IM OPTICAS nº 23

21 La óptica ha formado parte de la vida de Jorge Donis de la Torre desde niño. Su madre trabajó en el sector y, de un modo u otro, le permitió conocer la profesión desde dentro, con sus virtudes y defectos. Sin embargo, “el factor humano fue clave en mi decisión de estudiar Óptica y Optometría. Quería que mi trabajo tuviese contacto directo con otras personas. Desde entonces, he trabajado en el ámbito de la clínica oftalmológica, en el sector de la óptica, y en la universidad, en el área de investigación en ciencias de la salud”, explica. Actualmente ejerce su profesión en Óptica de la Torre, en Lugo, donde lo que más demanda sus clientes es “el trato directo y poder depositar su confianza en ti, sabiendo que buscarás la ayuda óptica más adecuada a sus necesidades. Me siento especialmente cómodo en el manejo optométrico de pacientes con patología, poscirugía refractiva o de catarata, y en las lentes de contacto. Aunque en la variedad está el gusto, y creo que lo bonito de nuestra profesión es poder ver cada día casos diferentes”, afirma. Para Jorge Donis de la Torre, lo más valioso de su profesión es la relación cercana con las personas. “La posibilidad de establecer vínculos de tú a tú es lo que más me llena. Cuando alguien con una disfunción visual que limita su día a día recupera independencia y satisfacción gracias a tu trabajo, todos los demás problemas pasan a un segundo plano”, afirma, y relata que es un trabajo que ha cambiado en los últimos años. No obstante, “la tecnología ha revolucionado la forma en que hacemos nuestras tareas”. “Cada vez tenemos más soporte de dispositivos sofisticados que nos facilitan tareas de gabinete y de taller. Eso nos permite ser mucho más precisos en nuestro trabajo, personalizar al 100 % las ayudas ópticas y dedicar más tiempo al trato directo con las personas”. Muchos adelantos entre los cuales, para Jorge Donis de la Torre, “es difícil elegir solo uno. Si miramos diez años atrás en el tiempo y nos comparamos con la actualidad, la tecnología y aplicaciones que tenemos para trabajar, por ejemplo, en gabinete y terapia visual, han dado un salto enorme. También destacaría el desarrollo de las lentes de contacto, con rendimientos muy superiores en todos los aspectos, muy especialmente en el sector de pacientes présbitas y en el control de la miopía”. Y en ese contexto, ¿hacia dónde se dirige el mundo de la óptica y la optometría? Vaticina que “los establecimientos sanitarios de óptica se consolidarán como un punto de acceso a la Atención Primaria en salud visual. Aunque es algo que llevamos haciendo desde hace décadas de un modo u otro, todavía falta conocimiento entre la población y más conciencia al respecto por parte de algunos profesionales. En convivencia y absoluto respeto hacia otros profesionales de la salud, la óptica será una pieza clave en el sistema, estableciendo una colaboración fluida y recíproca con otros agentes sanitarios”, asevera. Jorge Donis de la Torre (Óptica de la Torre, Lugo) Pero para conseguirlo debería de haber algunos cambios. Como Jorge Donis de la Torre explica, “somos un sector muy pequeño en relación a otras profesiones sanitarias. Y no es por falta de recorrido en el tiempo. Somos una profesión poco atractiva para las nuevas generaciones, y en parte es por nuestra simbiosis con el sector comercio, que no atrae todo el talento que necesitamos”. ¿La solución? En su opinión, “sería muy positivo armonizar sistemas de trabajo entre establecimientos de óptica, como horarios de apertura y tarifas por servicio. Y todas las regiones deberían tener de forma urgente un convenio colectivo de óptica propio. Si no somos una profesión atractiva, el crecimiento del sector a medio y largo plazo se verá comprometido”, concluye. “SI NO SOMOS UNA PROFESIÓN ATRACTIVA, EL CRECIMIENTO DEL SECTOR A MEDIO Y LARGO PLAZO SE VERÁ COMPROMETIDO”

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