¿Cómo proteger tus ojos durante el invierno?

El frío y el viento pueden favorecer la deshidratación de los ojos. Para evitarlo, el cerebro envía la orden de generar lágrimas para mantener la superficie del ojo lubricada. En ocasiones, se produce un exceso de lágrimas que no pueden drenarse de manera habitual, provocando un lagrimeo involuntario. Aunque no tiene importancia, resulta molesto y puede llegar a afectar a la visión.

03/01/2023

Cuando llega el invierno, bajan las temperaturas, y nos exponemos a menos horas de sol, debemos vigilar la salud de los ojos. El frío, el viento, los ambientes secos y la luz artificial pueden afectar a la salud visual. Por eso, es necesario conocer los riesgos para saber cómo proteger ...

Cuando llega el invierno, bajan las temperaturas, y nos exponemos a menos horas de sol, debemos vigilar la salud de los ojos. El frío, el viento, los ambientes secos y la luz artificial pueden afectar a la salud visual. Por eso, es necesario conocer los riesgos para saber cómo proteger los ojos durante el invierno.

Cómo proteger los ojos en invierno

En los meses de invierno suelen bajar las temperaturas. Para protegernos del frío, utilizamos ropa de abrigo cuando salimos a la calle. Sin embargo, los ojos permanecen expuestos en todo momento a las inclemencias del tiempo. Su función consiste en captar las imágenes del entorno para que puedan ser transmitidas al cerebro que es el que se encarga de hacer posible la visión. Aunque pueda parecer obvio, tener los ojos cerrados, significa ausencia de visión. Y lo normal es que esto no sea una opción.

El frío y el viento pueden favorecer la deshidratación de los ojos. Para evitarlo, el cerebro envía la orden de generar lágrimas para mantener la superficie del ojo lubricada. En ocasiones, se produce un exceso de lágrimas que no pueden drenarse de manera habitual, provocando un lagrimeo involuntario. Aunque no tiene importancia, resulta molesto y puede llegar a afectar a la visión.

Una buena opción para mantener la superficie de los ojos protegida de estas agresiones es la utilización de gafas.

Gafas para proteger los ojos

Las gafas de sol protegen los ojos de diferentes agresiones; del frío, el viento y los rayos del sol. Las gafas de sol, especialmente las que tienen una forma envolvente, protegen la superficie del ojo impidiendo que ésta pierda hidratación. Por otra parte, puede proteger los ojos ante la entrada de pequeños objetos levantados por el aire y que pueden impactar contra la superficie del ojo en los días de viento.

Además, las gafas de sol protegen los ojos de los rayos del sol. Incluso en invierno, el sol emite rayos ultravioleta que llegan a la superficie terrestre y pueden afectar a la salud visual, si no contamos con protección.

Las lentes homologadas que cuentan con protección ultravioleta evitan que los rayos UV puedan dañar los ojos provocando problemas a corto o largo plazo.

Esta agresión puede darse en cualquier lugar, pero es más peligrosa en la montaña. En invierno, suele ser habitual practicar deportes de montaña. Hacerlo sin protección visual puede provocar el desarrollo de diferentes patologías oculares, desde conjuntivitis o queratitis, a cataratas precoces, retinopatías o degeneración macular.

La importancia de la protección ultravioleta

Por otra parte, las lentes de las gafas de sol pueden incorporar filtros que bloquean más o menos luz en función del filtro que se utilice. Los filtros más habituales son los del 0, 1 y 2. El filtro 4 está especialmente indicado para las personas que realizan deportes de alta montaña o en entornos marinos.

Los filtros fotocromáticos se adaptan a la intensidad lumínica y de radiación ultravioleta del ambiente, oscureciéndose o aclarándose en función de la luz.

Por otra parte, las lentes polarizadas, que son las más recomendadas para practicar deportes de montaña, especialmente en entornos nevados, bloquean gran cantidad de luz, evitando los reflejos de los rayos solares sobre la superficie nevada.

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