IM OPTICAS nº 9

10 tica y optometría, “sino que se consolidan, como competencias transversales, destrezas personales como la empatía y el espíritu crítico, y se promueven y consolidan actitudes cívicas como la responsabilidad, la participación, la tolerancia, la profesionalidad o el trabajo orientado al bien común”. Esto forma parte de la misión de formar ópticos optometristas como profesionales sanitarios, “responsables y comprometidos, capaces de vivir y convivir en sociedad, que corresponde a la intención de construir ciudadanía activa desde la universidad pública”. En el aprendizaje servicio “también encontramos una manera de devolver a la sociedad lo que ésta nos da”. Un retorno en forma de servicio directo “a un colectivo con necesidades específicas, que de otra forma no recibiría”. Actualmente, “no existe prestación de servicios, dentro de la red de salud pública, que garantice la compensación ocular en forma de gafas, lentes de contacto o ayuda visual de forma universal y gratuita”. Esto significa que los colectivos más desfavorecidos económicamente “tienen una dificultad añadida en su progreso vital, educativo o laboral si no pueden acceder, dentro del circuito comercial, a las gafas que puedan necesitar para desarrollar las tareas de vida diaria (que incluyen la formación y el trabajo)”. En opinión de Tomás, “en toda profesión sanitaria debe haber un periodo de práctica clínica tutelada para que los estudiantes puedan desarrollar todo el potencial adquirido en la parte teórica de los estudios”. Así, “ven los primeros pacientes acompañados de un tutor que les guía y al que pueden consultar ante cualquier duda, de modo que adquieren la confianza necesaria para afrontar los casos reales con los que se van a encontrar en la práctica profesional”. La iniciativa Miradas Solidarias Miradas Solidarias es el programa que integra la actividad clínica y académica de la FOOT que se desarrolla en el CUV, y que abarca su compromiso social, “basado en la equidad, el modelo de aprendizaje y servicio que planea sobre nuestra actividad académica y la investigación que impulsamos, centrada en la salud pública y en la innovación social”. En el programa Miradas Solidarias intervienen profesionales, profesorado y estudiantado de la FOOT para proporcionar tratamientos visuales básicos o especializados a personas en situación de vulnerabilidad, “garantizando una atención visual completa, mejorando las condiciones de visión y la calidad de vida, y contribuyendo a generar igualdad de oportunidades”. El programa incluye tres proyectos diferenciados: “La atención básica, la atención especializada y el proyecto ‘Cohorte visual Infantil de Terrassa’ (CISViT)”. La atención visual general básica es el núcleo de la actividad de aprendizaje y servicio que se desarrolla en el CUV. Las personas usuarias son atendidas en el marco de las prácticas clínicas del estudiantado de grado de la FOOT que, supervisado por su profesorado, “determinan si requieren compensación óptica (habitualmente gafas) y, en su caso, se las proporcionan”. La atención es posible “gracias a la estrecha colaboración con la industria del sector, que facilita las monturas, lentes oftálmicas y lentes de contacto necesarias sin coste”. La atención especializada se da cuando se detecta una necepor ejemplo, “se desarrollaron tres tesis doctorales en el campo de la contactología y el control de la miopía, 12 trabajos finales de máster, así como estudios de productos o instrumentación por petición de empresas del sector”. Las grandes líneas de investigación que se desarrollan en el CUV actualmente giran en torno a tres grandes proyectos. Uno de ellos “se centra en el estudio de técnicas de control de la miopía”, puesto que “la discapacidad visual tiene efectos devastadores en la calidad de vida de las personas”. Concretamente, “la miopía, considerada como la pandemia del siglo XXI según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a seis de cada 10 jóvenes universitarios en España”. En Cataluña, “afecta a más de dos millones de personas, medio millón de las cuales tienen entre 17 y 27 años”. Según la directora del CUV, “se prevé que en 2050 la prevalencia de la miopía globalmente sea del 50% de la población mundial”. En concreto, 938 millones de personas tendrán niveles altos de miopía: “Esto implica una probabilidad muy alta de sufrir problemas degenerativos y discapacidades visuales”. También destaca el proyecto de abandono cero en el uso de las lentillas. Ante el hecho de que el 50% de personas a partir de los 40 años abandona el uso de las lentes de contacto, “el objetivo es entender el motivo de este fenómeno e introducir medidas correctoras para conseguir frenar una tendencia que empeora la salud visual de las personas”. El tercer proyecto es el diseño de un nuevo tipo de lente de contacto para córneas irregulares, “para mejorar la adaptabilidad y confort en su uso”. La tarea de aprendizaje del servicio Tanto en el grado como en el máster, “los estudiantes actúan directamente sobre el paciente, siempre bajo la supervisión del profesorado, que los guía más o menos según la experiencia del alumno”. Este toma sus propias decisiones sobre diagnóstico y tratamiento, “que posteriormente son ratificadas o corregidas por el profesor supervisor”. En todas las sesiones clínicas “hay un tiempo de seminario en el que el profesor comenta con los alumnos los casos vistos y el porqué de las correcciones que han sugerido, con el fin de enriquecer la experiencia de los estudiantes”. En una profesión sanitaria, “es necesario que el proceso de formación no esté alejado del entorno real de la sociedad, por lo que el proceso educativo debe ir más allá de las aulas para facilitar la formación en conexión directa con el entorno”. En este contexto, “el aprendizaje servicio es una herramienta clave en la formación sanitaria, dado que permite aprender mientras se presta un servicio directo a la sociedad”. En otras palabras, “una forma de que los estudiantes vivan situaciones reales y aprendan con la experiencia propia es participando en proyectos sociales directamente ligados a su futura profesión”. Ver el fruto de su acción durante el periodo de aprendizaje “les hace crecer como ciudadanos y como futuros profesionales”. Además, la formación basada en la experiencia impacta de forma más efectiva en la adquisición de habilidades: “Para aprender es necesario hacer (learning by doing)”. Hay que tener en cuenta que en el proceso basado en el aprendizaje-servicio no solo se consolidan y se ponen en práctica los conocimientos adquiridos a lo largo de los estudios de óp-

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