19 Inés Ruiz de Garibay viene de una familia de dentistas. Su padre siempre pensó que seguiría sus pasos, pero como ella misma explica, “desde pequeña me sentí fascinada por los ojos y por todo lo que tiene que ver con la visión. Me atraía mucho el detalle, la precisión y el impacto que tiene en la calidad de vida de las personas ver bien”. Así que decidió estudiar Óptica y Optometría. Y su padre, “lejos de oponerse, me apoyó completamente. Me animó a dedicarme a lo que realmente me gustaba. Y aquí estoy, feliz de haber elegido este camino”, afirma. El día a día en Óptica Garibay de Avilés no dista mucho del de otros establecimientos, revisando la agenda del día, organizando las tareas del equipo, realizando exámenes visuales, adaptando lentes de contacto, atendiendo a pacientes con necesidades específicas o asesorando en la venta de gafas. Pero Inés Ruiz de Garibay también hace “sesiones de terapia visual, algo cada vez más necesario, y gestiono la comunicación en redes sociales. Subo ‘reels’ a Instagram, etiqueto a los clientes y creo contenido para mantener viva la comunidad que se ha formado alrededor de la óptica. Me encanta ese contacto cercano, tanto en persona como en lo digital”, comenta. Considera que lo clientes demandan algo diferente: “Valoran la originalidad, la exclusividad. En Óptica Garibay solo tenemos una gafa de cada modelo, no repetimos ninguna, y eso crea una experiencia muy especial. Nuestra clientela sabe que va a llevar algo único. Por otro lado, me encanta el trato cercano con las personas, escucharles, entender qué necesitan visual y estéticamente. Mi especialidad es precisamente esa: combinar precisión óptica con asesoramiento personalizado”, explica. “El compañerismo que existe entre ópticos independientes” es uno de los aspectos que más valora de la profesión, y añade: “Siempre hay alguien dispuesto a ayudarte, a compartir conocimientos o simplemente a escucharte. También valoro la confianza que los clientes depositan en ti año tras año. Esa fidelidad no se compra, se gana con trabajo, cercanía y honestidad”. Respecto a los cambio vividos en el sector en los últimos años, Inés Ruiz de Garibay considera que ha evolucionado “muchísimo. Antes se nos veía más como técnicos o comerciantes, pero ahora la sociedad empieza a entender que somos profesionales sanitarios de la visión. Incluso se nos está incluyendo más en la sanidad pública, y eso es un paso muy importante. Nos hemos formado para prevenir, detectar y tratar problemas visuales, y por fin se nos está dando ese reconocimiento”, afirma. Inés Ruiz de Garibay Sela (Óptica Garibay, Asturias) ¿Y en el futuro? La especialista de Óptica Garibay cree que “vamos hacia una óptica más personalizada, tecnológica y cercana al paciente. Con la digitalización podremos afinar aún más en los diagnósticos, pero lo humano seguirá siendo insustituible. También se intensificará la prevención visual temprana y el trabajo interdisciplinar con pediatras, neurólogos y optometristas del ámbito clínico”. Y termina hablando de cambios para el futuro. “Lo primero es valorar nuestro trabajo como ópticos optometristas. Las revisiones visuales tienen un valor, porque es nuestra profesión, nuestra experiencia y nuestro tiempo. Si no lo valoramos nosotros, nadie lo hará. Por desgracia, hay muchos establecimientos que desprestigian el oficio, regalando exámenes visuales o vendiendo sin el mínimo criterio sanitario. Eso desprestigia al sector y nos perjudica a todos. Necesitamos defender con más fuerza la dignidad y el rigor de nuestra profesión”, apostilla. “EN ÓPTICA GARIBAY SOLO TENEMOS UNA GAFA DE CADA MODELO, NO REPETIMOS NINGUNA, Y ESO CREA UNA EXPERIENCIA MUY ESPECIAL. NUESTRA CLIENTELA SABE QUE VA A LLEVAR ALGO ÚNICO”
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