1 de cada 3 españoles usa gafas de sol con lentes inapropiadas

El 80% de los españoles usa gafas de sol, pero solo el 42% de forma constante. Los oftalmólogos de Clínica Baviera advierten sobre los riesgos oculares del uso inadecuado y la exposición irresponsable al sol.

10/07/2025

Con la llegada del verano y el aumento de las horas de exposición al sol, la mayoría de las campañas de prevención se centran en proteger la piel. Sin embargo, existe otro órgano que también requiere atención especial: los ojos. La radiación ultravioleta (UV) no solo causa daños dermatológicos, sino ...

Con la llegada del verano y el aumento de las horas de exposición al sol, la mayoría de las campañas de prevención se centran en proteger la piel. Sin embargo, existe otro órgano que también requiere atención especial: los ojos. La radiación ultravioleta (UV) no solo causa daños dermatológicos, sino que también puede provocar serios problemas oculares si no se toman las medidas adecuadas. Por eso, resulta fundamental utilizar gafas de sol que ofrezcan una protección eficaz contra los rayos UVA y UVB y elegir aquellas que cumplan con los estándares de calidad recomendados por los oftalmólogos. De hecho, y según datos recogidos del Estudio de la Visión en España 2025, realizado por Clínica Baviera, un 33% de los españoles podría no estar utilizando las lentes adecuadas en sus gafas de sol (donde un 22% confirma que no son adecuadas y un 11% no está seguro). Esto, puede derivar en distintas problemas oculares que se podrían prevenir con el uso responsable de este complemento.

A pesar de esto, el uso de las gafas de sol asciende hasta un 80% de la población, donde un 42% las usa siempre y un 38% en determinadas épocas de año o circunstancias. De este grupo que afirma utilizarlas en determinadas ocasiones, el 52% las utiliza en los meses de invierno y verano, el 36% cuando va a la piscina y 12% cuando va a la nieve. "Nuestros ojos necesitan protección durante todo el año, pero es cierto que las largas horas de exposición al sol de esta temporada, necesitan de una mayor responsabilidad y un mejor cuidado de los ojos por nuestra parte. A pesar de que 8 de cada 10 personas las utilizan, no siempre se eligen bien ni se usan de forma constante ni con las lentes correctas. Usar gafas homologadas, con filtros adecuados contra los rayos UV y adquirirlas en establecimientos de confianza, no es solo una cuestión estética, es clave para prevenir daños oculares que pueden aparecer con el tiempo, como cataratas o lesiones en la córnea" explica la doctora Clara Martín, oftalmóloga de Clínica Baviera.

Problemas derivados por la radiación UV

Según los expertos de Clínica Baviera, existen muchos problemas y enfermedades oculares que están muy relacionados con la exposición directa y sin protección a la luz solar. Entre otros, destacan:

  • Cataratas. Las cataratas se producen cuando el cristalino, la lente natural del ojo, se vuelve opaca y hace que el paciente comience a ver borroso, independientemente de la distancia a la que mire. En la gran mayoría de los casos, la aparición de cataratas está vinculada a la edad, pero, una exposición continuada a la radiación ultravioleta puede acelerar este proceso.
  • Fotoqueratitis. Es el equivalente a las quemaduras solares de la piel, pero en los ojos. Según la gravedad de la quemadura, el paciente podrá presentar síntomas como fotofobia o dolor intenso.
  • Cáncer de párpado. Es un tipo de melanoma dérmico que tiene la característica de ubicarse en esa parte de la piel que cubre los ojos. Hay que recordar la piel del párpado es especialmente sensible y que, como cualquier tejido dérmico, puede verse afectada por problemas como los melanomas. Además, esta zona de los ojos no suele protegerse con productos de protección solar.
  • DMAE. Es un problema vinculado a la edad del paciente, pero, al igual que sucede con las cataratas, existen determinados hábitos que pueden acelerar su aparición y desarrollo. Entre estos hábitos negativos se encuentra la exposición directa y continuada a la luz ultravioleta.
  • Nevus oculares. Aparecen en el ojo igual que lo hacen en la piel y son concentraciones de melanocitos que pueden aparecer en el iris o en la esclerótica. Estos no tienen por qué ser necesariamente malignos. Sin embargo, es importante que el paciente vigile su evolución de manera continuada y que sean revisados por el oftalmólogo de forma frecuente.