Dos ojos para toda una vida es el nombre del informe presentado el pasado 10 de junio por la asociación de utilidad pública, Visión y Vida. También es el lema que encabeza la primera radiografía profunda sobre la miopía en España: una patología que la OMS ya califica como la "Pandemia del S. XXI" y que, en nuestro país padecen millón y medio de ciudadanos, pero que "si nada cambia" podría triplicarse para 2050, advierten en el estudio.

Ya son seis de cada diez los jóvenes universitarios con esta disfunción. Este colectivo ha sido el principal participante en la encuesta que refrenda los datos ofrecidos por Visión y Vida, que ha preguntado a 726 hombres y mujeres de entre 18 y 34 años sobre sus hábitos, nivel de estudios o la afección de la miopía entre sus familiares. De hecho, el 46,37% de la muestra está compuesta por estudiantes universitarios (18-24 años).

Las mujeres padecen más este problema visual que los hombres, una conclusión que "confirma los resultados obtenidos en informes previos, realizados tanto a menores como adultos, en los que la prevalencia de miopía entre las mujeres también era mayor". En el caso del informe, son diez puntos porcentuales más miopes que los hombres.

Más de la mitad de encuestados procedían de tres comunidades autónomas: Madrid (33,5%), Andalucía (17,3%) y Cataluña (13,5%). El objeto de preguntar por su lugar de residencia o nacimiento buscaba conocer si "ese detalle podría influir de alguna manera en los resultados obtenidos".

A más nivel de estudios, más miope

Visión y Vida destaca en este informe que las personas con mayor nivel de estudios tienen más probabilidad de presentar miopía. Y esto se debe, como se ha recalcado por parte de ópticos y en otros informes, al mayor esfuerzo visual que realizan quienes estudian hasta una edad más avanzada, junto al uso de las pantallas.

Hay un 21,4% más de personas miopes en el colectivo de universitarios (54,7%) respecto al colectivo de estudios primarios (33,3%). También se ve como la miopía afecta a un 26% más de personas con estudios superiores (59,3%) que aquellas con estudios primarios (33,3%). "Este estudio nos confirma que el grupo de los miopes tiende a dedicarse más al estudio intenso, con una diferencia del 8,1% sobre los no miopes", explican.

A eso se añade que quienes estudian siete horas o más (64,1%) son un 15,1% más miopes que los que estudian o leen menos de una hora (49%).

Lo mismo pasa con quienes utilizan durante más horas el teléfono móvil. Aquí hay variaciones respecto a la edad a la que recibieron el móvil, ya que como precisa la asociación de utilidad pública, la generación preguntada "no es nativa digital". Dado que se trata de personas de entre 18 y 34 años, se puede observar una diferencia entre aquellos que lo obtuvieron a los 10-15 años (58,1%) y los de mayor edad que lo comenzaron a utilizar pasados los 15 años (39%).

A su vez, se les preguntó por el número de horas diarias que dedican a su teléfono. El 60,3% de la muestra afirma estar entre tres (28%) y cinco horas (32,3%) ante la pantalla, siendo muy residual el número de personas que afirma no utilizar el móvil más de 1,5 horas (5%) o más de 10 horas (7%). "Así podemos destacar que existe una ligera tendencia lineal ascendente entre el incremento de horas destinadas al uso del móvil y el desarrollo de miopía".

Las pantallas también están presentes en aquellos trabajos de oficina, principalmente. Los jóvenes que trabajan durante su jornada laboral ante una pantalla y con luz artificial son más miopes (58,9% de los encuestados que trabajan en esas condiciones lo son) que los que desarrollan su trabajo ante una pantalla (58,1%) y padecen mucha más miopía que los trabajadores en espacios de exterior que ejercitan su visión lejana (14,3%) o con actividad física en exteriores (39,4%).

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