A medida que los ciudadanos se preocupan cada vez más por su bienestar, la demanda de servicios ópticos se ha incrementado en España, llevando a las ópticas a ofrecer soluciones innovadoras. A pesar de esta expansión, el sector está haciendo frente a grandes desafíos como la escasez de profesionales cualificados, ...
A medida que los ciudadanos se preocupan cada vez más por su bienestar, la demanda de servicios ópticos se ha incrementado en España, llevando a las ópticas a ofrecer soluciones innovadoras. A pesar de esta expansión, el sector está haciendo frente a grandes desafíos como la escasez de profesionales cualificados, la saturación del mercado y la falta de visibilidad de la profesión.
Javier Cottet, presidente de la Asociación Española de Cadenas de Óptica y de Ópticas en Centros Comerciales (AECOCC), integrada en la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico (FEDAO), explica que los principales factores que afectan al sector incluyen el envejecimiento de la población, el auge de la miopía y los avances tecnológicos, los cuales están redefiniendo el futuro de las ópticas en España.
Según Cottet, la salud está cobrando una mayor relevancia para los ciudadanos, por lo que "cada vez las personas se cuidan más y mejor, y nosotros les ayudamos a ver y a escuchar mejor... dos de los principales sentidos que tenemos que son imprescindibles para la vida personal y profesional". En este contexto, el sector óptico se encuentra en un proceso de expansión, con una oferta amplia de "productos de calidad y con mejores prestaciones, con una amplísima variedad de precios".
No obstante, la sobreoferta en el mercado español genera ciertos desequilibrios. Tal y como indica el presidente de AECOCC, España es el país con "más oferta por habitante, y con más oferta que demanda", lo que genera "tensiones en el mercado que no son del todo deseables, sobre todo en un sector sanitario". En este sentido, Cottet plantea una cuestión clave: "¿Somos tiendas o establecimientos sanitarios?", refiriéndose a la duda sobre la naturaleza del negocio óptico en un mercado cada vez más competitivo.
Combatir la escasez de profesionales
Uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el sector óptico es la falta de profesionales cualificados, ya que la formación de ópticos no está atrayendo a los jóvenes de la manera que se esperaba. "Cuesta mucho llenar las plazas disponibles en las facultades y cada año salen menos diplomados", afirma.
Asimismo, la óptica no es una de las profesiones mejor valoradas dentro del ámbito sanitario. En diversas encuestas internas realizadas por la asociación, se ha constatado que las condiciones laborales se valoran negativamente porque "los horarios extensivos y el trabajo en fin de semana no son atractivos para las nuevas generaciones".
El problema no se limita únicamente al ámbito educativo y laboral, sino que también afecta a la competencia de los profesionales. "Hay diferentes puestos laborales que se pueden cubrir con los graduados en óptica y, al final, vamos restando la disponibilidad de profesionales para nuestras ópticas", comenta. Entre ellos, se encuentran la Seguridad Social, las clínicas oftalmológicas o las empresas fabricantes.
A su vez, el panorama se ve agravado por la jubilación de muchos de los profesionales activos de la generación del baby boom. "Estamos estimando que perderemos un 20% de profesionales en los próximos 5 años", aclara, añadiendo que el problema se acrecentará en los próximos años y que es necesario encontrar soluciones.
Impacto en las zonas rurales
El fenómeno de la falta de profesionales se hace especialmente grave en las zonas rurales y más aisladas del país, donde las ópticas están siendo cada vez más difíciles de encontrar. Cottet advierte que, si esta tendencia sigue en aumento, "se van a ir cerrando ópticas". Algunas localidades ya se enfrentan a la imposibilidad de contar con un óptico disponible, afectando directamente a la población local. "Cada vez serán más", advierte.
Esta situación, sin duda, tiene implicaciones para las empresas del sector y la ciudadanía, "dado que en las zonas más aisladas tendrán más problemas para cuidar de su salud visual". Para Cottet, el problema debe ser abordado a nivel global porque "no es un problema de nuestras empresas, es un problema de España si queremos cuidar la salud de los ciudadanos".
Ante la creciente falta de profesionales, desde AECOCC han tomado diversas medidas para dar visibilidad a la profesión de óptico-optometrista y encontrar soluciones a la escasez de personal. "Estamos realizando diferentes acciones, encuentros y reuniones para intentar buscar soluciones con la Universidad, colegios, gobiernos autonómicos y estatal. Quedarnos sin ópticos no es bueno para el sector ni para los ciudadanos", subraya.
Tendencias del sector óptico
En cuanto a las tendencias dentro de la optometría, Cottet destaca la creciente demanda de especializaciones "como son todos los sistemas y productos para el control de miopía, herramientas para mejorar la visión binocular y, cómo no, todos los productos que nos ayudan a vivir entre pantallas, a tener una visión mejor y más relajada".
Por otro lado, el envejecimiento de la población también está aumentando la demanda de productos para baja visión. Señala que "más del 60% de la población requiere de equipamientos ópticos para ver bien", y que, a partir de los 45 años, "prácticamente el 90% de la población necesita algún tipo de corrección visual". Con la esperanza de vida en aumento, se espera un incremento de enfermedades visuales, lo que generará una mayor demanda de productos y servicios ópticos. En paralelo, la demanda de la audiología ha crecido debido a una mayor concienciación por parte de la ciudadanía sobre la importancia de cuidar la audición.
La pandemia de la miopía
Uno de los problemas que más preocupa al sector óptico es la llamada "pandemia de la miopía", que se ha acelerado en los últimos años debido al aumento del uso de pantallas. "Las soluciones visuales para control de miopía es uno de los segmentos que más está creciendo y que creemos que más crecerá en el futuro", puntualiza el especialista.
Por lo tanto, el sector óptico está apostando por la innovación para hacer frente a este desafío, con productos como lentes de contacto y lentes oftálmicas especializadas que permiten frenar el avance de la miopía. "Saber que hoy estamos pudiendo frenar esta pandemia con terapias y otros tratamientos de alto valor nos debe dar orgullo como profesionales que somos", agrega.
Un sector en transformación
De cara al futuro, el presidente de la asociación insiste en que el sector deberá afrontar varios retos. "Lo primero, cubrir la demanda de profesionales", destaca. Igualmente, el sector óptico tendrá que adaptarse a los nuevos productos tecnológicos, tales como los sistemas CRM para la gestión clínica que almacenan historiales, recordatorios y seguimiento de recetas, generando comunicación con el paciente personalizada y útil para mantener su salud visual.
De la misma forma, el profesional resalta el impacto de las gafas inteligentes, que incorporan funciones como telefonía, música, Google, traducción en tiempo real, entre otras. "Mirando al futuro, la adaptación de gafas inteligentes tendrá su hueco; permitirán la conexión a Internet, y debemos estar preparados para capturar este segmento", expresa.
Finalmente, hace hincapié en la labor del óptico-optometrista en la detección temprana de problemas visuales y su capacidad para derivar a los pacientes a los especialistas adecuados, pudiendo "desbloquear el SNS al cribar casos".
"Pediría una mayor colaboración por parte de todos los actores implicados en mejorar el sector", concluye Cottet, destacando que el futuro del sector depende del esfuerzo conjunto de todos los profesionales y entidades involucradas.