IM OPTICAS nº 2

75 Audición y Covid-19 Otra cosa son las consecuencias derivadas del coronavirus a nivel de pacientes con pérdidas de audición. Para Bonafont, el Covid-19 “ha sido un cambio radical a la hora de desarrollar nuestra actividad clínica y comercial. Ha sido un verdadero reto”. No obstante, “los que realmente han sufrido las consecuencias son los clientes. Sobre todo, las personas mayores. Ellos han tenido que sumar, a su propia pérdida auditiva, la dura realidad del confinamiento, el aislamiento social, la imposibilidad a veces de poder venir a nuestro centro y, por si fuera poco, la gran barrera que supone para ellos el uso generalizado de mascarillas, ya que no pueden apoyarse en la lectura labial”, añade. Por suerte, la tecnología está cambiando todo a gran velocidad y, evidentemente, el mundo de la audioprótesis también se beneficia de ella. A este respecto, Bonafont informa de que “hoy en día contamos con audífonos que permiten prácticamente un funcionamiento autónomo, reprogramándose ellos solos cada vez que el usuario cambia de entorno sonoro, facilitando la señal del habla, haciéndola emerger de un entorno ruidoso”. Y habla de “localización de los sonidos más precisa que deja actuar al audífono para focalizar las fuentes de mayor interés, o la utilización de la inteligencia artificial para poder ir adaptando las prótesis a cada usuario, personalizando al máximo la adaptación en tiempo real”. Su principal escollo es la parte económica, ya que “los precios pueden variar desde 800 euros hasta 4.500 euros”, según Bonafont. Y añade: “Obviamente sería fantástico que se pudieran recibir ayudas o subvenciones por parte del estado, cosa que en estos tiempos que corren es realmentemuy complicado. De todas formas, es posible, por una parte, ajustarse al presupuesto de cada usuario, y por otra, recurrir a la financiación que permite el pago en cómodas cuotas”. El paciente lo que quiere es que se le solucione el problema para poder volver a conectarse a su vida laboral, familiar y so- “ “SERÍA FANTÁSTICO QUE SE PUDIERAN RECIBIR AYUDAS O SUBVENCIONES POR PARTE DEL ESTADO PARA SUFRAGAR EL IMPORTE DE LOS AUDÍFONOS” cial. La solución a algunas patologías está en camino. En palabras de Carles Bonafont, “se están investigando y desarrollando terapias génicas para el tratamiento de ciertas hipoacusias, lo que representaría un gran paso en la erradicación de ciertas condiciones”. Asimismo, señala, “un equipo de neuroingenieros de la Universidad de Columbia está investigando y trabajando en el desarrollo de tecnologías de audioprótesis que puedan interactuar con el cerebro y así permitir que podamos focalizar las fuentes sonoras de interés en un entorno acústico complejo”. Mientras todo esto no ocurra, prevenir y cuidar nuestra salud auditiva debería ser una prioridad para evitar males mayores que desemboquen en una pérdida auditiva o sordera.

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