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El aumento del teletrabajo y el uso intensivo de las pantallas han convertido la fatiga visual en un problema creciente para muchos trabajadores. Pasar varias horas frente al ordenador puede provocar sequedad ocular, visión borrosa, cefaleas y otros síntomas asociados al síndrome de fatiga visual digital. Además, la exposición prolongada ...
El aumento del teletrabajo y el uso intensivo de las pantallas han convertido la fatiga visual en un problema creciente para muchos trabajadores. Pasar varias horas frente al ordenador puede provocar sequedad ocular, visión borrosa, cefaleas y otros síntomas asociados al síndrome de fatiga visual digital. Además, la exposición prolongada a la luz azul puede alterar el ciclo del sueño, dificultando un descanso adecuado.
En una ciudad como Barcelona, donde el teletrabajo alcanza al 35,6% de la población, según el Institut Metròpoli, la protección de la salud ocular se ha convertido en una prioridad para quienes trabajan desde casa. Este hecho también se refleja en los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2024, que evidencian que, a nivel nacional, el 37,5% de las empresas permiten el teletrabajo, un porcentaje que asciende al 47,8% en el caso de Cataluña.
Si bien el teletrabajo ha traído múltiples ventajas, como una mayor flexibilidad y una mejor conciliación, también ha aumentado la exposición prolongada a los dispositivos electrónicos. La conexión constante con las pantallas, ya sea a través del ordenador, la tableta o el móvil, ha convertido la fatiga visual digital en una afección cada vez más común.
Ante esta situación, el Dr. Elío Díez-Feijóo, oftalmólogo especializado en el diagnóstico y tratamiento de patologías perioculares en el Hospital CIMA Sanitas de Barcelona, explica que "la exposición continuada a pantallas sin pausas adecuadas puede derivar en el denominado síndrome de fatiga visual digital, caracterizado por sequedad ocular, visión borrosa y dolores de cabeza".
Otros síntomas que menciona el experto son el lagrimeo excesivo a causa de la sequedad ocular prolongada, dolor de cuello y hombros debido a una postura inadecuada durante el teletrabajo, sensación de fatiga ocular, pesadez en los ojos y visión borrosa, dolor de cabeza, fotofobia y dificultad para dormir, ocasionada por la inhibición de la producción de melatonina debido a la exposición a la luz azul del ordenador.
El Dr. Díez-Feijóo señala que "la digitalización del trabajo es una realidad, pero es fundamental adoptar medidas de prevención contra los efectos en nuestra salud visual a largo plazo". En este sentido, los expertos en oftalmología del Hospital CIMA Sanitas de Barcelona recomiendan una serie de hábitos saludables para mitigar los efectos negativos de las pantallas, especialmente en jornadas de teletrabajo:
Aplicar la regla 20-20-20: se recomienda desviar la mirada, cada 20 minutos, a un objeto situado a 20 pies (aproximadamente 6 metros) de distancia durante al menos 20 segundos. Este hábito ayuda a reducir la fatiga ocular.
Mantener una iluminación y distancia adecuadas: la pantalla del ordenador debe situarse a la altura de los ojos y a una distancia de entre 50 y 70 cm del rostro. Además, la luz del ordenador debe ser mayor que la luz ambiental para reducir el contraste con el entorno.
Parpadear con frecuencia: una persona parpadea entre 15 y 20 veces por minuto de media. El parpadeo consciente previene la sequedad ocular al mantener una adecuada lubricación de los ojos. En caso necesario, se recomienda utilizar lágrimas artificiales que mejoren la lubricación.
Realizar revisiones oftalmológicas periódicas: una de las medidas preventivas más importantes es acudir a un especialista de forma regular, especialmente si se trabaja diariamente frente al ordenador.
No utilizar pantallas media hora antes de dormir: de este modo, el cerebro podrá segregar la melatonina necesaria para conciliar el sueño.
Evitar la exposición a pantallas por parte de los menores: la Asociación Española de Pediatría recomienda la prohibición total antes de los 2 años. Menos de una hora al día entre los 3 y los 5 años. A partir de los 5 años, un máximo de dos horas al día. Los efectos de las pantallas en los niños van más allá de la salud visual y afectan su desarrollo, relaciones sociales y salud mental.
Incluir estos hábitos de cuidado de la salud visual puede minimizar los efectos secundarios del uso prolongado de pantallas, pero no los elimina por completo. En este sentido, el Dr. Díez-Feijóo subraya que "si se detecta alguno de los síntomas mencionados, es recomendable acudir al oftalmólogo para evaluar el estado de la visión y detectar posibles problemas oculares a tiempo".
En un contexto en el que el teletrabajo sigue en auge, especialmente en ciudades como Barcelona, la prevención y el seguimiento médico son claves para evitar problemas visuales a largo plazo y garantizar el bienestar de los profesionales que trabajan frente a una pantalla.