IM OPTICAS nº 6

12 fuerzos en la máxima personalización de productos y servicios a cada cliente. “En esa línea, nos motiva mucho para seguir trabajando. Animo a que la gente se atreva a hacer cosas diferentes, para obtener resultados diferentes. Eso también hace que el negocio de la óptica seamás atractivo para tus empleados, para que no caigan en esa rutina”, afirma convencido. Colaboración entre ópticas Otro aspecto esencial para Pérez es el de apostar, más que nunca, por compartir ideas entre ópticas independientes para que todas salgan reforzadas ante un contexto difícil, derivado de las crisis energética y económica actuales. Por esta razón, confiesa que busca “una manera de crear un canal” con distintas iniciativas. “Y es posible que lo abra también a que otros compañeros sumen para aportar todas las ideas que se nos ocurran, en relación con el marketing de las ópticas y los centros auditivos”, añade. Y finaliza: “Estamos en el momento también de compartir con otras ópticas. Creo que no hay que quedarse las cosas para uno, y que siempre compartiendo, yo puedo escuchar una acción que ha puesto en marcha una óptica en León y la adapto a la mía”. ‘El color de las sonrisas’ Quizá esa importancia reforzada del valor del óptico optometrista en la sociedad la comprobó Pérez durante los cuatro meses de viaje como parte del proyecto ‘El color de las sonrisas’, que le llevó desde Alcañiz hasta Nepal, y en el que repartiómedio millar de gafas a personas que nunca han podido acudir a una óptica, bien porque no las hay en las zonas donde viven, o por imposibilidad económica o de otro tipo. “He ido visitando poblados nómadas, gente con menos posibilidades, y es una pasada. Una mujer que está cosiendo cualquier tejido, le pongounas gafas y de repente se sorprende porque ve mucho mejor”, recuerda una de las muchas anécdotas que quedarán reflejadas en un libro en el que trabaja actualmente. Sin dejar de lado esa experiencia, desde Óptica Bajo Aragón han impulsado una campaña para hacer frente a la miopía “gracias a la optometría” y que queda reflejada en una serie de fotografías artísticas que buscan un símil con el cuadro ‘La libertad guiando al pueblo’ de la Revolución Francesa, de 1830. “Llevé a mi equipo al campo, en vez de armas, hemos llevado elementos deportivos, y hemos hecho una alegoría del triunfo de la optometría frente a la miopía. Es un grito a que todos tenemos que luchar para frenar la miopía”, sentencia Pérez. “Si no vamos a precio, hay que dar servicio” La visión de negocio del CEO de Óptica Bajo Aragón pasa precisamente por eso: a través de una formación profunda, ofrecer los mejores servicios que crearán al final la diferencia de precios. Como refrenda Pérez, no se trata de “competir” contra otras tiendas que solo venden online, sino de “darle un valor añadido a esas gafas de sol que compra online, ese valor añadido no es solo precio, sino también servicio”. Un valor diferencial que aumenta, explica, en el caso de las gafas graduadas porque el cliente se las comprará, se las probará y puede acudir a cualquier establecimiento a graduarlas en cualquier momento. Y no se enviarán a domicilio, porque Pérez cree que “es importante” realizar esa revisión de la vista. la ficha de clientes a través de la anamnesis: “Esto va a hacer que, dentro de un año, ese fichero de 50.000 clientes, hemos descartado 10.000 porque se han ido a vivir a otro lugar o ya no compran por la razón que sea, y quizá podemos volver a captarlos a través de la compra online”. Todo ello se complementará con talleres y charlas a clientes que les permitirán conocer problemas como el de la miopía. Y que los establecimientos ópticos ahonden sobre ese aspecto esmuy importante para Pérez: “Tenemos que ir en esa línea en el que las ópticas, además de vender productos y servicios, ayudamos a conseguir esto tan importante que es frenar lamiopía”. En definitiva, el espíritu de Óptica Bajo Aragón es el de ser, “sí o sí, una óptica diferente” y, por ello, van a invertir todos los es-

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