En el marco de la iniciativa 'Todo por descubrir', de Óptica & Audiología Universitaria, que apuesta por el arte como forma de descubrir el mundo e invita a conocer las cosas interesantes de la vida y a verlas desde una nueva perspectiva, el artista Jaume Roure ha creado la obra Público para exponer en los centros de la compañía, a partir del próximo 16 de junio.

Se trata de un óleo sobre cartón -de 20,6 x 30 cm- que plasma los espectadores de un torneo de tenis, a través de una fotografía. Una mirada sobre unas personas observando, que estará expuesta -una copia- en los más de cien centros que la compañía tiene por toda España. El objetivo del artista es que la sorpresa y la emoción que él siente ante una fotografía, que refleja una vivencia concreta, se transmita también al espectador en el momento de contemplar la obra.

La iniciativa "Todo por descubrir", de Óptica & Audiología Universitaria invita a descubrir las obras de tres artistas contemporáneos -Zuzana Rohelová fue la primera y Jaume Roure es el segundo- que crean una obra en exclusiva para la compañía. La iniciativa se prolongará hasta 2026 y, a lo largo del año, se desvelará el tercer y último artista seleccionado.

La filosofía detrás de esta iniciativa se centra en invitar a descubrir, conocer y apreciar la belleza cotidiana, a veces oculta por la rutina diaria, y también una actitud de futuro de una sociedad inquieta, comprometida con la innovación y la mejora, con una mente despierta y curiosa. Y es que, precisamente el arte y sus artistas reflejan estos valores.

Jaume Roure, la pintura a partir de la fotografía

Jaume Roure es un pintor y diseñador gráfico que ha construido una trayectoria sólida y coherente dentro del ámbito de la pintura figurativa contemporánea. Su obra se distingue por una mirada poética, introspectiva y, a la vez, crítica, que conecta el paisaje urbano con la experiencia humana y la memoria de los espacios.

Roure se ha especializado en la representación de ambientes arquitectónicos y urbanos, tanto interiores como exteriores, que, a menudo, evocan la soledad, el paso del tiempo o la nostalgia de lo cotidiano. Ciudades como Barcelona, Londres o Nueva York han sido escenarios recurrentes de sus obras. Pero, más allá de la geografía, lo que define su pintura es la capacidad de capturar la atmósfera y el silencio de los espacios habitados o abandonados, observados con una sensibilidad casi cinematográfica. Su obra transmite una gran atención al detalle y una paleta de colores matizada, con una luz que, a menudo, parece emerger desde dentro del cuadro, como si la escena pintada fuera un recuerdo vivo.