IM OPTICAS nº 6

14 EL ÓPTICO OPTOMETRISTA En A pie de óptica nos acercamos a los profesionales del sector para descubrir de primera mano cómo es su día a día y conocer sus inquietudes y preocupaciones. Todo con un objetivo claro: ser el altavoz de la profesión. Alfredo González Moreno es el dueño y director de Alva Ópticos, un establecimiento situado en Corral de Almaguer, en la provincia de Toledo. Tiene más de 50 años de experiencia en el sector desde que empezó a trabajar en 1968. Comenzó como aprendiz, “como cualquier chaval de aquellos tiempos que buscaba trabajo”, cuenta. Con el tiempo, decidió hacer de aquel bonito trabajo su profesión y su devoción, estudiando óptica y optometría. “Y aquí seguimos desde entonces”, afirma. Lo que más valora de su profesión es el “seguir ayudando y atendiendo a los pacientes que requieren nuestros servicios día a día”, comenta. Por fortuna, añade, “después de tanto tiempo dedicado a esta profesión, nuestros clientes habituales siguen viniendo, pidiendo consejo sobre ayudas ópticas, para hacer frente a sus problemas ópticos. Tanto en lentes oftálmicas, como en lentes de contacto”. “También, cuando hay alguna patología, buscan consejo para ir al oftalmólogo lo antes posible”, amplía. Más de 50 años de profesión dan para mucho. Tanto que Alfredo González tiene tantas anécdotas en su establecimiento que “darían para escribir un libro”, comenta. A lo largo de todos estos años, para este óptico optometrista del Corral de Almaguer, la profesión ha cambiado mucho. Asegura que, actualmente, “no tiene nada que ver con la de hace unos años, donde en las ópticas pasaban de forma habitual de abuelos a nietos para ser atendidos con confianza”. Para él, “hoy, entre internet y la publicidad agresiva, priva menos la calidad”. Y lo peor es que, muchos clientes piensan que es lo mismo una calidad que, otra”, asegura. Lo curiosos es que durante la pandemia se recuperaron muchos de esos clientes habituales perdidos. Alfredo González cuenta que, “por desgracia, al tener prohibido viajar y no haber ocio en general, vino bien para volver a ver clientes que eran habituales y habían dejado de serlo. La sorpresa fue que volvimos a disfrutar de clientes que volvían a dejarse aconsejar”. Amante de esta profesión, Alfredo González cree que el futuro pasa por “la venta por las redes sociales”. Algo que, en su opinión, “hará mucho daño a esta bonita profesión”. De todas formas, considera que es una profesión que sigue evolucionando y en la que “no dejas de formarte”, añade. Por lo que es “optimista”. Sobre todo, en el aspecto relacionado con la cercanía con sus clientes. Él cree que “el trato directo con el óptico optometrista siempre estará para los pacientes que lo necesiten”. Para que esto ocurra, este óptico optometrista de la provincia de Toledo considera que la profesión debería cambiar hacia “un contacto directo entre oftalmólogos y ópticos optometristas. Apoyado, por supuesto, por los respectivos colegios profesionales, para que haya más fluidez y rapidez en la atención al paciente”. Alfredo González Alva Ópticos (Corral de Almaguer, Toledo) ““LA PANDEMIA VINO BIEN PARA VOLVER A VER CLIENTES QUE ERAN HABITUALES Y HABÍAN DEJADO DE SERLO”

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