Rocío Fuentes tiene un extenso currículum en el mundo óptico. Es graduada en Óptica y Optometría en la Universidad Complutense de Madrid, ha realizado un Experto en Optometría Geriátrica y Baja Visión en la Universidad de Valladolid y no deja de formarse. Actualmente está realizando un curso de Especialista en Control de Miopía de la UDIMA. Todo, porque le gusta su trabajo, ya que cree que "es una profesión en la que se ayuda mucho a los pacientes y muy necesaria en el día a día de las personas".

Desde 2014 ejerce como óptico optometrista en Multiópticas Roca de Melilla, donde atiende a los pacientes "ya sea para graduaciones, adaptación de lentes de contacto, tanto desechables, como lentes más especiales como pueden ser adaptaciones ortoqueratología o queratoconos. Y también realizo consultas de baja visión, hago control de miopía en niños, topografías, retino[1]grafías y toma de presión intraocular", indica.

Lo que más demandan sus clientes son gafas. Aunque, Rocío Fuentes comenta que "también tenemos muchas adaptaciones de lentes de contacto. En especial de contactología especializada: queratoconos, lentes esclerales, adaptaciones post-lasik y ortoqueratología, ya que en nuestra ciudad somos prácticamente el único centro que realiza este tipo de adaptaciones".

Por suerte o por desgracia, el Covid-19 ha afectado a la profesión "como a casi todo en general", señala Rocío Fuentes. Sin embargo, no todo ha sido malo. Rocío Fuentes explica que "hay personas que han tenido que pasar mucho tiempo con pantallas, teletrabajando, y esto les ha hecho ser conscientes de lo importante que es la visión". En este sentido, apunta, "tenemos muchos más pacientes preocupados por su visión y por la protección ante las pantallas".

Unos cambios en los clientes que describen también la tendencia de esta profesión en los últimos años. Para Rocío Fuentes, "la profesión está cambiando para bien. Se está orientando en ofrecer servicios y no productos, como se venía haciendo hasta hace poco tiempo". Y puntualiza: "Ahora, ofrecemos consultas completas, adaptaciones de lentes de contacto, retinografías con servicio de telemedicina. Antes se orientaba mucho más a la venta del producto final. Algo que creo que irá tendiendo a desaparecer".

Por ello, cree que "el futuro de la óptica tiene que enfocarse en ofrecer servicios y no en la venta de producto. Debemos diferenciarnos como profesionales sanitarios de Atención Primaria que somos y, por supuesto, luchar por la inclusión de la figura del Óptico Optometrista en la Sanidad pública".

En este sentido, Rocío Fuentes considera que "como cualquier otra profesión del ámbito sanitario, nuestra profesión exige estar en continua formación. Y pienso que esto aún no se está haciendo", y añade: "Cada vez somos más los profesionales que estamos en continuo avance, en cuanto a nuestros conocimientos, para ofrecer un mejor servicio a nuestros pacientes, pero creo que es algo que deberíamos mejorar". Asimismo, remarca que "se está intentando implantar, por parte del Colegio Nacional de Ópticos Optometristas, la Validación Periódica de la Colegiación, que creo que es una herramienta que en el futuro debería ser de obligado cumplimiento para todos".