IM OPTICAS nº 6

86 AUDIOLOGÍA Según la sociedad científica, tres de cada cuatro habitantes de grandes ciudades padecen algún grado de pérdida auditiva causada por exposición a sonidos de alta intensidad. Y, lo que aún es peor, una de cada diez personas acabará siendo sorda dentro de 30 años si no se modifican los factores de riesgo. El perfil de paciente está cambiando y preocupa a los otorrinos: “Cada vez hacemos las audiometrías antes, con 40 o 50 años, cuando lo que les tocaría es tenerlas con 70 u 80 años, y aunque por distintas causas, se debe fundamentalmente al ruido”, señaló Luis Lassaletta Atienza, presidente de la Comisión de Otología en SEORL-CCC, durante un encuentro con medios. El doctor insistió en que “la edad es fundamental” en el futuro de su audición, que va a depender de la edad, “pero sobre todo de cómo mime sus oídos a lo largo de estos años“, recordó. Por eso, hábitos como llevar una buena alimentación o evitar el consumo de medicamentos tóxicos para el oído son algunas de las claves que ofreció. Por encima de todas, “evitar exponer los oídos al ruido”, haciendo referencia a la regla 60-60 en el uso de auriculares. Es decir, usarlos “a no más del 60% de la intensidad ni más de 60 minutos al día”. Solo en Canarias, hay 55.000 personas con sordera, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Asistencia masiva al congreso Con la asistencia confirmada de más de 1.500 personas, este congreso “representa el primero presencial” después de tres La pérdida auditiva, cada vez más prematura LA HIPOACUSIA O PÉRDIDA AUDITIVA ES UNO DE LOS PRINCIPALES CABALLOS DE BATALLA QUE TIENEN QUE COMBATIR LOS OTORRINOS ESPAÑOLES EN LA ACTUALIDAD. ASÍ SE MANIFESTÓ EN EL 73º CONGRESO NACIONAL DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE OTORRINOLARINGOLOGÍA Y CIRUGÍA DE CABEZA Y CUELLO (SEORL-CCC), QUE SE CELEBRÓ EN EL AUDITORIO ALFREDO KRAUS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. años, celebró Ángel Ramos Macías, presidente del 73º Congreso SEORL-CCC. El programa científico, compuesto por cientos de simposios, talleres y conferencias, dedicó una parte muy importante a la sordera, sobre todo entre jóvenes, en línea con lo expuesto por Lassaletta. Porque sobre la sordera infantil, explicó Ramos, se conocen frecuencias y tratamientos, lo que lleva a que cada vez haya “menos niños sordos en el mundo”. A cambio, se han “despreocupado” de la hipoacusia que afecta a la edad adulta. Esta afecta de diversas maneras a las personas mayores, pero sobre todo deriva en un aumento de la sensación de fragilidad, “uno de los factores más importantes de deterioro cognitivo en el ser humano”, precisó. Los tratamientos cumplen un papel clave en frenar esa situación. Ramos mencionó tres niveles: en el no invasivo está el uso de audífonos; con sordera de carácter severo o muy profundo, aparecen los implantes cocleares, de los que elogió la “eficacia altísima en la población y con resultados extraordinarios que permiten recuperar audición en cualquier edad”. El último nivel sería la realización de implantes de tronco cerebral. Nuevas terapias esperanzadoras En este sentido, Lassaletta se detuvo en la particularidad de los tratamientos destinados a paliar las patologías asociadas al oído, ya que una vez se pierden las células de este órgano, no se pueden “restablecer”. Por eso, todos los que hay disponibles en la actualidad son de carácter “paliativo, aprovechando las

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