Con el comienzo de la primavera son muchos los que empiezan a sentir los primeros síntomas de las alergias estacionales. El principal responsable podría ser el polen, pero no es el único elemento que desencadena alergias, la contaminación ambiental actual tiene un papel muy significativo. Según la Sociedad Española de ...
Con el comienzo de la primavera son muchos los que empiezan a sentir los primeros síntomas de las alergias estacionales. El principal responsable podría ser el polen, pero no es el único elemento que desencadena alergias, la contaminación ambiental actual tiene un papel muy significativo. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), es posible que este 2025 contemos con una mayor duración de las estaciones polínicas, siendo capaz de extenderse hasta septiembre.
Esto no solo se debe a procesos externos, como la polinización o el cambio climático, sino que ambos se refuerzan entre sí desarrollando una reacción interna. Por un lado, se puede observar que la duración de las alergias no solo va a alargarse, sino que también es posible que sean más agresivas y que aparezcan en personas que no habían tenido ningún problema previamente debido a la contaminación del aire.
Al menos el 99% de la población mundial vive en áreas con una baja calidad de aire que excede el límite establecido por la OMS. El cambio climático y la contaminación del aire con gases como el ozono y los óxidos de nitrógeno han hecho que las alergias de la población actual se hayan intensificado en gran medida. De hecho, hace 40 años, solo el 10% de la población sufría de afecciones alérgicas, mientras que hoy en día las estimaciones indican que entre el 30% y el 35% de las personas se ven afectadas por algún tipo de alergia ocular.
"En esta estación vemos un aumento significativo de pacientes con síntomas oculares relacionados con las alergias, como enrojecimiento, picor o lagrimeo excesivo. Si bien muchos de los casos están relacionados directamente con los efectos de la primavera, no podemos ignorar el impacto de la contaminación ambiental y la exposición a tóxicos como el humo del tabaco, que potencia la agresividad de estas reacciones. Por eso, es fundamental tomar medidas preventivas para proteger nuestros ojos y seguir un tratamiento adecuado para controlar los síntomas y evitar complicaciones", afirma el Dr. Jesús Merayo, director del Instituto Universitario Fernández-Vega.
Elementos como la influencia de los alergenos en el aire, los factores genéticos, así como el aumento de la industrialización y la contaminación, han sido consideradas como factores que contribuyen a agravar el estado base de una alergia común. De hecho, las consecuencias de estas afecciones pueden impactar significativamente la calidad de vida, dificultando la realización de actividades cotidianas, sociales, y afectando la productividad tanto escolar como laboral.
Por ello, es fundamental comprender que existen varios tipos de alergia ocular, comúnmente referida como conjuntivitis alérgica, que surge cuando la conjuntiva, la membrana que cubre el interior de los párpados y la parte blanca del ojo, entran en contacto con alérgenos como el polen u otras sustancias. Estos alérgenos desencadenan una respuesta que puede resultar en síntomas incómodos vida e impactar en la visión de diversas maneras. Usualmente se clasifican en las siguientes categorías:
"Para evitar que la alergia afecte la vida diaria, es esencial tomar medidas preventivas. Lo más importante es reducir la exposición a los alérgenos, evitar los tóxicos como humo del tabaco y la contaminación, proteger los ojos con gafas de sol y gorra y mantenerlos bien hidratados. También pueden utilizarse colirios antialérgicos y tratamientos sistémicos, aunque siempre es recomendable acudir al oftalmólogo para recibir la mejor opción según cada caso", finaliza el Dr. Jesús Merayo.