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El XX Fórum de Contactología ha reanudado su actividad tras el parón veraniego con un tema actual: la transformación digital del sector óptico y el papel de la inteligencia artificial (IA) en la gestión empresarial. En este marco, el webinar `De óptico a empresario: La IA como aliada en la ...
El XX Fórum de Contactología ha reanudado su actividad tras el parón veraniego con un tema actual: la transformación digital del sector óptico y el papel de la inteligencia artificial (IA) en la gestión empresarial. En este marco, el webinar `De óptico a empresario: La IA como aliada en la gestión' ha sido conducido por Ulises Monzón, ingeniero informático, CEO de Deipe y creador de plataformas como GIO Web, con más de dos décadas de experiencia en la digitalización de ópticas.
La sesión ha sido una invitación directa a cambiar el enfoque tradicional de la gestión óptica, proponiendo una evolución desde la intuición hacia un modelo basado en datos, indicadores y procesos automatizados, con ayuda de herramientas accesibles y tecnológicamente avanzadas.
La óptica como empresa
El experto ha abierto su intervención destacando que su objetivo no era hablar de tecnicismos, sino mostrar "cómo pasar de la intuición a los indicadores para mejorar áreas como ventas, finanzas, marketing o atención al cliente". En su opinión, la clave está en hacer una gestión más estratégica basada en el conocimiento real del negocio.
A lo largo de la sesión, ha puesto énfasis en cómo las ópticas acumulan grandes cantidades de información que rara vez se utilizan de forma eficiente. "Llevamos más de 20 años ayudando a ópticas a automatizar procesos, ordenar la información y, sobre todo, tomar decisiones basadas en datos", ha subrayado. Esta experiencia le ha permitido entender los flujos de trabajo tanto de grandes cadenas como de ópticas independientes, proveedores de lentes, monturas o incluso audífonos.
Asimismo, ha recordado cómo muchas ópticas aún crean sus catálogos y artículos de forma manual, lo que supone una pérdida de tiempo y recursos. Para resolverlo, Deipe ha colaborado directamente con proveedores con el fin de estandarizar catálogos y permitir pedidos automáticos. "Nuestro objetivo siempre ha sido eliminar tareas mecánicas y convertirlas en procesos automáticos", ha asegurado.
Inteligencia artificial, una herramienta cotidiana
Uno de los puntos centrales de la ponencia ha sido la desmitificación de la IA. El CEO de Deipe ha insistido en que la IA no es una moda pasajera ni una tecnología exclusiva para expertos en informática. "La IA está en nuestro día a día, muchas veces sin que lo notemos. Netflix nos recomienda películas, Alexa responde nuestras preguntas y hasta la aspiradora ya no se choca con las paredes", ha comentado, ilustrando su presencia en lo cotidiano.
Para facilitar la comprensión del público, ha explicado que la IA puede clasificarse en tres grandes categorías: la IA tradicional, basada en reglas fijas y estructuras predefinidas, como los clásicos sistemas de "si compras esto, tienes un 10% de descuento"; el machine learning, una forma más avanzada que aprende a partir del análisis de grandes volúmenes de datos, permitiendo, por ejemplo, detectar patrones de comportamiento o identificar enfermedades en retinografías; y, por último, la IA generativa, capaz de crear contenido nuevo –como imágenes, textos o código– a partir de instrucciones simples, conocidas como prompts.
Así, ha detallado que "un ejemplo claro de IA generativa es cuando creamos imágenes con un simple prompt". En Deipe diseñaron un personaje virtual para su soporte técnico, afinando progresivamente la imagen gracias a la IA. "Lo hicimos todo sin necesidad de un diseñador. Solo con descripciones bien pensadas y algunos ajustes", ha relatado.
Claves para una IA efectiva
Monzón ha hecho especial hincapié en la importancia del contexto en el uso de la IA. "Si preguntamos la edad de alguien nacido en 1928, no basta con saber el año. Necesitamos también el mes, la hora o incluso la zona horaria", ha compartido como analogía para destacar cómo la IA puede equivocarse si no tiene suficiente información. A eso lo llaman "alucinaciones", que son respuestas aparentemente correctas pero basadas en datos incompletos o mal estructurados.
Por lo tanto, ha recomendado estructurar bien la base de datos de la óptica y entrenar a la IA con información clara y precisa. Esto evita errores y permite aprovechar el verdadero potencial de la tecnología.
Automatización y asistentes virtuales
Uno de los ejemplos más impactantes ha sido el de Ángela, el asistente virtual creado por Deipe. Inicialmente una simple interfaz, Ángela ha evolucionado hasta convertirse en una IA con voz capaz de mantener conversaciones reales con clientes. "Algunos ya pueden hablar directamente con ella por teléfono, y Ángela no solo conversa, sino que puede crear incidencias, registrar consultas o dar información útil", ha afirmado.
Este avance ha supuesto un ahorro de tiempo considerable y una mejora en la experiencia del cliente. A su vez, Ángela puede hacer llamadas proactivas para comunicar novedades, enviar recordatorios o resolver dudas con información documentada al instante.
Centralizando el conocimiento
Otra innovación presentada en el webinar ha sido la posibilidad de entrenar a la IA con la documentación interna de la óptica. "Antes, los procedimientos estaban en papel. Luego los digitalizamos. Ahora, los convertimos en conocimiento accesible 24/7", ha relatado. Esto permite que cualquier empleado pueda consultar directamente a la IA cuestiones operativas, legales o administrativas.
No obstante, ha advertido sobre la importancia de hacerlo bien: controlar el acceso a los datos, estructurarlos correctamente y entender que la IA necesita entrenamiento para evitar respuestas erróneas.
Protección de datos y herramientas europeas
El ingeniero informático también ha abordado uno de los temas más sensibles: la privacidad. El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en Europa es mucho más estricto que en otros países, y esto puede limitar el uso de algunas herramientas populares.
Como consecuencia, ha advertido que "herramientas como Mistral, que es europea, garantizan que los datos se quedan en servidores dentro de la UE" pero, en cambio, "ChatGPT (OpenAI) no está homologada por el Data Privacy Framework, así que hay que tener cuidado".
OpticaGIA: IA creada para el sector óptico
Una parte importante de la sesión ha estado dedicada a OpticaGIA, la nueva herramienta de Deipe diseñada específicamente para el sector óptico. A diferencia de las IA genéricas, esta plataforma está entrenada con datos reales y estructurados del entorno óptico, lo que permite obtener respuestas más fiables y sin "alucinaciones".
"Con OpticaGIA puedo preguntarle: `¿Qué clientes han venido a graduarse en los últimos seis meses y no han comprado?' y la IA genera la consulta automáticamente", ha puntualizado. La herramienta también sugiere acciones, como enviar ofertas personalizadas o hacer seguimiento proactivo.
Adicionalmente, OpticaGIA puede generar informes comparativos, segmentar clientes, elaborar presentaciones educativas o redactar correos personalizados. Todo esto, según el CEO de Deipe, "nos permite tomar decisiones informadas, ahorrar tiempo y mejorar la experiencia tanto del profesional como del cliente".
IA y automatización
Otro punto destacado ha sido la combinación entre IA y automatizaciones. El creador de plataformas ha dado un ejemplo concreto: "Si un cliente solicita una factura, la IA puede localizarla y enviarla automáticamente, sin intervención humana". Esta integración mejora la eficiencia y la inmediatez de las respuestas.
También ha mostrado cómo se puede usar IA generativa para tareas simples del día a día: desde generar imágenes para redes sociales hasta crear carteles promocionales. "En tres minutos ya tenía un cartel decente para Halloween. No es profesional, pero cumple su función", ha agregado.
El futuro al alcance de la mano
Finalmente, ha cerrado su intervención con un mensaje realista: la IA no viene a reemplazar al óptico, sino a potenciar su trabajo. "Mi recomendación es empezar con pequeños pasos, integrar la IA en procesos sencillos, y luego expandir su uso según veamos los beneficios", ha aconsejado. El cambio es tanto tecnológico como cultural, por lo que "la clave está en aprender a usarla para hacer las cosas, no solo para buscar información".
La sesión ha dejado una sensación optimista, lejos de la visión futurista o intimidante que a veces rodea a la IA, ya que Ulises Monzón ha presentado un enfoque accesible, humano y centrado en la mejora del negocio óptico.