Revisarse la vista una vez al año, clave para una buena salud ocular

Las revisiones visuales periódicas son fundamentales para prevenir afecciones silenciosas como el glaucoma o la degeneración macular. A pesar de que siete de cada diez españoles presentan algún error refractivo, solo dos de cada tres acuden al óptico regularmente.

05/05/2025

Realizarse revisiones de la vista de manera regular es fundamental para preservar una buena salud ocular, y no solo para detectar si alguien tiene miopía, astigmatismo o hipermetropía, sino para garantizar nuestro bienestar y calidad de vida y evitar el desarrollo de, por ejemplo, cataratas o retinopatías diabéticas. Según datos ...

Realizarse revisiones de la vista de manera regular es fundamental para preservar una buena salud ocular, y no solo para detectar si alguien tiene miopía, astigmatismo o hipermetropía, sino para garantizar nuestro bienestar y calidad de vida y evitar el desarrollo de, por ejemplo, cataratas o retinopatías diabéticas. Según datos que maneja General Optica, líderes en el cuidado de la salud visual y auditiva, aunque siete de cada diez españoles tienen algún tipo de error refractivo, solo dos de cada tres acuden a revisiones periódicas, principalmente porque asumen que su visión es correcta al no experimentar molestias. No obstante, no hay que esperar a que aparezcan síntomas ya que ciertas afecciones oculares evolucionan lentamente y de manera silenciosa.

La vista es uno de los sentidos más valiosos y, a menudo, el más descuidado. Acudir periódicamente a una óptica de confianza es fundamental para garantizar una buena agudeza visual y detectar los problemas refractivos más comunes como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo o la presbicia. A través de una revisión completa de la vista, un óptico-optometrista puede detectar errores refractivos, actualizar la graduación o prevenir molestias derivadas del uso excesivo de pantallas. Aún así, muchos españoles siguen teniendo dudas sobre por qué son importantes, cuándo deberían hacerse, en qué consisten, si duelen... Por ello, José Ramón García Baena, óptico-optometrista a cargo de Producto y Servicios de Salud Visual de General Opticanos resuelve las dudas más comunes sobre las revisiones visuales:

¿Por qué es importante revisar la vista de forma periódica?

Las revisiones periódicas permiten detectar de manera temprana problemas visuales que pueden no presentar síntomas evidentes en sus etapas iniciales, como el glaucoma o la degeneración macular. La detección precoz facilita la búsqueda de las soluciones más oportunas, previniendo su progresión. Además, estas revisiones ayudan a actualizar la graduación en el caso de los usuarios de gafas y a mantener una buena salud visual general.

Los problemas visuales no detectados pueden tener un impacto significativo tanto en niños como en adultos. En los más pequeños, pueden interferir con su desarrollo académico, dificultar el aprendizaje y afectar su capacidad de concentración. En los adultos, por otro lado, una visión no corregida puede reducir el rendimiento laboral o generar fatiga ocular. Detectar y tratar estos problemas de manera temprana es clave para garantizar un buen desempeño en las actividades cotidianas y mejorar la calidad de vida. Por eso, las revisiones visuales periódicas son esenciales en todas las etapas, desde la infancia hasta la edad adulta.

¿A qué edad se debe hacer la primera revisión ocular?

La primera revisión ocular debería realizarse durante el primer año de vida, preferiblemente entre los 6 y 12 meses. En esta etapa temprana, un óptico experto puede detectar signos de problemas visuales importantes como estrabismo (desviación de los ojos), opacidades en el cristalino o anomalías en la retina. Si existen antecedentes familiares, parto prematuro, movimientos oculares extraños o falta de contacto visual, la evaluación es aún más crucial.

Después de esa primera revisión, se recomienda acudir a la óptica para revisarse de nuevo entre los 3 y 4 años, justo antes del comienzo escolar. En esta etapa, el niño ya ha desarrollado buena parte de sus habilidades visuales, por lo que es un momento clave para detectar miopía, hipermetropía, astigmatismo u ojo vago (ambliopía), condiciones que pueden corregirse más fácilmente si se tratan a tiempo. Detectar estos problemas antes de que afecten al aprendizaje y al desarrollo social es fundamental, ya que muchos niños no saben que ven mal y se adaptan sin que los adultos lo noten.

¿Con qué frecuencia es conveniente realizar las revisiones? 

La frecuencia ideal para realizar una revisión ocular depende de la edad, el estado de salud visual y los antecedentes personales o familiares. En términos generales, se recomienda hacer una revisión al menos una vez al año, incluso si no se experimentan molestias. Una revisión anual permite detectar a tiempo cualquier cambio en la visión o alteraciones estructurales en el ojo, facilitando tratamientos más eficaces y menos invasivos. En los casos en los que ya existen errores refractivos conocidos u otras molestias, es posible que la frecuencia deba ser mayor.

¿En qué consiste una revisión ocular?

Una revisión ocular es un proceso completo y sencillo en el que un óptico-optometrista evalúa la salud de los ojos y la calidad de la visión. La revisión comienza con una conversación para conocer el historial, los hábitos visuales, antecedentes familiares de errores refractivos y si existe algún otro síntoma como visión borrosa o fatiga ocular. A continuación, el profesional realiza diversas pruebas: 

  • Examen de agudeza visual: este es el conocido test de letras en el que debemos leer letras o números en una tabla a cierta distancia, sirve para medir nuestra agudeza visual y determina si es necesario algún tipo de corrección visual. 
  • Evaluación de la refracción: con la ayuda de un refractómetro, el óptico determinará si necesitamos utilizar gafas o lentillas. Este test se hace por medio de lentes de prueba hasta que se neutraliza el defecto refractivo, permitiendo que nuestra visión sea nítida. 
  • Examen de salud ocular: se recomienda en los casos más complejos. Esta parte de la revisión, incluye la inspección de la zona exterior del ojo, los párpados, la conjuntiva y la esclerótica. A continuación se examina el interior del ojo utilizando un oftalmoscopio para observar la retina y el nervio óptico.
  • Pruebas de motilidad ocular y coordinación binocular: sirven para evaluar cómo se mueven los ojos y cómo trabajan juntos. Esto es importante para detectar problemas como el estrabismo y dificultades de enfoque. 
  • Prueba de visión de colores: se utiliza para valorar la percepción de los colores y puede ser importante en ciertas profesiones donde esta percepción es crítica.

En algunos casos, se pueden realizar otras pruebas más específicas, como la medición de la presión intraocular, que se realiza con un tonómetro para detectar signos de glaucoma. Al finalizar la revisión, el óptico experto proporcionará un informe detallado con los resultados y dará recomendaciones sobre el mejor tratamiento o seguimiento, adaptado a las necesidades. 

¿Cuánto dura una revisión completa?

La duración de una revisión ocular completa varía dependiendo de varios factores, como la edad del usuario, el estado de salud visual y las pruebas que sea necesario realizar. En general, una revisión básica puede durar entre 30 y 45 minutos. Si es necesario realizar pruebas adicionales, la revisión puede alargarse hasta una hora o más. Sin embargo, independientemente de la duración, lo más importante es que el examen sea exhaustivo para prevenir o detectar necesidades visuales o molestias oculares en etapas tempranas.

¿Los exámenes visuales duelen o son incómodos?

Una preocupación común es que las revisiones oculares sean molestas o dolorosas, pero la realidad es que son procedimientos sencillos, rápidos y no invasivos. Pruebas como la medición de agudeza visual, la tonometría o la revisión del fondo de ojo, no duelen. Algunas pruebas pueden resultar algo incómodas, como puede ser cuando se utilizan gotas para dilatar las pupilas, ya que causan sensibilidad a la luz durante unas horas e incluso visión borrosa. Pero se trata de una reacción temporal.

¿Qué se debe llevar a una revisión?

Al acudir a una revisión es aconsejable llevar cualquier prescripción óptica actual, como gafas o lentes de contacto, así como informes de exámenes oculares previos. También es útil proporcionar una lista de medicamentos que se esté tomando y detallar cualquier síntoma o molestia visual reciente. Esta información ayuda al óptico a evaluar mejor la salud ocular y a detectar posibles efectos secundarios de medicamentos que pueden afectar la visión. Otra cosa a considerar es llevar una lista de preguntas o inquietudes que se puedan tener sobre la salud visual, esto es útil ya que hará que la revisión sea más completa y personalizada. 

¿Cuáles son los pasos a seguir después de una revisión?

Después de una revisión, el óptico proporcionará un informe detallado con los resultados del examen y explicará si es necesario realizar algún ajuste en la corrección visual, como la graduación de las gafas o lentes de contacto. Si se detectan errores refractivos, como miopía, hipermetropía o astigmatismo, el especialista recomendará la mejor solución a nuestra necesidad, ya sea mediante el uso de gafas o lentillas. En algunos casos, también se puede sugerir hacer ejercicios visuales para mejorar nuestra salud ocular.

En caso de que la revisión haya sido satisfactoria y no haya necesidad de corrección o tratamiento adicional, el óptico experto indicará el mejor momento para la siguiente revisión, que generalmente será pasado un año, aunque en algunos casos puede ser más frecuente dependiendo de la edad, antecedentes o síntomas específicos. También es importante seguir las recomendaciones del óptico sobre el cuidado ocular diario, como la protección de los ojos frente a la luz UV, descansar de las pantallas y mantener hábitos saludables. Seguir estos pasos asegura no solo una visión óptima, sino que nos garantiza que tendremos una buena salud visual. 

José Ramón García Baena, óptico-optometrista a cargo de Producto y Servicios de Salud Visual de General Optica, finaliza: "La revisión por parte de un óptico de confianza es esencial para mantener la salud de nuestros ojos. Al identificar posibles carencias de salud visual en etapas tempranas, es posible abordarlos antes de que la calidad de la visión se vea comprometida. Por ello, desde General Optica queremos resolvemos las dudas más comunes antes de acudir a un óptico-optometrista para que realice un examen completo".