IM OPTICAS nº 6

42 drían ver mejor con gafas o lentes de contacto. Además, no corregir este tipo de problemas refractivos con las lentes adecuadas provoca, más allá de una visión de ciente, dolores de cabeza, di cultando el rendimiento escolar o laboral de las personas. Por otro lado, otras enfermedades comunes de los ojos, como el glaucoma, la enfermedad diabética del ojo y la degeneración macular relacionada con la edad, muchas veces no presentan signos de aviso. Son lo que se conoce como enfermedades silenciosas. Y es importante detectarlas cuanto antes. De hecho, por ejemplo, el glaucoma constituye una de las principales causas de ceguera en el mundo, sobre todo entre la población de mayor edad. Y no se suele diagnosticar hasta que se ha perdido parte importante de la visión porque en muchos casos no provoca síntomas. La única manera de detectar estas enfermedades en sus etapas tempranas es con un examen visual exhaustivo. Por eso, desde el sector recuerdan que es importante chequear la vista y realizar exámenes completos una vez al año. Y, pese a que la vista es para la mayoría de la población el sentido más valioso y cuya perdida resultaría más grave, aún son pocos los españoles que se realizan estos exámenes regularmente. Un grave error, ya que la detección precoz de las disfunciones y enfermedades oculares o de vías ópticas son fundamentales para prevenir, entre otros males, la ceguera. Los problemas de visión más comunes entre los españoles son los errores de refracción y las disfunciones binoculares no estrábicas. Es decir, problemas relacionados con la manera que tiene el ojo de enfocar. Los más habituales son el astigmatismo que provoca que el ojo reciba imágenes borrosas a todas las distancias, o la miopía, que provoca que los objetos lejanos se vean borrosos. Ambos problemas crean di cultades para ver correctamente y pueden en parte agravarse por el uso continuado de pantallas. Por otro lado, la presbicia, popularmente conocida como vista cansada, es muy común a partir de los 40 años, acentuándose con la edad y mermando la capacidad de enfocar de cerca. Las disfunciones binoculares no estrábicas suelen pasar desapercibidas, no como sucede con las estrábicas que sí son evidentes en su manifestación (estrabismos), porque de alguna manera se compensan. Este esfuerzo de compensación, para mantener los ojos coordinados, implica una pérdida de comodidad y e ciencia visual. Estos problemas de visión se pueden compensar. La mayoría de afecciones se pueden corregir con el uso de gafas graduadas, lentes de contacto y mediante cirugía con láser. El uso de gafas graduadas como sistema de compensación visual se acentúa signi cativamente, según datos del ‘Libro blanco de la visión visual en España 2022’, entre las mujeres. Contrariamente, los hombres usan más las lentes de contacto. También es conocido el método Bates, creado por el oftalmólogo William Bates a principios del siglo XX. Se trata de un método, -con muchos detractores entre los profesionales de la visión, ya que carece de evidencia cientí ca- para la supuesta mejora de la visión de forma natural mediante el movimiento y la relajación. Pese a su existencia, los resultados de este método no han impedido que las disfunciones visuales estén presentes. Lo realmente importante, siempre, es acudir cuanto antes a un profesional sanitario de la visión, quien será el encargado de diagnosticar y prescribir el mejor tratamiento para cada paciente. La vista, en sentido más amplio la Visión (recordemos que la vista es la agudeza visual y la visión es todo el conjunto de habilidades necesarias), es un sentido primordial y cuidarlo, una gran responsabilidad. Cómo tener unos ojos sanos Realizar, una vez al año, un examen visual completo Conocer el historial familiar de salud ocular Seguir una dieta rica con alimentos ricos en antioxidantes oculares Proteger los ojos de manera adecuada en cada momento o actividad No fumar ni beber alcohol en exceso y dormir un mínimo de 8 horas Mantener un peso saludable Si somos usuarios de lentes de contacto seguir elmente las indicaciones de uso y mantenimiento. Proteger, especialmente en entornos de riesgo, los ojos en el lugar de trabajo con equipos de protección individualizados Utilizar gafas de sol homologadas Realizar descansos de la vista y parpadear

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