Hace unos meses, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) inició una nueva etapa con el nombramiento de Luis Ángel Merino como decano. Entre sus funciones destaca garantizar la legalidad en el ejercicio profesional, fomentar las relaciones externas de la entidad y defender la profesión gracias a una ...
Hace unos meses, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) inició una nueva etapa con el nombramiento de Luis Ángel Merino como decano. Entre sus funciones destaca garantizar la legalidad en el ejercicio profesional, fomentar las relaciones externas de la entidad y defender la profesión gracias a una apuesta clara por la formación. Además, trabajará para "incrementar todo lo posible la interrelación entre los colegiados, buscando la armonía y el respeto entre todos", así como por velar por el buen ejercicio de la profesión y de los ópticos-optometristas. En esta línea, otra de las funciones básicas del decano y de la Comisión Permanente del Colegio es desarrollar la profesión, incluyendo temas tan importantes como la "formación del colectivo, defender la profesión y a los colegiados en sus ámbitos de actuación y fomentar la constante preparación de los actuales ópticos-optometristas, y de los futuros". Merino se enfrenta a estos retos muy optimista y considera que se ha avanzado mucho en todos estos pilares. "El reconocimiento social y profesional y nuestra relación con los pacientes nos ha proporcionado un protagonismo mayor", explica, aunque cree que se debe seguir trabajando "para conseguir un mayor reconocimiento de las instituciones".
Opina que mejorar la presencia y dar mayor servicio es uno de los caminos a recorrer y "desde el COOCYL lucharemos por ello". ¿Cómo? Mediante muchas actividades e iniciativas y, cómo no, la formación que siempre se ha considerado como "el cimiento de nuestra evolución". Luis Ángel Merino lo tiene claro: sin preparación, no hay evolución. "Debemos enorgullecernos del nivel de formación que ofrecen los diferentes colegios de Ópticos-Optometristas, y de los congresos que se organizan por parte del Consejo General de Ópticos-Optometristas", concreta. Ahora, la mejora de la situación sanitaria en España marca un nuevo curso. "Queremos retomar la formación presencial, sin olvidar todo lo que nos aporta la formación online que ha llegado para quedarse", sentencia.
Más allá de todos estos desafíos, el decano del COOCYL quiere que, en unos años, le recuerden como "un compañero que quiso aportar, que buscó lo mejor para la profesión y que, con sus aciertos y errores, siempre trabajó con entusiasmo". Precisamente, esa motivación le ha hecho ser feliz en su día a día. Merino siempre ha disfrutado en el gabinete. "He tenido la suerte de tener pacientes agradecidos que han reconocido nuestra labor, ¿qué más se puede pedir?", se cuestiona. Para él, cuando se ejerce una profesión sanitaria, la vocación y el servicio a los demás deben siempre marcar el camino.
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