IM OPTICAS nº 4

64 89,3% de los Zetas y el 92% de los Millennials compraron sus últimos equipamientos ópticos en tiendas físicas. Por lo que respecta al proceso de adquisición de productos sanitarios de óptica, existen tres elementos fundamentales que mueven las compras tanto de Zetas como de Millennials: la necesidad de sentirse bien, la necesidad de paliar los síntomas de su problema visual y la necesidad de verse bien, con el objetivo de mejorar la autoestima. Pero hay también ciertas barreras que le impiden encontrar el asesoramiento en el profesional sanitario y que su establecimiento le sirva como referencia en el cuidado de su salud visual; por ejemplo, que no hablan el mismo idioma (gap lingüístico), no usan los mismos canales y sienten cierta reticencia en su experiencia de compra, debido a cierto desagrado por la bata blanca y el médico. Eso sí, tanto los Millennials como los Zetas consideran que un producto es de calidad si es de óptica y que si un producto es de marca su coste será mayor. Del mismo modo, aceptan gran parte de los productos ópticos, como puede ser el caso de las gafas de sol, como elemento estético y de moda, y no como la clave para el cuidado de su salud visual. Sin embargo, en el caso de los Millennials, el uso generalizado de este equipamiento óptico señala su concienciación respecto a la necesidad de protección ante el UV. Entonces, ¿cómo debería actuar el sector para llegar a estas generaciones con el contenido adecuado para ellos? Pues según se desprende del informe de Visión y Vida, al Millennial se le puede facilitar dicha información para que sepa cómo actuar, puesto que ya es consciente, pero al Zeta hay que inculcarle la necesidad de protegerse, generando empatía generacional y mostrando que la prevención es mejor que la cura. Además, el Millennial da más importancia a la calidad del producto que el Zeta, porque en su imaginario la prioridad es la salud y no tanto la estética. De igual manera, los Millennials buscan soluciones duraderas, mientras que los Zetas solo quieren soluciones inmediatas, a la vez que critican todo aquello que no aporte un resultado positivo inmediato. Finalmente, destacar que el Millennial confía más en el asesoramiento profesional y servicio de la óptica que el Zeta, que no sabe cuál es realmente la labor que hacen para concienciarles en el cuidado de la visión. Términos confusos Respecto al conocimiento de los Millennials sobre la salud visual, en el estudio se subraya que para el 15% de los nacidos en esta generación, los ópticos pueden diagnosticar cualquier enfermedad ocular, mientras que el 12,9% sigue pensando que usar pantallas de cerca no afecta a su salud visual. Del mismo modo, un 13,4% sigue sin asimilar que el uso excesivo de luz azul (generado por las pantallas) puede llegar a generar insomnio. Otro dato curioso tiene que ver con sintomatologías como la miopía, que, aunque es un porcentaje mínimo, el 11% de los Millennials no saben que la miopía provoca ver mal objetos lejanos. En cuanto a los profesionales y su labor, siete de cada diez Millennials (un 70,5%) desconocen que ser óptico y ser optometrista describe lamisma profesión (en el caso de los Zetas, la cifra asciende al 84,7%). Y lo mismo ocurre en el caso de oculista y oftalmólogo, que no es la misma profesión para el 72,1% de los Millennials. Además, para un 10% de ellos, un óptico es un médico, mientras que la cifra asciende al 30,7% entre los jóvenes de la generación Zeta. Pero más allá de los tecnicismos o de la información general sobre los profesionales de la salud visual, cabe destacar, por ejemplo, que el 91,5% de los Millennials sí sabe que el estilo de la alimentación influye en su salud visual, si bien uno de cada cuatro (25,5%) aún no es consciente de que pasar tiempo de ocio en exterior durante la infancia y la juventud reduce el riesgo de desarrollar o de ver cómo se incrementa su miopía. Aunque lo más sorprendente que revela el estudio es que, a pesar del desconocimiento que pueden mostrar los jóvenes, el 90% de ellos sí es consciente de que la salud visual de su generación está empeorando, si bien solo para el 16,92% esto es una preocupación real en la que piensan diariamente. A su vez, para el 42,29% esto es algo que han pensado alguna vez y el 25,87% asegura que es algo que reflexiona cada mes, mientras que un 14,93% dice que jamás piensa en ello. Preguntados cada cuánto acuden a someterse a una revisión visual sorprende que casi cuatro de cada diez Millennials (el 35,82%), afirma que ha ido muy pocas veces en su vida a revisión, mientras que casi seis de cada diez dicen que van anualmente (59,70%). Asimismo, existe un porcentaje mínimo pero preocupante (de un 1,99%), que considera que, tras haberse operado, ya no necesita someterse a más revisiones visuales. ¿Cómo compraste el producto para la vista que más usas? Tienda física 91,5% Internet 8,5% Fuente: Informe ‘¿Saben los millenials cuidar de su salud visual? 2022’ Elaboración: Departamento de Diseño: IM Ópticas

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