Federópticos apuesta por los cristales reducidos para las gafas graduadas

A partir de 2 dioptrías en errores refractivos como la miopía, hipermetropía o astigmatismo, comenzamos a hablar de una dioptría elevada. Para tratarla, las lentes precisan un mayor grosor. Es entonces cuando el profesional puede aconsejar aplicar una reducción a las mismas.

05/10/2023

Corregir los problemas de refracción más habituales, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, es posible gracias a las gafas graduadas. Las lentes graduadas pueden corregir incluso las dioptrías altas debido a las, cada vez mejores prestaciones de las lentes. Hace unos años se hacían con vidrio, pero hoy ...

Corregir los problemas de refracción más habituales, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, es posible gracias a las gafas graduadas. Las lentes graduadas pueden corregir incluso las dioptrías altas debido a las, cada vez mejores prestaciones de las lentes. Hace unos años se hacían con vidrio, pero hoy la mayoría son de materiales orgánicos. Esto hace posible que se puedan aplicar diferentes tratamientos para conseguir mejores resultados y hacer posible una visión más confortable. Los cristales reducidos para las gafas graduadas son ideales para las personas con dioptrías elevadas. Si es tu caso, esto te puede interesar.

Cristales reducidos para las gafas graduadas

Las lentes reducidas son lentes cuyo grosor se puede reducir. El objetivo de la reducción es lograr unas gafas más ligeras y por tanto más cómodas para el usuario. Las lentes gruesas pesan más y terminan por dejar la marca de la montura especialmente sobre la nariz. Además las lentes gruesas son antiestéticas. Seguro que en más de una ocasión hemos oído hablar de las lentes "culo de vaso". El grosor de las lentes produce una deformación de la forma en la que se ven los ojos (suelen verse más pequeños). En algunos casos esta circunstancia puede parecer simpática por el aspecto "desvalido" o anacrónico que ofrece la persona. De hecho, algunos humoristas las utilizan para recrear personajes de avanzada edad.

Por su parte, las personas que utilizan gafas graduadas con lentes gruesas ven los objetos de su alrededor ligeramente deformados, lo que les resta precisión y sobre todo, seguridad.

A partir de 2 dioptrías en errores refractivos como la miopía, hipermetropía o astigmatismo, comenzamos a hablar de una dioptría elevada. Para tratarla, las lentes precisan un mayor grosor. Es entonces cuando el profesional puede aconsejar aplicar una reducción a las mismas.

El grosor de una lente está directamente relacionado con el índice de refracción de los cristales. Cuanto mayor sea el índice, más delgado será el cristal.

Confort visual de las lentes reducidas

Las lentes reducidas están realizadas con materiales orgánicos, que son más ligeros. Por eso proporcionan un mayor confort visual.

A mayor graduación se recomienda una reducción mayor. No obstante, son los profesionales, ópticos-optometristas, los que pueden indicar, en función de las dioptrías de los ojos y otras circunstancias, la conveniencia de utilizar lentes reducidas y el índice de grosor que podría aplicarse.

Este tipo de lentes, por sus características físicas, suelen ofrecer una mayor dureza. Pero además se les puede aplicar un tratamiento endurecedor que ofrece muy buenos resultados en la manipulación de las lentes, alargando su vida útil en perfectas condiciones.

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