Ver borroso tiene nombre: astigmatismo

Los ópticos optometristas son esenciales en el acompañamiento del paciente con astigmatismo, una condición visual común que puede afectar significativamente la calidad de vida si no se corrige adecuadamente. Según el caso, puede hacerse con gafas, lentes de contacto o cirugía refractiva.

15/05/2025

Visión borrosa o distorsionada a cualquier distancia, fatiga visual, dolores de cabeza, dificultad para ver de noche y entrecerrar los ojos para ver con claridad. Estos síntomas del astigmatismo pueden llegar a afectar la calidad de vida de las personas que lo padecen. Se suelen acusar más los problemas por ...

Visión borrosa o distorsionada a cualquier distancia, fatiga visual, dolores de cabeza, dificultad para ver de noche y entrecerrar los ojos para ver con claridad. Estos síntomas del astigmatismo pueden llegar a afectar la calidad de vida de las personas que lo padecen. Se suelen acusar más los problemas por la noche, cuando es más habitual tener mayor dificultad para percibir pequeños detalles a todas las distancias.

Se da cuando la córnea o el cristalino del ojo tienen una forma irregular, lo que impide que la luz se enfoque correctamente en la retina. El astigmatismo es un defecto refractivo común que provoca una visión borrosa o distorsionada. Puede presentarse de forma aislada o junto con miopía o hipermetropía. Es un trastorno ocular más habitual de lo que pensamos. Se calcula que lo padece una de cada cuatro personas, aunque la media sube hasta el 60% de la población si se incluye a gente con graduaciones muy bajas, que no superan las 0,5 dioptrías. Las causas exactas no se conocen completamente, pero se cree que es hereditario. También puede desarrollarse después de una cirugía ocular, una lesión o debido a enfermedades como el queratocono.

Detección y clasificación

Por todo esto, hay que fomentar que la población acuda a revisiones de la vista periódicas. Los ópticos optometristas desempeñan un papel crucial en la detección, corrección y seguimiento del astigmatismo. Se diagnostica muy fácilmente y de manera fiable mediante un examen ocular completo. Con una prueba de agudeza visual, se determina la claridad de la visión. Con la refracción, se mide el grado de error refractivo. La queratometría mide la curvatura de la córnea, y la topografía corneal, para mapear la superficie de la córnea.

El astigmatismo puede clasificarse según su origen y la orientación de las curvaturas en varios tipos: corneal (por una curvatura irregular de la córnea), lenticular (irregularidades en el cristalino), regular (los meridianos principales son perpendiculares entre sí) e irregular (los meridianos principales no son perpendiculares, común en casos de traumatismos o enfermedades corneales).

El profesional de la optometría suele contar en su establecimiento con el queratómetro, también llamado oftalmómetro, un instrumento optométrico que sirve para medir la curvatura de los 3-4 mm centrales de la superficie exterior de la córnea. Consiste en un rayo de luz que se proyecta en la córnea, donde se refleja en el espejo que forma su cara convexa, dando una imagen determinada de cada uno de los meridianos principales de la córnea y cuya diferencia constituye el astigmatismo corneal del ojo. El astigmatismo corneal originado por la diferencia de curvatura de los meridianos principales de la cara externa de la córnea supone la parte más importante del astigmatismo refractivo cuantitativamente hablando, por lo que tiene que ser tenido en cuenta en todos los exámenes optométricos.

Mayor incremento

"Esta medida es fundamental en la adaptación de lentes de contacto, ya que conocer con exactitud la curvatura central de los meridianos corneales principales es imprescindible para calcular el radio de la primera lente de prueba, uno de los primeros pasos del proceso de adaptación individualizada de las lentes de contacto, que siempre debe ser supervisado por un óptico optometrista", han recordado recientemente desde el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO) en un comunicado. Del mismo modo, han destacado que el astigmatismo es uno de los problemas oculares que han sufrido un mayor incremento en los últimos años. "Tres de cada diez españoles no se revisan la visión, por lo que hacen un llamamiento a la población para acudir a cualquiera de los 10.000 establecimientos sanitarios de óptica disponibles en España.

El tratamiento del astigmatismo ha de ir enfocado a corregir la refracción errónea de los rayos de luz sobre la retina, de manera que se pueda conseguir percibir la imagen de forma nítida, tanto de lejos como de cerca, por parte del paciente. Las principales opciones que hay son las gafas con lentes cilíndricas que compensen la curvatura irregular, las lentes de contacto tóricas para astigmatismo regular y rígidas permeables al gas (RGP) para astigmatismo irregular o la cirugía refractiva. En este caso, se emplean procedimientos como LASIK, PRK o implante de lentes intraoculares tóricas para corregir la forma de la córnea o reemplazar el cristalino.

La selección y adaptación de lentes de contacto tóricas o gafas con lentes cilíndricas requieren la experiencia del óptico optometrista para garantizar una visión óptima y comodidad. Desde Clínica Baviera, señalan que, en ambos casos, la graduación de la lente deberá ser la adecuada al grado de astigmatismo que presente el paciente. Si se padece astigmatismo compuesto (el que va acompañado de miopía o hipermetropía), la graduación de la lente deberá ser la adecuada para corregir todos los problemas de vista al mismo tiempo.

Por otro lado, tras intervenciones quirúrgicas, el seguimiento del óptico optometrista asegura una recuperación adecuada y la detección temprana de posibles complicaciones. Asimismo, informar al paciente sobre su condición, opciones de tratamiento y cuidados necesarios es fundamental para el éxito terapéutico.

Un examen ocular en torno a los tres años

La vista es el sentido que nos proporciona el primer contacto con el mundo que nos rodea, pero debemos cuidarla desde la primera infancia. Los padres y profesores deben entender que hay problemas de visión difíciles de detectar porque los propios pequeños no saben cómo deberían ver o no saben expresar lo que les ocurre. Según el doctor José Manuel Sandoval, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Quirónsalud Málaga, las patologías refractivas (astigmatismo, miopía e hipermetropía) afectan a alrededor del 20% de los niños, por lo que es muy importante su detección temprana.

A veces, los problemas en la vista no presentan signos claramente detectables. En el astigmatismo, el niño guiña o entrecierra los ojos o mueve la cabeza para intentar enfocar, picor y enrojecimiento, se frota los ojos con frecuencia o le cuesta leer y escribir en líneas rectas. Por consiguiente, es importante que los niños tengan revisiones oculares una vez al año. Esas revisiones se deben iniciar en torno a los tres años y deben proseguir durante toda la etapa preescolar para poder detectar posibles problemas antes de que el niño alcance la madurez visual. Tratar de forma precoz patologías como ésta es como habitualmente se pueden revertir o controlar.

Causas

Entre las principales causas que provocan la aparición de este problema refractivo, desde Clínica Baviera destacan:

  • Que puede estar determinado genéticamente. En este caso, suele estar presente desde el nacimiento.
  • También puede aparecer asociado a determinadas patologías de la córnea, como el queratocono.
  • Puede deberse a una lesión o a un traumatismo.
  • Puede ser consecuencia de determinadas intervenciones quirúrgicas, como una cirugía de cataratas.