IM OPTICAS nº 9

42 El uso cada vez más creciente de tecnología, que nos hace pasar muchas más horas frente a una pantalla, ha acrecentado el número de problemas visuales de los trabajadores. Unidos a los habituales ocasionados por impactos, golpes, salpicaduras químicas o quemaduras, propios de profesiones determinadas. La visión en el trabajo intenta prevenir, proteger y mantener la salud del trabajador. Al fin y al cabo, es fundamental para el correcto funcionamiento de sus funciones laborales, ya que una mala visión puede provocar que se rinda menos en el puesto desempeñado, por muy buena actitud que tenga el trabajador. Así pues, es un beneficio mutuo. A la empresa le interesa que sus trabajadores estén sanos y tengan una visión correcta para que rindan como deben en su puesto laboral, mientras que el trabajador mira por su salud visual. Revisiones periódicas y ergonomía visual Para conseguirlo, ya es habitual que se realice un seguimiento a los trabajadores con revisiones periódicas de su visión, al tiempo que se adecúa el puesto de trabajo para minimizar el posible impacto visual y ocular al desempeñar sus funciones. Sino, una persona que tenga las mejores condiciones oculares, en un entorno laboral que no le es favorable a su visión, se comportará como otro que tenga problemas visuales y su trabajo se verá afectado, poniendo incluso en riesgo su salud ocular. Para evitarlo, es cuando entra en juego la ergonomía visual. La ergonomía visual se encarga del estudio de los factores laborales y medioambientales que pueden afectan al correcto funcionamiento de los ojos, con el fin de aplicar ciertas rutinas que eviten esos posibles problemas y ayuden a mejorar nuestro rendimiento visual. Sobre todo, en los trabajos en los que se pasa muchas horas frente a un ordenador, hay algunos factores a tener en cuenta para mejorar esa ergonomía visual. Iluminación y colocación de pantalla Es fundamental tener una buena iluminación y que sea equilibrada. Poca luz no es bueno. Pero mucha, tampoco. Lo ideal es la luz natural, siempre que esta no nos deslumbre o incida directamente en los ojos, ya que una sobreexposición a la radiación solar puede provocar desde conjuntivitis y queratitis simples, hasta problemas más graves de retina. Respecto a la luz artificial, es bueno tener en cuenta su temperatura, su color y la intensidad. Una luz incandescente o amarilla tiene un campo de acción reducido y, en un espacio amplio, necesita de varios puntos de luz para conseguir niveles lumínicos adecuados, por lo que es fácil que provoque fatiga visual fácilmente al trabajador. Mientras que la luz fluorescente o fría es recomendable situarla al menos un metro del trabajador por irradiar un alto porcentaje de luz ultravioleta. Además, en ocasiones presenta un centelleo que puede provocar efecto estroboscópico, nocivo para el desarrollo de cualquier labor. También es importante, evitar los reflejos. La situación de la pantalla también es primordial. No es nada bueno utilizar tablets, portátiles o móviles estando tumbados, para evitar la mirada en oblicuo. La pantalla siempre debe estar frente a los ojos. La parte superior de la pantalla de un ordenador de sobremesa debe estar a la altura de los ojos, mientras que, en los portátiles, la posición debe ser ligeramente inferior. Mientras que la distancia más adecuada es entre 50 y 70 centímetros de nuestros ojos. La iluminación periférica tenue debe estar presente, trabajar con pantallas de visualización en entornos oscuros ni es cómodo para los ojos ni es visualmente saludable, la proporción ideal es que la iluminación del fondo sea equivalente a 1/3 de la de la pantalla. Descanso de los ojos Y luego está el descanso periódico de los ojos. Es muy importante parpadear como forma de relajar e hidratar los ojos y descansar la mirada, apartando la vista del ordenador, mirando hacia algún objeto lejano. La regla del 20-20-20 es una buena opción. Es esa pauta que dice que debemos apartar la vista del ordenador cada 20 minutos, para mirar un objeto que se encuentre a 20 pies (unos 6 metros), durante 20 segundos. Otra buena opción es la de levantarse unos segundos y relajar los músculos, incluidos los de los ojos. Responsabilidad de la empresa La empresa debe facilitar todo lo necesario para que estas pautas y recomendaciones puedan llevarse a cabo. Las pantallas deben ser de calidad y apropiadas a cada tipo de trabajo, los caracteres de los textos representados en las pantallas deben tener un tamaño de fácil lectura, el trabajador debe poder ajustar con facilidad el brillo y el contraste de la pantalla, la superficie de trabajo debe tener suficiente espacio para que el ordenador esté a la distancia adecuada de la vista, tener un filtro antirreflejos o gafas especiales para luz azul y, por supuesto, una luz adecuada. El aumento del teletrabajo, sin embargo, ha provocado que las empresas no puedan asegurar que se realicen correctamente las pautas de ergonomía visual. Algo que sí puede controlar en su sede. Aquí es donde entra la capacidad de cada uno de los trabajadores de procurar seguir esas normas, incluso en su propia casa. Visitar al óptico optometrista regularmente también debería ser una norma. Así como prestar atención a lo que indican nuestros ojos y, al menor síntoma, acudir al médico. Aumento del EL AUMENTO DEL TELETRABAJO, SIN EMBARGO, HA PROVOCADO QUE LAS EMPRESAS NO PUEDAN ASEGURAR QUE SE REALICEN CORRECTAMENTE LAS PAUTAS DE ERGONOMÍA VISUAL

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