Miopía, una visión borrosa cada vez más común

Según un informe de la OMS en 2019, un tercio de la población mundial sufre de miopía y unos 400 millones de personas padecen la versión más compleja de esta patología: la miopía magna, un trastorno que predispone a sufrir complicaciones como el desprendimiento de retina, glaucoma, hemorragia macular o cataratas, entre otras.

16/11/2021

La miopía es la causa principal de pérdida visual de lejos en jóvenes y adolescentes, aunque afecta a toda la población. Este defecto refractivo dificulta enfocar los objetos que están lejos, por lo que se da una visión borrosa debido a que las imágenes se forman antes de llegar a ...

La miopía es la causa principal de pérdida visual de lejos en jóvenes y adolescentes, aunque afecta a toda la población. Este defecto refractivo dificulta enfocar los objetos que están lejos, por lo que se da una visión borrosa debido a que las imágenes se forman antes de llegar a la retina. La Asociación Visión y Vida alerta de unas preocupantes cifras en torno a esta disfunción. En 2010, se estimaba que el 27% de la población de todo el mundo era miope. Ahora se cree que en 2050 este porcentaje alcanzará el 52%. La progresión de la miopía hasta valores altos se relaciona con patologías que amenazan la salud ocular. Entre ellas, el desprendimiento de retina, problemas vasculares, glaucoma y maculopatías.

Hoy día, un especialista visual puede detectar la miopía y otras condiciones visuales durante un examen completo. Muchas veces, las personas con este defecto acuden al oftalmólogo o al óptico optometrista quejándose de incomodidad visual o de visión borrosa de lejos. Además, algunos miopes pueden padecer otra sintomatología, además de la pérdida visual de lejos, como fatiga visual o dolores de cabeza si su condición refractiva va ligada a trastornos en la visión conjunta y simultánea de ambos ojos, lo que conocemos por visión binocular. Es normal que los miopes se acerquen al televisor, tengan dificultades para identificar lo que hay escrito en una pizarra o entrecierren un ojo para ver los objetos más nítidos.

El empeoramiento de la salud visual del que avisan entidades y diversos estudios viene marcado, en gran parte, por el crecimiento de los dispositivos tecnológicos y su uso abusivo. El tiempo de exposición a las pantallas no deja de aumentar, sobre todo entre la población más joven, y ello conlleva un aumento de consultas por visión deficiente. Más ahora tras una pandemia que ha supuesto meses de confinamiento en casa, en espacios cerrados y con escasa iluminación solar, abusando de las pantallas en las actividades laborales, académicas y de ocio. Para los ojos, la tecnología suponen un constante esfuerzo visual.

Pasar horas delante de tablets, smartphones o televisores, ha llevado a los jóvenes de 12 a 19 años a mostrar una salud visual en declive: uno de cada diez ha empezado a usar una compensación óptica por primera vez. Pero no son los únicos. Ver borroso, tener dificultad para enfocar objetos o ver imágenes dobles son algunas de las consecuencias a las que los empleados que trabajan constantemente con pantallas se tienen que enfrentar. Y hoy día, son muchos. Para minimizar estos males, se recomienda trabajar siempre que sea posible- en un espacio con luz natural y si no es posible optar por mantener la iluminación ambiente. Asimismo, la distancia y la altura a la que se encuentre la pantalla también es importante.

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