Borja Muñoz Cantero, director técnico de Masóptica Posada de Llanes (Asturias), empezó la universidad un poco más tarde de lo habitual, porque antes fue militar profesional. "Fue a los 24 años cuando empecé en la Universidad Complutense de Madrid para formarme como óptico optometrista y trabajar en Masóptica, una pequeña óptica propiedad de mi padre", explica. Un negocio familiar que, al año, consiguió "abrir otra óptica en Unquera (Cantabria), con la que estamos muy contentos por la aceptación de la gente de la zona, que echaba en falta este servicio", afirma.

Lo que más demanda sus clientes es "una atención personalizada. Poder hablar con expertos sobre las mejores opciones de corrección visual y recibir recomendaciones basadas en sus necesidades individuales", asevera. Para añadir que, "desde la pandemia, la tendencia gira hacia las lentes de contacto, por la comodidad y la practicidad".

En la misma línea, lo que más valora Borja Muñoz de su profesión es, "principalmente, el trato con las personas mayores". Y explica: "Cuando pasan al gabinete y se cierra la puerta comienza un trato optometrista-´psicólogo´. Para ellos es un momento que utilizan para hablar y muchas veces desahogarse de las inquietudes de su día a día. En nuestro caso, como óptica familiar, es un tiempo al que le damos mucha importancia. Y se ve muy recompensado y valorado".

Respecto a los cambios acaecidos en la profesión en los últimos años, Borja Muñoz considera que sobre todo han sido cambios referentes a avances tecnológicos. Algo que "ha permitido la creación de equipos más precisos y sofisticados para realizar exámenes oculares, diagnósticos y ajustes de lentes", comenta. Y añade que "la telemedicina ha comenzado a desempeñar un papel en la atención oftalmológica. Algunos problemas de salud visual pueden ser evaluados y tratados en línea. Lo que brinda comodidad a los pacientes y amplía el acceso a la atención en áreas remotas o con limitaciones de movilidad".

En sus propios centros han actualizado el instrumental "añadiendo al equipo la tecnología de escaneo ocular, como la tomografía de coherencia óptica (OCT) anterior y posterior, que nos ha permitido una evaluación más detallada de las estructuras oculares, cruciales para el diagnóstico y seguimiento de diversas enfermedades oculares, incluyendo el glaucoma y la degeneración macular", comenta.

De los avances de la optometría en los últimos tiempos, Borja Muñoz destacaría "el enfoque creciente de terapias para controlar la progresión de la miopía en niños y adolescentes. Esto incluye el uso de lentes de contacto especiales, como lentes de ortoqueratología, que se usan durante la noche, para corregir temporalmente la miopía y ralentizar su avance", explica.

De cara al futuro, para Borja Muñoz la óptica "se dirige hacia la adopción de tecnologías avanzadas, enfoques más personalizados y preventivos, así como una mayor integración de la atención visual en la vida digital moderna", afirma. Aunque también cree que "el rumbo a tomar debería enfocarse en ir, poco a poco, adquiriendo mayores competencias, a la vez que va aumentando el nivel de formación. Como hacen ya nuestros países vecinos", concluye.