5 factores esenciales a considerar antes de una cirugía refractiva

El 61% de la población española utiliza gafas o lentes de contacto, lo que representa a unos 25 millones de personas. En este contexto, la personalización del tratamiento y el criterio médico cobran especial relevancia para asegurar resultados visuales satisfactorios.

17/06/2025

Aunque llevar gafas o lentillas es parte del día a día de alrededor de 25 millones de personas en España, lo que equivale a un 61% de la población, depender del uso de corrección óptica puede afectar a nuestra comodidad, rendimiento en el trabajo, actividades al aire libre, e incluso ...

Aunque llevar gafas o lentillas es parte del día a día de alrededor de 25 millones de personas en España, lo que equivale a un 61% de la población, depender del uso de corrección óptica puede afectar a nuestra comodidad, rendimiento en el trabajo, actividades al aire libre, e incluso a la autoestima, sobre todo ahora que se acerca el buen tiempo y se incrementan las actividades al aire libre, como nadar, hacer deporte o disfrutar de un paseo por la playa.

La cirugía refractiva es una alternativa para recuperar la independencia visual, además de suponer un ahorro a largo plazo en gafas, lentillas y productos de mantenimiento. Por eso, cada vez más personas se plantean esta opción como una inversión en su salud y bienestar.

"Este procedimiento se utiliza para corregir problemas visuales comunes como la miopía, hipermetropía, astigmatismo, con graduaciones altas o que presentan diferencias importantes de graduación entre ambos ojos, profesionales que deben superar requisitos físicos en oposiciones (como policía, bombero, etc.) o pacientes con molestias recurrentes por lentillas o problemas corneales. Además, también se utiliza en personas con presbicia o "vista cansada", un problema que nos afecta a todos a partir de los 45 años", explica la Dra. Blanca Poyales, subdirectora médica en Miranza Madrid.

¿La cirugía refractiva es una opción para todos?

No todas las personas son candidatas a cirugía refractiva, por eso, uno de los aspectos más importantes es confirmar que se cumplen ciertos criterios médicos a través de una evaluación exhaustiva. Desde Miranza, grupo líder en oftalmología con cerca de 40 centros en España, destacan tres criterios básicos para valorar si alguien puede someterse a cirugía refractiva:

  • Edad mínima: A partir de los 18 años puede valorarse, aunque a menudo se recomienda esperar a los 21, cuando se considera que el ojo ha alcanzado una estabilidad suficiente.
  • Graduación estable: Es necesario que la graduación se haya mantenido estable durante al menos un año, para evitar correcciones innecesarias en el futuro.
  • Buena salud ocular: La cirugía no está indicada en pacientes con ciertas patologías oculares, aunque en algunos casos puede ser una herramienta terapéutica adicional. De cualquier forma, será el especialista quien valore en cada caso si la intervención es una alternativa eficaz.

Una técnica personalizada para cada paciente

Afortunadamente, no existe una única técnica para todos los pacientes. El Dr. Daniel Elies, director médico de IMO Grupo Miranza Madrid, indica que "la cirugía refractiva destaca por su capacidad de personalización, lo que permite que los oftalmólogos seleccionan el procedimiento más adecuado tras un estudio detallado de la anatomía ocular y las características del paciente".

Las técnicas que actualmente están disponibles para realizar este tipo de intervención son la cirugía láser y la implantación de lentes intraoculares. El Dr. Joseí Maria Soriano, especialista en Miranza IOA e IMO Grupo Miranza Madrid, explica en qué consiste cada una de ellas. "El láser permite moldear la superficie corneal para corregir los defectos visuales, mientras que las lentes intraoculares se implantan dentro del ojo, pudiendo colocarse sin extraer el cristalino (lentes fáquicas, en pacientes jóvenes), o sustituyéndolo por completo (lentes pseudofáquicas), lo que además previene la aparición futura de cataratas".

Ambas técnicas son ambulatorias, se realizan en menos de 20 minutos y con anestesia en gotas. La recuperación suele ser rápida y con mínimas molestias.

5 aspectos clave a tener en cuenta antes de una cirugía refractiva

Si estás considerando dar este paso, es importante tener en cuenta algunos puntos clave para asegurarnos de tomar la mejor decisión. En este sentido, los especialistas de Miranza facilitan cinco consejos o cuestiones para tener en cuenta antes de someterse a una cirugía refractiva.

  1. Entender bien las distintas técnicas disponibles: no todas las cirugías refractivas con iguales. Existen distintas técnicas, como el láser o la implantación de lentes intraoculares. La elección depende de factores como la edad, el tipo y la cantidad de graduación, el grosor de la córnea y el estado del cristalino, así como las aficiones o hábitos diarios.
  2. Tener expectativas realistas sobre los resultados: aunque la cirugía refractiva puede eliminar o reducir considerablemente la necesidad de gafas o lentillas, los resultados pueden variar en función de cada caso. Es importante comprender que, en algunos pacientes, especialmente a partir de cierta edad, puede seguir siendo necesario el uso de corrección óptica para determinadas tareas, como la lectura. Una buena información previa ayuda a tomar decisiones más conscientes.
  3. Planificar bien el momento de la intervención: aunque el procedimiento es rápido, ambulatorio y con una recuperación corta, conviene prever unos días sin actividades exigentes tras la operación. Si haces deporte, trabajas frente a pantallas o conduces con frecuencia, tu especialista podrá indicarte cuándo retomar esas rutinas de forma segura. También es recomendable evitar ambientes polvorientos o con riesgo de impacto ocular durante los primeros días.
  4. Elegir un centro con tecnología avanzada y experiencia contrastada: la cirugía refractiva es un procedimiento seguro, pero su éxito depende, en gran parte, del equipo médico y la tecnología empleada. Acudir a un centro con oftalmólogos especializados, equipamiento de última generación y protocolos personalizados, como los de Miranza, aporta una mayor garantía de precisión, seguridad y satisfacción con los resultados.
  5. Valorar el impacto económico a medio y largo plazo: aunque el coste inicial de la cirugía puede parecer elevado, es importante considerarlo como una inversión en salud. A lo largo de los años, la reducción o eliminación del gasto en lentillas, gafas o productos para su mantenimiento, puede suponer un ahorro significativo. Además, la comodidad y la calidad de vida que ofrece la libertad visual es un valor añadido que muchos pacientes destacan.

Tras la intervención, también será necesario seguir las recomendaciones postoperatorias para garantizar una buena recuperación. Pequeños gestos como evitar frotarse los ojos, protegerlos del sol y asistir a las revisiones marcarán la diferencia.