IMOPTICAS nº 1
69 C on la llegada del buen tiempo, pasamos más horas al aire libre. No solo paseando, tumbados en la playa o en una terracita tomando algo, sino practicando nuestro deporte preferido. Y, aunque pueda resultar obvio que, estando expuestos al sol, deberíamos proteger nu- estros ojos con gafas de sol, no siempre es así. Muchas veces se practica deporte sin protección ocular y otras muchas se hace con las gafas inadecuadas. La asociación de utilidad pública Visión y Vida recuerda que el 2% de las lesiones oculares que reciben los profesionales de la visión se producen mientras se practica algún deporte, y el 90% de éstas podría haberse evitado si el paciente se hubiese asesorado previamente y hubiese utilizado las gafas correctas. Con la llegada del verano, es imprescindible protegerse de las radiaciones solares, pero más allá de la exposición al sol, también es importante proteger los ojos de otros elementos, como partículas u objetos que pueden impactar en los ojos durante la práctica de deporte. Lesiones más comunes al hacer deporte Hablamos de lesiones como los traumatismos por golpes di- rectos en el ojo, de hemorragias producidos por el golpe, lesi- ones superficiales en la córnea, inflamaciones de la conjunti- va, lesiones por la sobreexposición a la radiación UV e incluso desprendimiento de retina, como las lesiones más frecuentes. Problemas fácilmente evitables si se utilizan las gafas adecu- adas, tanto si necesita graduación como si no. Los avances en este campo permiten que se pueda graduar la mayoría de ga- fas deportivas o combinarlas de forma sencilla con sus lenti- llas. Por lo que no hay excusa para no utilizarlas. A rasgos generales, las gafas de sol deportivas deben cumplir con una serie de características. Lo primero es que no deben alterar la calidad de las imágenes ni la visión de los colores. Las lentes deben abarcar un campo de visión amplio sin presentar efectos prismáticos ni tener deformaciones. Deben eliminar la radiación ultravioleta (UV). Ser resistentes a posibles impactos y estables frente al calor. Y, por supuesto, ser cómodas y ligeras. En este sentido, la gran mayoría de gafas de sol deportivas es- tán realizadas con el frente de acetato, por su resistencia a los impactos. Mientras que las varillas es mejor que sean de goma Color de la lente para mejorar la visibilidad de la pelota En el caso de los deportes en los que interviene una pelota es muy importante el color de la lente para mejorar el contraste de esa pelota con el cielo, las paredes o en entorno en general. Así, los amantes del golf, mejor si utilizan lentes de color cobre, mientras que, si pre- ferimos el tenis, lo ideal son unas lentes amarillas para incrementar la visibilidad de la pelota. Para los deportes de contacto en la que intervienen objetos a gran velocidad, como es el caso de hockey o el rugby, son imprescindibles unas buenas gafas protectoras contra los golpes, con lentes de color ámbar para filtrar la luz azul y mejorar la visibilidad de la pelota y evitar los deslumbramientos.
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