La miopía infantil es ya uno de los mayores desafíos de salud pública del siglo XXI. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha declarado una auténtica pandemia: en 2010, el 28% de la población mundial era miope y se prevé que en 2050 lo será al menos el ...
La miopía infantil es ya uno de los mayores desafíos de salud pública del siglo XXI. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha declarado una auténtica pandemia: en 2010, el 28% de la población mundial era miope y se prevé que en 2050 lo será al menos el 50%, es decir, más de 5.000 millones de personas
Frente a esta realidad, Cottet, especialistas en visión con más de 120 años de trayectoria, apuesta por la prevención, la detección precoz y la aplicación de soluciones innovadoras como MiYOSMART, la lente oftálmica desarrollada por HOYA y el Hong Kong Polytechnic University, que ha revolucionado el control de la miopía en menores.
MiYOSMART se ha consolidado como "la forma inteligente de tratar la miopía en niños y adolescentes" gracias a una combinación de innovación tecnológica y aval clínico:
La clave de MiYOSMART está en su tecnología D.I.M.S. (Defocus Incorporated Multiple Segments), que crea una señal óptica capaz de frenar el crecimiento axial del ojo, principal causa de la progresión miópica.
Riesgos de la miopía infantil si no se controla
La miopía no es solo un problema de visión borrosa de lejos: a medida que aumenta la graduación, también lo hacen las probabilidades de sufrir complicaciones oculares graves. Por ejemplo, un niño con –2 dioptrías tiene el doble de riesgo de padecer cataratas y degeneración macular miópica y hasta tres veces más de sufrir un desprendimiento de retina. Cuando la miopía alcanza –5 dioptrías, las probabilidades se multiplican: el riesgo de cataratas es tres veces mayor, el de desprendimiento de retina se multiplica por nueve y el de degeneración macular miópica se dispara hasta ser 41 veces superior.
Además, existen factores que aumentan la probabilidad de que un niño desarrolle miopía, como tener uno o ambos progenitores miopes, dedicar poco tiempo a actividades al aire libre o realizar tareas de cerca durante más de dos horas y media al día.
Como la miopía suele iniciarse entre los 6 y 9 años y progresa hasta el final de la adolescencia, la detección temprana y el control son esenciales para evitar que los niños se conviertan en miopes de alto riesgo.
Síntomas que pueden indicar problemas de visión en niños
Muchos problemas visuales pasan desapercibidos porque los niños no siempre saben expresar que no ven bien. Los signos de alerta más frecuentes son:
Detectar estos síntomas a tiempo es clave para consultar con un especialista y evitar que los problemas visuales afecten tanto a la salud ocular como al rendimiento escolar.
La importancia de las revisiones periódicas
Cottet subraya la necesidad de un seguimiento profesional constante:
Entrenamiento visual: complemento clave en el rendimiento escolar
Además del control refractivo, Cottet ofrece programas de entrenamiento visual específicos para niños, que abordan habilidades esenciales como la acomodación, la visión binocular, el control oculomotor o la percepción visual
Estos programas, con fases intensivas y de mantenimiento, tienen una duración de entre 4 y 6 meses y combinan sesiones en consulta con ejercicios diarios en casa.
Sus beneficios incluyen: