Cómo evitar la fatiga visual y el ojo seco por el uso prolongado de pantallas

El uso prolongado de pantallas reduce el parpadeo ocular en más de un 40%, lo que incrementa el riesgo de sufrir síndrome del ojo seco y fatiga visual. Miranza ofrece seis recomendaciones clave para aumentar el parpadeo y aliviar las molestias derivadas del uso digital intensivo.

02/07/2025

Seguro que alguna vez has sentido que te pican los ojos después de una larga jornada frente al ordenador, a lo que se puede sumar escozor, lagrimeo o incluso visión borrosa. Quizá estás experimentando astenopia acomodativa, también conocida como fatiga visual o síndrome de la fatiga ocular, una de las ...

Seguro que alguna vez has sentido que te pican los ojos después de una larga jornada frente al ordenador, a lo que se puede sumar escozor, lagrimeo o incluso visión borrosa. Quizá estás experimentando astenopia acomodativa, también conocida como fatiga visual o síndrome de la fatiga ocular, una de las consecuencias más comunes del uso prolongado de pantallas y de la sequedad ocular.

"La astenopia es el cansancio de la acomodación ocular", explica el Dr. Ramón Bácerna, director médico de Miranza Santander. "Es una condición que cada vez vemos más en personas que trabajan frente a pantallas durante ocho o diez horas al día, y suele manifestarse con dolor de cabeza, picor ocular, lagrimeo o escozor. Todo ello está estrechamente relacionado con la reducción del ritmo de parpadeo".

La fatiga visual se asocia directamente a una función esencial que olvidamos mientras usamos las pantallas: parpadear. "Se calcula que el parpadeo con pantallas disminuye en más de un 40%, con lo cual aumenta la sequedad del ojo y puede desencadenar e el síndrome del ojo seco", añade el especialista.

Para prevenir o tratar esta patología, el experto aconseja aplicar medidas que reduzcan el tiempo delante de las pantallas, como realizar ejercicios oculares. Para ello, es recomendable vigilar la iluminación en el entorno de trabajo, mantener los monitores a una distancia adecuada, evitar entornos secos o calurosos o realizar pausas periódicas. Todo ello, además, ayudará a evitar la sequedad ocular, lo que puede derivar en el síndrome del ojo seco.

¿Qué es el ojo seco?

El síndrome del ojo seco aparece cuando las lágrimas no lubrican correctamente la superficie ocular. Esto provoca molestias, problemas visuales e incluso lesiones que afectan a la córnea, lo que impacta directamente en la calidad de vida de las personas que lo padecen.

En este sentido, desde Miranza, grupo líder en oftalmología con cerca de 40 centros en España, se acaba de llevar a cabo un seminario teórico-práctico sobre el diagnóstico y tratamiento de este síndrome, organizado por la Unidad de Ojo Seco de IMO Grupo Miranza. Una jornada dirigida a profesionales, centrada en el manejo integral de esta enfermedad, con un taller práctico y actualización sobre las últimas tendencias terapéuticas.

Además, este mismo mes, la Dra. Itxaso Herrera, oftalmóloga en Miranza Clínica Begoña, figura como coautora del artículo "Emerging Age-Specific Therapeutic Approaches for Dry Eye Disease", publicado por la prestigiosa revista científica Journal of Clinical Medicine. En este trabajo, la doctora destaca estrategias diagnósticas y terapéuticas del ojo seco con un enfoque innovador según las diferentes etapas de la vida, reconociendo que se trata de una patología que puede afectar a personas de cualquier edad, con síntomas y retos específicos en cada caso.

¿Cómo podemos aumentar el parpadeo y evitar la sequedad ocular?

El parpadeo cumple una función esencial en la salud ocular porque cada vez que parpadeamos, se extiende una fina capa de lágrima sobre la superficie del ojo, lo que nos ayuda a mantenerla lubricada y protegida. En este sentido, el Dr. Ramón Bácerna insiste en la importancia de tomar medidas para aumentar el parpadeo y proporciona 6 claves para conseguirlo:

  1. Haz descansos regulares: si estás trabajando delante de un ordenador, lo más recomendable es aplicar la regla 20-20-20 que consiste en descansar la vista cada 20 minutos, durante al menos 20 segundos, enfocando algo que esté a más de 6 metros (20 pies).
  2. Realiza un parpadeo consciente: cuando notes que parpadeas menos en momentos de concentración, intenta aumentar el ritmo de parpadeo conscientemente. Puedes usar recordatorios para ayudarte.
  3. Utiliza humidificadores: serán tu mejor aliado, ya que aumentar o mantener la humedad en el espacio en el que te encuentras ayuda a reducir la sequedad ocular y a aumentar el parpadeo.
  4. Hidrátate mucho: es importante mantener una buena hidratación ya que ayuda a mantener los ojos hidratados.
  5. Practica ejercicios oculares: cerrar los ojos suavemente, mantenerlos cerrados durante unos segundos y luego abrirlos lentamente te ayudará a reforzar el parpadeo.
  6. Utiliza lágrimas artificiales sin conservantes: si sufres de sequedad, las lágrimas artificiales puedes proporcionarte un alivio inmediato y ayudar a restaurar la hidratación.