftálmico", constata.

Con todos estos avances a su alcance, el óptico de Ulloa Ópticos considera que la profesión "se encamina hacia la corrección de errores refractivos con otros métodos". Unas técnicas que servirán para ayudar a estos profesionales a tratar problemas cada vez más comunes. Y como ejemplo, habla de futuros métodos que ayuden a "ralentizar el crecimiento de la miopía".

Más allá de esos progresos ópticos, Jesús considera que, a nivel profesional, "uno de los grandes cambios que debería haber en nuestra profesión sería que se nos valorase como al resto de sanitarios. Aunque tengamos nuestra vertiente comercial", apuntilla.