IM OPTICAS nº 4

52 nota dolor en los ojos, acusa visión doble o hinchazón en los ojos o párpados. Finalmente, en la edad adulta es importante, también, realizar ejercicio y seguir una dieta equilibrada baja en grasa y abundante en frutas, vegetales y granos enteros, evitando hábitos perjudiciales como el fumar. Según investigaciones, los alimentos ricos en vitaminas C y E y zinc son buenos para la salud de los ojos. Y, obviamente, es indispensable proteger los ojos de los rayos UV con lentes de protección solar certificados. El problema de las caídas Los problemas de visión no solo dificultan que las personas mayores puedan leer, escribir o llevar a cabo hobbies de cerca. La visión deficiente también es uno de los principales factores de riesgo, en este colectivo, a la hora de sufrir caídas. Los problemas de visión alteran la sensación de equilibrio y la coordinación, por lo que muchas personas de la tercera edad pierden el equilibrio y tienden a padecer caídas que son, además, un gran riesgo para su movilidad y dependencia. Pero, más allá de las consecuencias físicas, estas caídas también pueden tener consecuencias sociales o psicológicas, como por ejemplo cambios de comportamiento, depresión, miedo a una nueva caída o pérdida de interés por realizar actividades físicas y sociales. Por eso, se recomienda una revisión visual como parte de los programas de prevención de caídas en esta población. Cataratas, hipermetropía, glaucomas, miopía… son muchas las enfermedades y disfunciones oculares que los mayores pueden padecer; pero, sin duda, la más importante es la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), que se posiciona como la causa más frecuente de ceguera en personas de más de 65 años en el mundo. Esta lesión de la retina se suele manifestar como una disminución relativamente rápida de la agudeza visual en forma de una “mancha” en la visión central, especialmente notable en la visión de cerca. En los últimos años, gracias al progreso de la ciencia y la tecnología, se ha evolucionado mucho en los posibles tratamientos y en cómo ralentizar la evolución de esta enfermedad. ¿Sabe la tercera edad cuidar su salud ocular? “Quizá les falte información”, cree Salvador Alsina. Si los más jóvenes, con un acceso ilimitado a la información a través de las redes, siguen sin saber y conocer muchos aspectos fundamentales del cuidado visual, las personas mayores, con menos opción de acceder a la información, aún quedan más al margen. Además de ello, “problemas como el acceso equitativo y acorde con la capacidad económica de la persona a equipamientos que les ayuden a corregir sus problemas visuales es imprescindible”, considera. En este mismo sentido, las personas mayores deben aprender a adoptar hábitos que les permitan cuidar su salud ocular. “Es imprescindible fomentar las revisiones periódicas para detectar problemas visuales a tiempo y lograr que mensajes sobre síntomas y signos que se pueden detectar lleguen a las familias y a la gente que les rodea y a ellos mismos”, opina Alsina. Además, de estas revisiones anuales, es indispensable visitar a un profesional del cuidado de los ojos de manera periódica aún sin síntomas evidentes, más aún si la persona percibe destellos de luz, Los mayores de 80 años usan menos las gafas que la generación siguiente Casi un 60% de personas mayores tiene alguna discapacidad visual. Solo el 31% de ellos está usando las gafas adecuadas. Una detección temprana de las posibles enfermedades oculares como las cataratas, el glaucoma, la retinopatía diabética o la degeneración macular, por ejemplo, puede evitar el 50% de los casos de ceguera. Un 94% de pacientes con demencia en residencia requiere lentes para la miopía o la presbicia, además de los problemas ligados a la coordinación entre ambos ojos. Alrededor del 35% de la población con algún tipo de discapacidad visual puede tener depresión y/o ansiedad. ENVEJECIMIENTO Y SALUD VISUAL

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