"El óptico-optometrista sería especialmente útil en la sanidad pública para dinamizarla y modernizarla"

Solamente en la región de Castilla-La Mancha hay actualmente más de 730 colegiados. Ricardo Fernández es, desde hace varios años, el presidente de la delegación que trabaja, a diario, por dotar de mayor presencia y protagonismo a los ópticos-optometristas en los servicios de salud pública de las comunidades.

13/12/2022

"El óptico optometrista es el motor de nuestra actividad", explica Ricardo Fernández, presidente de la primera delegación regional del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas, en la que se integra Castilla-La Mancha junto a Madrid y Extremadura. Desde su mandato, Fernández intenta garantizar una mejor atención sanitaria a la población y, para ...

"El óptico optometrista es el motor de nuestra actividad", explica Ricardo Fernández, presidente de la primera delegación regional del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas, en la que se integra Castilla-La Mancha junto a Madrid y Extremadura. Desde su mandato, Fernández intenta garantizar una mejor atención sanitaria a la población y, para ello, recuerda que es vital que el desempeño de las tareas propias de esta profesión "pueda desarrollarse en un ambiente de entendimiento, respeto y colaboración". Además, desde su posición, reclama "una normativa específica sobre publicidad sanitaria en Castilla-La Mancha" y que se cree la categoría estatuaria de óptico optometrista en el SESCAM, Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, para que su incorporación en los distintos niveles asistenciales sea una realidad.

Y es que la Atención Primaria es, según el director de la primera delegación, la parte más eficaz de los niveles asistenciales y donde se resuelve más del 80% de los problemas de salud. Por ello, "es necesaria la presencia del óptico optometrista en la Atención Primaria, pero antes debe crearse esa figura estatuaria y nuevas unidades de optometría". Para él, todo ello permitiría avanzar y asegurar la máxima idoneidad de los equipos profesionales, la eficiencia de la gestión de recursos o la mejora continua de la calidad de atención y asistencia sanitaria a la ciudadanía. Tras su dilatada experiencia, Ricardo Fernández considera que si el óptico optometrista fuera uno más en el servicio de salud de la comunidad, "además de desarrollar sus funciones profesionales, resultaría especialmente útil para la dinamización y necesaria modernización del sistema". Todo ello, claro está, comportaría beneficios para la población. Y es que, Fernández considera que estamos viviendo una época difícil, con muchos acontecimientos que hacen que pasemos momentos de incertidumbres. "Esta incertidumbre afecta a nuestro sector", opina. "Los precios de productos básicos han subido y hay muchas familias a las que les cuesta trabajo llegar a fin de mes, esto hace que nuestro sector se resienta", añade. En este sentido, quiere mostrarse positivo y cree que el sector de la óptica avanza "si lo hace el óptico optometrista, pues es su verdadero motor". Para el presidente de la primera delega-ción del CNOO, la fortaleza del colectivo sanitario determina la fortaleza del sector.

¿Prevención o tratamiento?

Según datos recogidos en el último Libro Blanco publicado recientemente por el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, ha decrecido desde 2017 el número de españoles que dicen no tener ningún problema visual. Es decir en 2021, tal vez como consecuencia de los nuevos hábitos desde la pandemia del Covid-19, ha aumentado en un 10% (más o menos) el número de los que dicen tener algún problema de salud visual. Por otro lado, el 70% de los encuestados dice revisarse periódicamente la vista, con lo cual, en general, una gran mayoría se preocupa por cuidársela. Pese a eso, en general, "las personas nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena y acudimos a un especialista cuando notamos alguna molestia", opina. Esto es, para Fernández, cultura sanitaria y "debería enseñarse desde los colegios". Los ópticos optometristas tienen un papel fundamental en esta educación sobre la importancia del cuidado de la salud, en su caso de la salud visual.

Ricardo Fernández es de la opinión que, en materia de salud, siempre es más importante "la prevención". Durante más de 20 años, en la delegación que preside se han aplicado convenios de colaboración en materia de prevención y promoción de la visión con las distintas comunidades autónomas que la integran. Actualmente, entra en el terreno un nuevo jugador: las nuevas tecnologías que "reclaman un trabajo prácticamente sin descanso de la visión, sobre todo en distancias cercanas". Esto no solo requiere una buena visión, recuerda, sino que también es necesario un "eficaz funcionamiento de la binocularidad con todo lo que conlleva y para la que es fundamental la prevención". Y, en este sentido, las revisiones con el óptico-optometrista son indispensables. En un examen optométrico, lo primero es hacer "una buena anamnesis e investigar de forma personalizada las necesidades del paciente", explica.

A partir de ahí, además de una valoración general del paciente y las pruebas específicas necesarias, se planteará la solución optométrica que pueda necesitar. En estos exámenes tienen mucho que decir los avances tecnológicos. Los ópticos optometristas han estado siempre a la vanguardia en el uso de los diferentes avances tecnológicos, aplicándolos en sus consultas en los establecimientos sanitarios de óptica, en aras de un mejor servicio al paciente. "El uso de tonómetros de no contacto, topógrafos, retinógrafos no midriáticos, campímetros..., no solo ha ayudado a mejorar el examen optométrico, sino los tratamientos con lentes oftálmicas o de contacto cada vez más sofisticadas y personalizadas", ejemplifica.

Los problemas de visión más comunes

Las personas van cambiando desde que nacen y, en cada etapa vital, van surgiendo nuevas necesidades. Estas, si no se cubren bien, pueden producir disfunciones visuales. Por ejemplo, a partir de los 40 años, la presbicia es un problema habitual. "Supone una pérdida progresiva de nuestra capacidad de enfocar los objetos en visión cercana, como en momentos de lectura, cuando estamos con el teléfono o viendo pantallas". Sobre todo si no se tiene en cuenta la higiene visual; o en otras palabras, una buena postura, iluminación, tiempos de descanso...para mejorar la salud visual. Este mecanismo propio de la presbicia es la acomodación, que se realiza gracias a la capacidad de los cristalinos a modificarse para ajustar dicho enfoque. "Se puede compensar con lentes graduados para cerca, lentes ocupaciona- les, lentes multifocales o lentes de contacto igualmente multifocales", comenta Fernández. Eso sí, hay que tener en cuenta que la presbicia forma parte de la evolución natural de las personas, "lo que sí podemos hacer es llegar a esta etapa vital en las mejores condiciones posibles". De nuevo, la importancia de las revisiones anuales sale a la palestra.

En estos exámenes, también se puede enseñar al paciente a usar la vista, "optimizando todos los recursos a su disposición para mejorar el rendimiento". Además, gracias a la terapia visual-ortópica, se pueden aconsejar "ejercicios y procedimientos de entrenamiento destinados a mejorar y optimizar ciertas capacidades como la convergencia de ambos ojos, la acomodación y la capacidad de movimientos de los ojos de forma coordinada y precisa".

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