IM OPTICAS nº 4

12 EL ÓPTICO OPTOMETRISTA ““LOS PEQUEÑOS CENTROS DE ÓPTICA DEBEMOS DIFERENCIARNOS POR LA PROFESIONALIDAD, LA CERCANÍA Y LA MEJORA CONTINUA” Raúl Conde Óptica Anjana (Cantabria) Raúl Conde lleva en el mundo de la óptica desde el 2011 cuando comenzó a trabajar en la empresa familiar que fundó en el año 2002 junto a su mujer, también óptico optometrista. “No era un sector que me atrajese en un principio, pero me ha enganchado con mucha fuerza. La posibilidad de poder adaptar una solución visual a alguien que viene con un problema y que salga con dicho problema resuelto, es muy gratificante”. Ellos se han especializado no sólo en adaptar gafas o lentes de contacto, sino en imprimir a sus pacientes una adecuada salud visual. “Nos dimos cuenta de que había pacientes que no mejoraban con nuevas lentes, y que, por tanto, continuaban con molestias e incomodidad. Por ello, era necesario buscar soluciones alternativas”. Para Raúl Conde, concretamente, ahí está el futuro de la profesión, pero, claro está, ello requiere formación especializada e inversión en medios actualizados. “Es un mundo fascinante el del ojo seco, que me ha permitido formar parte de un estudio a nivel nacional capitaneado por el doctor en optometría D. Raúl Martín del IOBA de Valladolid, junto con los laboratorios DISOP, que se ha presentado en el último OPTOM celebrado recientemente”. Precisamente, los resultados de este proyecto han puesto de manifiesto la necesidad de especializar la consulta en este tipo de molestias. “Para ello, hemos adquirido aparatos de análisis de ojo seco y nuevas técnicas para reducir las molestias del ojo seco”, asegura Raúl Conde, y añade: “Es un tema que se ha incrementado con el confinamiento, y que seguirá esa línea ascendente debido a nuestra dependencia de las pantallas informáticas”. En Óptica Anjana apuestan por los avances en instrumental. “Contamos con retinógrafo de última generación adherido a una plataforma de cribado de patología retiniana para remisión de resultados y valoración oftalmológica de los mismos, topógrafo con análisis de lágrima, y tenemos intención de incluir medios para mejorar la sintomatología derivada del ojo seco”. Sin duda, la formación es un aspecto esencial en la profesión. “En nuestra óptica se cobran honorarios profesionales por la consulta de optometría, diferenciándola del acto de la venta propiamente dicha (montura más cristales o lentes de contacto), y somos conscientes de la dificultad que entraña, ya que muchos establecimientos cercanos no lo hacen”. Es una iniciativa que pusieron en marcha hace 10 años y, en contra de lo que suele pensarse, asegura que les ha reportado más clientela. “Los pequeños centros de óptica debemos diferenciarnos por la especialidad, la profesionalidad, la cercanía y la mejora continua”. Raúl Conde apuesta por visibilizar la posición del óptico optometrista como profesional de Atención Primaria en la especialidad de salud visual. “En Cantabria, tras años funcionando con la sanidad pública después de la firma de un convenio por el cual los MAP derivarían a las ópticas a los pacientes que se quejasen de algo en su visión, se ha logrado descongestionar los servicios de oftalmología en la sanidad cántabra”. Uno de los retos de futuro está en saber adaptar la profesión a las nuevas necesidades de la población.“También en la entrada en la sanidad pública como profesionales de Atención Primaria. Y que la salud visual no se reduzca a ver bien, sino que seamos capaces de trasladar al público que podemos tratar dolencias o molestias como la sequedad ocular, la irritación ocular o la blefaritis”.

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