Las lentes oftálmicas representan casi la mitad del peso del sector óptico

El cristal de las gafas juega un papel fundamental a la hora de corregir y compensar los defectos visuales del astigmatismo, hipermetropía, miopía, presbicia o vista cansada. Constituye, por tanto, un elemento esencial y cada vez más avanzado: ya existen lentes diseñadas con IA.

09/06/2025

El sector de la óptica sigue en su senda de crecimiento consolidado. La última versión del Libro Blanco de la Visión, que recoge datos del ejercicio de 2023, así lo indica. La facturación asciende a 2.021 millones de euros, lo que supone un +6 %. Con esta publicación de referencia ...

El sector de la óptica sigue en su senda de crecimiento consolidado. La última versión del Libro Blanco de la Visión, que recoge datos del ejercicio de 2023, así lo indica. La facturación asciende a 2.021 millones de euros, lo que supone un +6 %. Con esta publicación de referencia impulsada por la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico (FEDAO) se concluye, además, que la venta de todos los segmentos del negocio óptico aumentó sus ventas respecto al resultado de 2022. Del mismo modo, si lo analizamos respecto al año 2020, la evolución es del +32,5 %.

Si se estudia en conjunto el peso de cada uno de los elementos, uniendo servicios y productos ópticos, se observa cómo las lentes oftálmicas siguen representando casi la mitad del peso total (48,91 %), seguidas de las monturas (19,04 %), las lentes de contacto (13,71 %), las gafas de sol (10,15 %) y la audiología (5,12 %).

Por su peso en el sector, vamos a profundizar en las claves de uso de las lentes oftálmicas, o lo que es lo mismo, lentes para gafas graduadas. Al hablar de lentes, explica el Consejo General de Ópticos-Optometristas (CGOO), cabe señalar la diferencia respecto a un cristal cualquiera, pues se trata de una superficie o conjunto de superficies que intervienen en el camino de la luz cuando la atraviesa, ocasionando un efecto específico. "Esto no sucede en un cristal o plástico planoparalelo inespecífico, como puede ser el cristal de una ventana", indican.

Por otro lado, el término oftálmico hace referencia al uso al que se van a destinar estas lentes. En este caso, proporcionar una solución o efecto compensatorio de un defecto visual o ametropía, es decir, miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia. "Cuando un rayo de luz atraviesa un material, se va a desviar según la curvatura de las superficies y del índice de refracción de ese material. Al padecer un error refractivo (miopía, hipermetropía o astigmatismo), los rayos de luz no enfocan correctamente en la retina. Y las lentes oftálmicas desplazan esos rayos para que lleguen a donde deben llegar y así puedas ver con claridad", exponen los ópticos-optometristas.

Tipos de lentes según el efecto de los rayos de luz

De esta forma, una lente muy curvada desvía mucho los rayos. Por esa razón, un error refractivo alto, de muchas dioptrías, implica que las lentes serán muy curvadas (cóncavas con la miopía y convexas con la hipermetropía). En cambio, los pacientes con muy pocas dioptrías deberán recurrir a lentes muy planas. Como se mencionó, el otro aspecto que afecta la trayectoria de los rayos de luz es el índice de refracción, definido por los expertos como "el grado o la capacidad que tiene el material para desviar los rayos de luz, por lo que a mayor índice, mayor desviación".

Esto, exponen desde el CGOO, "implica que con menos material (una lente más delgada) de índice mayor, se conseguirá corregir (desviar) los rayos para compensar el mismo error refractivo, consiguiendo así, sobre todo en graduaciones altas, un espesor de lente que no resulte antiestético, sea más fácil de adaptar a la montura y, en muchos casos, alivie peso también". Las llamadas lentes reducidas se refieren a esto: son lentes con un material de mayor índice de refracción y, por tanto, más finas y estéticas.

Por otro lado, las lentes oftálmicas de mayor índice, más reducidas, son más densas y requieren de tratamientos antirreflejantes, que favorecen la ausencia de reflejos. Muchos también proporcionan mejor contraste, e incorporan repelentes al polvo, a la grasa y a la humedad.

¿En qué se diferencian las lentes monofocales, bifocales y progresivas?

Una vez establecida la clasificación de las lentes oftálmicas según el efecto que tienen en los rayos de luz, es momento de diferenciarlas de acuerdo al foco de la lente: las monofocales, bifocales y progresivas.

Las lentes monofocales son prácticas y cumplen su función en aquellas personas que solo tienen un problema de refracción. Su diseño varía según el error a corregir. Las cóncavas tienen mayor grosor en el borde que en el centro, para lograr que los rayos de luz se concentren en la retina y no delante de ella. Con este tipo de lentes divergentes, los miopes mejoran su visión.

Al contrario, las lentes monofocales convexas son más finas en los bordes y más gruesas en el centro. "Son lentes convergentes, y lo que hacen es conseguir acercar la conversión de los rayos de luz para que, en vez de enfocar detrás de la retina, lo hagan sobre la misma", explican los expertos de Clínica Baviera. Están pensadas para los hipermétropes y las personas con presbicia.

Las lentes cilíndricas, curvas en una superficie y planas en otra, se usan para corregir el astigmatismo.

Las lentes bifocales cubren dos distancias de enfoque distintas. "Normalmente lejos y cerca, pero según el caso o funcionalidad podrían adaptarse a otras dos distancias específicas, siempre la más cercana en la zona inferior", indica el colegio profesional. Aunque se usan poco hoy día, "debido a no ser muy estéticas, y sobre todo, por la gran difusión de las lentes progresivas, que tienen mucha más versatilidad para la demanda visual del estilo de vida moderno", aclaran.

También se fabricaban en vidrio, aunque ahora predominan materiales orgánicos, "más ligeros, aunque no en todos los índices de refracción ni con tanta capacidad de reducción del espesor como las monofocales".

El tercer tipo son las lentes progresivas, cuya graduación varía de forma progresiva y permite ver a múltiples distancias con la misma lente. "Esta variación permite disponer de varios puntos de enfoque, que normalmente van desde lejos (infinito) hasta distancia de brazo o lectura, pasando por todos los puntos intermedios. Garantizan un punto de visión nítido para cada distancia, si bien todas las graduaciones se concentran en un espacio de entre 12 a 20 mm", apunta el CGOO.

Esto requiere que el usuario busque los puntos intermedios moviendo cabeza y ojos. "Hace muchos años tenían mala fama, ya que los campos de visión nítida eran muy pequeños y la gente se mareaba al mover la cabeza y al andar". Actualmente, con nuevos diseños, los campos son más amplios. De hecho, "son las lentes más versátiles, dado que permiten tener todas las distancias de visión en unas únicas gafas". "Esto es especialmente útil cuando no podemos compensar con lentes monofocales todo lo que necesitamos ver bien, como es el caso de los présbitas o con vista cansada, es decir, todos después de los 40-42 años". Se fabrican en todos los materiales, índices y potencias, con múltiples tratamientos.

La IA llega a las lentes oftálmicas

La inteligencia artificial también ha llegado al mundo de las lentes. Recientemente, Miranza ha empezado a implantar de forma pionera la primera lente intraocular multifocal diseñada con inteligencia artificial, con el objetivo de mejorar la calidad visual de los pacientes con presbicia.

La lente creada con IA, RayOne Galaxy, cuenta con una óptica en espiral que permite que la luz se propague con fluidez a la retina, reduciendo las sombras en el campo visual temporal, fenómeno llamado disfotopsia. Así, esta lente de última generación optimiza la agudeza visual.

En palabras de Carlos Barrios, especialista en cirugía refractiva, "en España, la presbicia es un problema de visión que ya afecta a más de un tercio de la población, por lo que la incorporación de esta novedosa tecnología marca un antes y un después para los pacientes con presbicia, debido al diseño en espiral de las lentes intraoculares y con ello, unos estándares más altos de calidad visual". Añade que "aunque la presbicia no se puede revertir, sí es posible corregirla de forma duradera mediante cirugía intraocular".

Paralelamente, VisionLab ha lanzado en España una nueva gama de lentes creadas con IA, en colaboración con la tecnológica Kümer IA, especializada en productos IoT. Estas lentes, diseñadas y fabricadas en España, utilizan modelos de datos para predecir la capacidad de acomodación ocular, logrando enfoque instantáneo en cualquier dirección o distancia.

Diseñadas a partir de datos de más de 70.000 personas, se consideran variables biométricas, hábitos, estilo de vida, comportamiento en el trabajo, uso doméstico y actividades al aire libre. Así, se garantiza una personalización completa.

Uso preventivo

El CGOO informa que las lentes oftálmicas no solo se usan para corregir defectos de refracción como la miopía, hipermetropía o astigmatismo, "sino también como elemento preventivo, sobre todo en determinados tipos de miopía, disfunciones acomodativas y problemas de visión binocular".

Por ello, tan importante como el tipo de lente son los tratamientos ópticos que lleva: antirreflejantes, que eliminan deslumbramientos e incrementan el contraste; coloraciones especiales; filtros UV, etc., dependiendo del uso. "No es lo mismo la utilización que puede darle a unas gafas una persona jubilada que el uso que pueda hacer de las mismas un estudiante al que le gustan los deportes de invierno", sostiene el CGOO.

También debe considerarse el tamaño y forma de la montura, no solo por estética o funcionalidad, sino para lograr una visión cómoda y eficaz.

En suma, "la constante evolución hace que las lentes de hoy hayan mejorado considerablemente tanto en calidad como en estética, y sobre todo, en el peso", apuntan. Las lentes reducidas (de poco espesor y peso) han supuesto una gran ventaja, pues "han resuelto el problema de la presbicia y han hecho casi desaparecer todas las demás existentes con anterioridad". De hecho, "la aceptación por parte del usuario es prácticamente del 90 % y son cada vez menos los casos de inadaptación". "Su evolución y desarrollo las han convertido en un producto necesario para la vida de la gran mayoría de las personas mayores de 50 años", concluyen.