IM OPTICAS nº 14

32 escuelas como si existe por ejemplo el plan de salud dental”, manifiesta. Como protocolo, el pediatra o el oftalmólogo pediátrico mira la agudeza visual a los niños a los cuatro años de edad. Admite que, actualmente, la Sanidad pública está colapsada. Si bien, añade que, “por este motivo, sería imprescindible que el optometrista especializado en visión infantil realice de forma rutinaria un examen visual completo incluso antes de los tres años de edad”. ¿En qué momento nos encontramos en la optometría pediátrica como especialidad de la optometría? Responde que la optometría que, hoy por hoy, se considera la “rama del estudio de la visión que se basa en la valoración, el tratamiento y el seguimiento de las alteraciones del sistema visual desde las perspectivas óptica, funcional y conductual y/o ergonómica”, ha evolucionado de forma evidente “siguiendo el ritmo de los tiempos y las exigencias visuales de la sociedad del conocimiento, en la que el uso de las TIC se ha impuesto de manera manifiesta”. La optometría conductual estudia el sistema visual partiendo de que la visión es una función en la interrelación entre la persona y el medio ambiente. En ese sentido; “vela por el rendimiento del sistema visual, teniendo en cuenta que, por las exigencias culturales de la sociedad, cada vez es más importante tener un buen nivel de funcionamiento a distancias cortas, que es donde se produce el estrés del punto cercano”. Certifica que “tiene muy presente la influencia del estrés en el rendimiento del individuo”. En el siglo XXI, coincidiendo con la era de las neurociencias, la optometría pediátrica va un paso más allá, “y relaciona el proceso visual con los procesos neurobiológicos y neurofisiológicos subyacentes, ayudándose de sistemas de diagnóstico por la imagen como la Tomografía de Coherencia Óptica (OCT), y ayuda a entender las sinergias entre el sistema visual y los otros sistemas sensoriales”. Asimismo, estudia las interacciones entre visión-escucha-psicomotricidad en el proceso de la lecto-escritura. Recomendaciones Le planteamos qué recomendaciones hace a la hora de cómo examinar la visión a los niños. Hace hincapié en que “el papel del optometrista es realizar una evaluación completa de todas las habilidades visuales y su vinculación con otras áreas relacionadas, especialmente con los problemas de aprendizaje”. Por ende, repite, el optometrista trabaja en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las disfunciones visuales con la aplicación de sistemas ópticos (lentes, prismas, ayudas visuales, etcétera) y con métodos de reeducación con terapia visual para potenciar el rendimiento del sistema visual. Los cinco ámbitos de exploración visual propios de la optometría pediátrica, coincidiendo con las diferentes categorías de habilidades visuales, son los siguientes: anamnesis (signos y síntomas, antecedentes personales y familiares), función visual (agudeza visual y refracción), eficacia visual (motilidad ocular, acomodación y binocularidad), procesamiento de la información visual (discriminación, memoria e integración visual) e integración sensorial y motora (integración viso-perceptiva, viso-motora y viso-auditiva). Igualmente, es crucial tomar conciencia, tanto los padres, como los educadores, como los mismos profesionales de la salud, “en la necesidad de una detección precoz de las disfunciones visuales en beneficio de la disminución de las estadísticas que señalan cifras de bajo rendimiento o incluso fracaso escolar”. Partiendo de la premisa de que una dificultad de aprendizaje es de origen multifactorial, “el optometrista pediátrico debe formar parte de un equipo interdisciplinario donde intervengan otros profesionales que, compartiendo el mismo paradigma, se dediquen al diagnóstico y tratamiento de problemas de aprendizaje, desde sus disciplinas respectivas, como neuropsicólogos, psicólogos clínicos, psicomotricistas, terapeutas auditivos, logopedas, pedagogos, terapeutas ocupacionales, pediatras, oftalmólogos pediátricos”. En este equipo, “es fundamental establecer las bases de la dinámica de derivaciones, teniendo muy presente en todo momento el código deontológico que regula las relaciones interprofesionales en el campo de la salud”. Miopía Le cuestionamos si hay que prestar especial atención a la miopía. Sostiene que “la miopía es una alteración visual que se encuentra entre las cinco condiciones calificadas de prioridad inmediata por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su iniciativa de evitar su imparable progresión desde la infancia”. En los países desarrollados, este problema visual afecta ya a 500 millones de personas. En estos momentos, “la miopía constituye un importante problema de Salud pública en determinados colectivos sociales especialmente en los estudiantes”. En los últimos años, el cambio de estilo de vida de la mayoría de la población de los países desarrollados, con un notable incremento en el trabajo de cerca y en los hábitos de la lectura y el uso continuado de los videojuegos y las pantallas, ha contribuido a una progresión constante de la miopía. Es más, su prevalencia ha aumentado considerablemente en las dos últimas Revisiones visuales recomendadas Las revisiones visuales recomendadas en niños, según Montse Augé Serra, son: • Entre los seis meses y el año, para detectar estrabismos y ambliopías. • A los dos o tres años, antes de empezar la etapa escolar. • A los cuatro o cinco años, antes de la demanda de la lecto-escritura. • A partir de los seis años, en cada final o principio de curso. • También siempre que presente algún síntoma como dolor de cabeza, picor de ojos, enrojecimiento ocular. Si se frota mucho los ojos, si se queja de que ve borroso de lejos o de cerca, si hay falta de concentración, si disminuye el rendimiento escolar o si hay problemas de lectura.

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