IM OPTICAS nº 22

48 DMAE Factores de riesgo Aunque hay factores que no se pueden cambiar, como son la edad o la genética, otros sí están bajo nuestro control. Ahí entra en juego el asesoramiento desde la óptica. El tabaquismo, por ejemplo, es uno de los grandes responsables. Los fumadores tienen un riesgo relativo 2,4 veces mayor que los no fumadores. Si se suma la predisposición genética, ese riesgo puede dispararse hasta 34 veces. Igualmente influyen la exposición prolongada al sol sin protección, la obesidad, la hipertensión arterial y una dieta pobre en antioxidantes. No hay que olvidarse de que la mácula es una estructura muy delicada y cualquier hábito que dañe los vasos sanguíneos del cuerpo afecta del mismo modo a los microvasos de la retina. Pequeños gestos pueden marcar una gran diferencia. En el apartado de la prevención; se recomienda utilizar gafas de sol con protección UV (esta protección es trascendental incluso en días nublados o en ambientes con mucha luz reflejada), dejar de fumar si se tiene dicha adicción, llevar a cabo una dieta rica en vegetales de hoja verde, frutas cítricas y pescados grasos. La luteína y zeaxantina, que puede encontrarse en vegetales de hoja verde y yemas de huevo, se relaciona con un menor riesgo de padecer degeneración macular, pues se acumulan en la mácula, donde actúan como filtro ante la luz azul de pantallas y rayos solares. El diagnóstico de la DMAE se realiza mediante exámenes oftalmológicos completos. Una dilataSu carga económica El estudio Evaluación de la carga económica de la pérdida de visión y la ceguera legal irreversible en España (2021-2030), promovido por la Asociación Mácula-Retina, analiza el impacto económico para la sociedad como consecuencia de la pérdida de visión y la ceguera legal irreversible, derivadas de las principales enfermedades oftalmológicas en España: glaucoma, retinopatía diabética (RD), edema macular diabético (EMD), degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y alta miopía (AM). Los resultados indican que, para el año 2030, la población afectada por estas patologías aumentará hasta 7,99 millones de pacientes, lo que representa duplicar los casos (103 %). El coste anual de todas las patologías ascendería a 10.000 millones de euros (99.800 millones en una década), destacando que los costes directos no sanitarios (44 %) y la pérdida de productividad (38 %) representan los mayores componentes de la carga económica. Los costes acumulativos en una década por la DMAE serán 10.950 millones de euros en 2030, cuando en 2021 eran 7.507. ción pupilar, tomografía de coherencia óptica (OCT) y angiografía fluoresceínica. En la consulta del óptico optometrista, herramientas simples como el test de Amsler permiten detectar alteraciones visuales centrales. Un simple papel cuadriculado, si se ve deformado, puede indicar cambios en la retina. Cuánto antes se detecte, mejor será el pronóstico. En ese sentido, es crucial realizar exámenes oculares regulares, especialmente después de los 50 años. Lo bueno es que los ópticos optometritas están en primera línea de detección. Pueden advertir sobre signos tempranos y derivar al paciente al oftalmólogo. Tratamientos actuales y esperanzas nuevas “Los pacientes con enfermedades oculares todavía tenemos muchas necesidades no cubiertas y es crucial que se siga investigando e innovando. Pero, además, debemos sensibilizar a la población y las autoridades sobre ellas para avanzar en prevención, el diagnóstico temprano y en el cuidado de las personas que conviven con estas enfermedades”, señaló Jacinto Zulueta, presidente de la Asociación Mácula-Retina, el pasado mes de mayo, en la presentación del concurso fotográfico Miradas que perduran, que busca concienciar a la sociedad sobre patologías oculares. “La oftalmología afronta retos muy relevantes, como el envejecimiento de la población, la creciente carga asistencial y las listas de espera. Por ello, es fundamental llevar a cabo campañas de concienciación como esta, que recuerdan la importancia de cuidar la visión y de colaborar todos juntos para mejorar la vida de los pacientes”, apuntó Alfredo García Layana, presidente de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV). Hasta hace poco, la única herramienta disponible para frenar el avance de la DMAE era la prevención y algunos complementos nutricionales. Pero, en los últimos años, se han dado pasos importantes en este campo. Especialmente en la forma húmeda, la más agresiva, donde nuevos fármacos anti-VEGF han revolucionado el tratamiento. Estos medicamentos, administrados mediante inyecciones intraoculares, inhiben el crecimiento anormal de vasos sanguíneos y han conseguido reducir a la mitad la ceguera por esta causa. Si bien, tienen un inconveniente, y es EL DESCUBRIMIENTO DE LA PROTEÍNA IRAK-M ABRE UNA NUEVA VÍA TERAPÉUTICA INDEPENDIENTE DE LAS ACTUALES

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