Rafael Labat Escalante, de Óptica Cantabria de Cabezón de la Sal (Santander), no había oído nunca hablar de la carrera de óptico, porque en esa época la gente pensaba que era una rama de medicina. Hasta que, en una comida familiar, una amiga de su hermana, que la estaba estudiando, "me contó cómo era y cuál era su desempeño. Fue una revelación. Lo curioso del caso es que ella nunca se dedicó a nuestra profesión, y yo llevo un montón de años", comenta.

Rafael Labat intenta "cada día seguir siendo óptico optometrista. Pero, al ser una óptica pequeña, cada vez tenemos que dedicarnos más a la gestión. Cosa para la que no nos han preparado", explica. No obstante, en Óptica Cantabria "intentamos realizar una óptica integral para satisfacer las demandas de nuestros pacientes, ya que para nosotros es muy importante el trato de confianza con ellos", afirma.

Unos clientes que en ocasiones han sido ilustres. "Hace unos años vino un señor preguntando por nuestro horario y si podíamos esperar a una señora que venía un poco justa de tiempo. Al llegar la señora, la reconocimos. Era la Infanta Doña Cristina de Borbón, tía del rey Juan Carlos I. Fue muy amable y pidió mil disculpas por lo ocurrido", explica.

Y unos clientes que le aportan lo que más valora de su profesión. "El trato con los pacientes-clientes, por la cercanía y humanidad que tenemos con ellos. Y ellos hacia nosotros", asevera. Una profesión que, en palabras de este óptico optometrista, "ha pasado de ser una profesión eminentemente técnica, a una profesión sanitaria, donde prima cada día más esta última realidad".

Algo que se ha visto incrementado tras la pandemia, ya que desde entonces "ha habido un gran cambio", asegura. Los clientes, añade, "nos perciben mucho más como sanitarios de atención primaria visual, muy cercanos. Es decir, primero vienen a consultarnos sus dudas, para posteriormente, acudir a otros profesionales".

Respecto a las novedades y adelantos que destacaría de la optometría de los últimos años, Rafael Labat lo tiene claro. Para él, "todos los avances en control de la miopía, tanto en lentes de contacto, como en lentes oftálmicas. Con lo que conlleva de desarrollo de instrumentación técnica", afirma.

En relación con hacia dónde se dirige el mundo de la óptica en el futuro, considera que hacia "una integración en equipos multidisciplinares sanitarios, trabajando conjuntamente con ellos", afirma. Mientras que cree que lo que debería cambiar en su profesión es "el mercantilismo tan desaforado de los grupos de inversión óptica", concluye.