El Libro Blanco de la Salud Visual en España 2025, auspiciado por el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas de España, se presentó este martes, en las instalaciones de dicha organización. Juan Carlos Martínez Moral, presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, destacó que el objetivo de un libro ...
El Libro Blanco de la Salud Visual en España 2025, auspiciado por el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas de España, se presentó este martes, en las instalaciones de dicha organización. Juan Carlos Martínez Moral, presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, destacó que el objetivo de un libro blanco es informar en profundidad y que su función es que ayuda a los que toman decisiones políticas. Aclaró que viene separado en tres partes: optometría comunitaria, resultados de la encuesta de satisfacción laborar e informe sobre salud visual y el uso de compensación óptica para trastornos de la visión en España.
"La atención comunitaria, la óptica comunitaria, es un más allá del trabajo que hacemos cada día. Tenemos una función de agentes de la promoción de la salud. El concepto comunitario es la involucración de la profesión y la sociedad en su atención profesional día a día, en la que aprovechamos ara dar información sanitaria en general", subrayó. En ese servicio de información suplementario es donde se define la óptica comunitaria, más que el concepto de optometría comunitaria. Es salud pública y atención a la sociedad española. Por otro lado, comentó que hay compañeros que cambian de profesión o de puesto de trabajo, lo que se ha querido analizar en la encuesta de satisfacción laboral. "Si queremos que haya más optometristas que estudien, habrá que cambiar, buscar mejores horarios", expresó. Dentro de la parte de los retos de la optometría, "vienen las oportunidades que implican los avances tecnológicos".
Ángel Salmador Martín, sociólogo y asesor de la Sociedad Española de Optometría, habló de la optometría comunitaria, un nuevo modelo de atención en salud visual. Matizó que optometría comunitaria se refiere al ejercicio de la profesión, mientras que óptica comunitaria al establecimiento. "Todos estamos de acuerdo con que es muy importante la optometría y la óptica comunitaria", dijo. Hay un movimiento generalizado en torno a la importancia de la labor comunitaria, porque en salud pública, cuando se habla de comunidad, se alude a poblaciones con intereses, con unas problemáticas de salud determinadas. Eso influye en que el proceso salud-enfermedad se desarrollará en ese entorno. Se puede intervenir sobre los determinantes de salud. En salud comunitaria se trabaja con comunidades. Desgranó que hay 19.000 óticos-optometristas, que absorben el 80% de la demanda de salud visual del país. Insistió en que la salud comunitaria se trata de ofrecer una atención integral e integrada con la comunidad.
Respecto a la salud vidual, apuntó los problemas existentes: excesiva presión asistencial en médicos de familia y pediatras, falta de medios en los centros de salud, cartera de servicios comunes en salud visual insuficiente, el 88% de las revisiones visuales se realiza en el sector privado, la Atención Primaria del Sistema Nacional de Salud solamente atiente el 12% de las revisiones visuales, el tiempo medio para consultas externas de oftalmología está en 74 días, un millón de derivaciones desde Atención Primaria a oftalmología se producen por problemas es agudeza visual. Alegó que "es imprescindible la incorporación del óptico-optometrista a la Atención Primaria del SNS". Y que "se tiene que hacer esa labor de atención comunitaria desde las ópticas". Se pueden hacer muchas cosas desde la optometría comunitaria. Advirtió de que más del 30% de la población española no revisa su visión de forma periódica. Justificó que están preparados para la detección precoz de patologías visuales. El 26% de los pacientes con diabetes tipo 1 y el 36% de los de tipo 2 nunca han sido sometidos a una exploración de fondo de ojo. Igualmente, reivindicó que el cliente es paciente, ya que demanda un producto o servicio de salud, porque la venta lleva implícita un consejo profesional.
De los resultados de la encuesta de satisfacción laboral de los ópticos-optometristas en España, realizada con la participación de 2.261 personas, se encargaron Cristina Álvarez Peregrina y Miguel Ángel Sánchez Tena, ambos de la Facultad de Óptica y Optometría, de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). "¿Quién en las últimas 48 horas ha pensado en mejorar su calidad de vida con algún acto?", preguntó él. Argumentó que la calidad de vida es un parámetro presente.
"En líneas generales, los ópticos-optometristas tienen niveles medios y altos de estrés. Más en el caso de las mujeres. El que esté menos estresado repercutirá en un mejor servicio al paciente. El estrés es mayor en los profesionales jóvenes", explicó ella. La realización personal da valores positivos. En líneas generales, los ópticos optometristas están satisfechos con su trabajo, pero el problema es que no se sienten reconocidos. Entre los datos positivos de la situación laboral, destaca el de la relación con los compañeros y superiores. Se trabaja en equipos. Hay unos niveles moderados de tensión y monotonía. Tienen, eso sí, una percepción de competencia profesional poco valorada. Se requieren estrategias para mejorar el reconocimiento profesional, las condiciones económicas y el desarrollo de carrera. El 52% de los profesionales está satisfecho con su trabajo. Los que trabajan en centro comercial son los menos satisfechos y los que más burnout presentan. Los optometristas jóvenes y las mujeres son los que mayor riesgo tienen de sufrir burnout. Prevenirlo es muy importante en la actualidad.
Por último; Andrés Gené Sampedro, presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de la Comunitat Valenciana y profesor titular de la Universitat de València, dio unas pinceladas del informe sobre salud visual y el uso de compensación óptica para trastornos de la visión en España, que se presentó en septiembre de 2024 al Ministerio de Sanidad. Los establecimientos de óptica fueron considerados esenciales en la Covid-19, lo que marcó su importancia a nivel sanitario. La miopía continúa siendo el primer problema de salud visual. En segundo lugar, está la presbicia. El astigmatismo mayor a 1,5 es el tercer problema.
El 80% de la población tiene errores refractivos y solo el 61% usa gafas o lentillas para compensarlos. "Hay que impulsar la optometría comunitaria para que la gente tenga una óptima salud visual. Hay un grave problema en grupos de riesgo de exclusión social, por las desigualdades en el acceso a los servicios ópticos", declaró. La población vulnerable puede tener una barrera por no ver bien. En muchos de los problemas de rendimiento académico y laboral está una mala visión detrás. Las deficiencias visuales afectan más a niños, personas mayores, mujeres y poblaciones vulnerables. Repitió que el 30% de la población continúa sin revisarse la visión regularmente. Afirmó que el Ministerio de Sanidad es consciente de que hay un problema de salud visual. Se han propuesto un Plan de Atención de Salud Visual Infantil y un Plan de Atención de Salud Visual en Adultos Mayores. Se mejoraría la detección de trastornos visuales, se reducirían costes sociales y sanitarios asociados a la baja visión y se aumentaría la equidad a la corrección óptica. Denunció que el SNS ofrece una cobertura deficiente, y que no incluye revisiones optométricas periódicas en su cartera de servicios comunes. Avisó de que los médicos de Atención Primaria siguen saturados y que se sigue demandando la incorporación de los ópticos optometristas al SNS. Actualmente, como conclusión, hay una alta prevalencia de trastornos visuales en la población. Es necesario el impulso de políticas preventivas en salud visual.