IM OPTICAS nº 22

32 BAJA VISIÓN la oftalmología es fundamental, ya que la Sociedad Española de Oftalmología forma parte de nuestro patronato”, comparte, aclarando que trabajan con “asesores técnicos en optometría y con psicólogos, ya que la gestión emocional de la pérdida de visión es crucial para una correcta adaptación”. El enfoque integral es clave para la fundación porque se quieren asegurar de que todas las estrategias que desarrollan “estén alineadas con los servicios profesionales a los que las personas con baja visión tienen acceso”. Esto no solo garantiza la coherencia entre los servicios, sino que también asegura que las personas afectadas puedan recibir un tratamiento y apoyo emocional adecuado durante todo el proceso de adaptación a su pérdida visual. Impulsar la investigación médica La investigación es otro de los pilares fundamentales de la Fundación ONCE Baja Visión. “Muchos de los trastornos visuales que causan baja visión son progresivos, por lo que la investigación juega un papel clave para frenar el avance de estas patologías”, sostiene, destacando que “la ONCE siempre ha apostado por la investigación, y la fundación mantiene esta filosofía”. De esta forma, están trabajando en una convocatoria bianual de financiación de proyectos de investigación. “Este año, lanzaremos una convocatoria con una dotación económica significativa para apoyar proyectos que busquen prevenir la deficiencia visual”, adelanta. Eliminando barreras Otro aspecto clave de la labor de la fundación es la inserción laboral de las personas con baja visión. Viera Romero menciona que “el Grupo Social ONCE, del que formamos parte, es el cuarto mayor empleador no público en España y el primero a nivel mundial de personas con discapacidad”. Gracias a esta red, pueden ofrecer recursos valiosos, como la colaboración con Inserta Empleo, una entidad especializada en la inserción laboral de personas con discapacidad. Por lo tanto, aprovechan “todas las sinergias dentro del Grupo Social ONCE para promover la inclusión laboral de las personas con baja visión”. Finalmente, remarca que aún existen retos legislativos y sociales que dificultan la plena inclusión de las personas con baja visión: “Uno de los grandes desafíos sigue siendo la accesibilidad en espacios públicos, como las máquinas de ticketing o los datáfonos. Estos son solo algunos ejemplos de cómo, en muchos casos, la sociedad no está suficientemente adaptada para garantizar la autonomía de las personas con discapacidad visual”. Sin embargo, el gerente se muestra optimista sobre el futuro, y espera “que las administraciones públicas sigan avanzando en la atención a las personas con baja visión y que la sociedad en general continúe en el camino hacia una inclusión real”. De cara a los próximos años, confía en que “la situación de las personas con baja visión mejorará, especialmente si seguimos sumando esfuerzos entre todos: entidades públicas, privadas y, por supuesto, el movimiento asociativo”. Así, la Fundación ONCE Baja Visión continúa trabajando para ofrecer un futuro más accesible e inclusivo para todas las personas con baja visión, sin dejar de lado la importancia de la investigación, la colaboración profesional y el apoyo de la sociedad en su conjunto. RECIBE NUESTRA NEWSLETTER CON TODAS LAS NOTICIAS Y NOVEDADES DEL SECTOR www.imopticas.es

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