Hallan una causa genética desconocida de la atrofia óptica hereditaria

La atrofia óptica hereditaria representa una de las principales causas de ceguera. Se sabe que hay un número relativamente elevado de genes, muchos de los cuales están implicados en la función mitocondrial, que participan en dicha patología. Sin embargo, en muchos de los afectados aún no se ha podido identificar la causa genética.

Estado: Esperando

20/10/2025

La atrofia óptica es una enfermedad degenerativa del nervio óptico que puede ser hereditaria y conduce a un daño gradual a las células ganglionares de la retina, las células nerviosas que transmiten señales visuales desde la retina al cerebro. Los primeros síntomas suelen ser una reducción de la agudeza visual, ...

La atrofia óptica es una enfermedad degenerativa del nervio óptico que puede ser hereditaria y conduce a un daño gradual a las células ganglionares de la retina, las células nerviosas que transmiten señales visuales desde la retina al cerebro. Los primeros síntomas suelen ser una reducción de la agudeza visual, alteración de la percepción del color o defectos del campo visual central.

Actualmente, se conocen alrededor de 20 formas de atrofia óptica. La mayoría de las variantes implican una alteración de la función mitocondrial. A pesar de los avances en el diagnóstico genético, la causa genética exacta sigue sin estar clara en alrededor del 60 por ciento de los afectados.

Ahora, un equipo de investigación de las Universidades Médicas de Graz y Viena (Austria) ha descubierto una causa genética previamente desconocida de la atrofia óptica hereditaria. Los resultados, publicados en la revista 'Genetics in Medicine', abren nuevas posibilidades para el diagnóstico de esta enfermedad y proporcionan enfoques importantes para futuras investigaciones sobre los mecanismos subyacentes.

Variante desconocida

El punto de partida de la investigación fue el análisis genético de una numerosa familia austriaca, compuesta por siete individuos de tres generaciones que padecían atrofia óptica. La secuenciación genómica reveló una variante no descrita previamente en el gen PPIB (peptidilprolil isomerasa B). Este gen contiene la estructura de una enzima que ayuda a las proteínas del organismo a adoptar su estructura correcta y descompone las proteínas con estructuras defectuosas.

En cultivos celulares de personas afectadas, el equipo de investigación demostró que esta variante genética altera la función de las mitocondrias, las centrales eléctricas de las células. El deterioro de la función mitocondrial es detectable en la mayoría de las formas conocidas de atrofia óptica hereditaria. Mediante el análisis de datos genómicos archivados, se identificaron doce afectados adicionales con la misma mutación genética en otras ocho familias.

La edad de aparición de los síntomas fue principalmente en la edad adulta (mediana: 36 años) y la gravedad de la manifestación clínica fue variable. Los fibroblastos derivados de los pacientes revelaron una morfología mitocondrial alterada, así como defectos sutiles en la cadena respiratoria.

Según expuso el coordiandor del estudio, Wolfgang M. Schmidt, del Centro de Anatomía y Biología Celular de la MedUni de Viena, "hemos logrado describir el gen PPIB como un nuevo gen de atrofia óptica. "La identificación de esta variante genética abre la posibilidad de un diagnóstico genético, que ha faltado en muchos casos", añadió, por su parte, el codirector del estudio, Thomas P. Georgi, del Departamento de Oftalmología de la MedUni de Graz. "Esto es importante para poder ofrecer asesoramiento específico a las familias afectadas y adaptar la atención médica a las necesidades individuales de cada uno".

Con este trabajo se ha aclarado una laguna en relación con el gen PPIB. Estudios futuros orientarán sobre cómo influye exactamente la variante PPIB en el metabolismo celular y si otros cambios genéticos en este gen se asocian con la atrofia óptica.

Autor: IM Ópticas
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